IMPRESIONES DE UN VIAJE POR AUSTRALIA
(Continuación de Terra Infinita 1, Terra Infinita 2 y Terra Infinita 3)
Un macho de Papagayo Australiano (Alisterus scapularis) en las montañas Lamington (Australia)
Canon EOS 5D MkIII a ISO 400, 70-200 mm f:2.8L IS II
© Oriol Alamany
OTRA VEZ HACIA EL NORTE
Tras ocho apasionantes días en la isla de Lord Howe, Eulàlia y yo regresamos al continente. El avión De Havilland de hélices aterrizó en la ciudad de Brisbane, la capital del estado de Queensland, bajo la lluvia. Cogimos un taxi y fuimos a recoger la pequeña campervan Toyota 2WD que ya teníamos alquilada para proseguir la ruta.
La mayor parte del itinerario que íbamos a recorrer a partir de ese momento —exceptuando la isla Fraser— no requería de un vehículo de tracción a las cuatro ruedas, así que habíamos escogido esta furgoneta para ahorrar algo en el coste del viaje. Debido a las quejas que presentamos por el mal estado del vehículo anterior, en Cheapa Campa/Apollo Motorhomes nos aseguraron que este estaría perfecto. Cuando vimos que para cerrar la nevera había que quitar y poner un tornillo cada vez, que detrás del asiento del conductor habían restos de un pack de cervezas de algún usuario anterior, y que al cerrar el portón lateral se caían las gomas que aguantan el cristal, pensamos que mejor eso que un motor que se parara en los lugares más insospechados como habíamos tenido hasta entonces. ¡Estábamos hartos de discutir con esta empresa y ya sabíamos donde nunca jamás íbamos a volver a alquilar un vehículo!
El plan para las tres siguientes semanas era ir viajando hacia el noreste del continente fotografiando costas y selvas, explorando distintas localidades. Algunas ya las habíamos visitado en nuestra primera estancia en Queensland veinte años atrás, pero otras no. El único compromiso en firme era estar el 14 de noviembre en la zona de Cairns para poder fotografiar el eclipse solar total.
La mayor parte del itinerario que íbamos a recorrer a partir de ese momento —exceptuando la isla Fraser— no requería de un vehículo de tracción a las cuatro ruedas, así que habíamos escogido esta furgoneta para ahorrar algo en el coste del viaje. Debido a las quejas que presentamos por el mal estado del vehículo anterior, en Cheapa Campa/Apollo Motorhomes nos aseguraron que este estaría perfecto. Cuando vimos que para cerrar la nevera había que quitar y poner un tornillo cada vez, que detrás del asiento del conductor habían restos de un pack de cervezas de algún usuario anterior, y que al cerrar el portón lateral se caían las gomas que aguantan el cristal, pensamos que mejor eso que un motor que se parara en los lugares más insospechados como habíamos tenido hasta entonces. ¡Estábamos hartos de discutir con esta empresa y ya sabíamos donde nunca jamás íbamos a volver a alquilar un vehículo!
Este fue nuestro transporte, restaurante, hotel y oficina durante el recorrido por el estado de Queensland.
Acuarela sobre papel Fabriano acquarello 300 g
© Oriol Alamany
Acuarela sobre papel Fabriano acquarello 300 g
© Oriol Alamany
El plan para las tres siguientes semanas era ir viajando hacia el noreste del continente fotografiando costas y selvas, explorando distintas localidades. Algunas ya las habíamos visitado en nuestra primera estancia en Queensland veinte años atrás, pero otras no. El único compromiso en firme era estar el 14 de noviembre en la zona de Cairns para poder fotografiar el eclipse solar total.
Cascada en las montañas Lamington (Australia)
Canon EOS 5D MkIII a ISO 100, 70-200 mm f:2.8L IS II, trípode, panorámica
© Oriol Alamany
El primer destino previsto eran Hervey Bay —localidad costera de gran fama para la observación de ballenas— y la isla Fraser, quizás el mejor sitio de Australia para fotografiar dingos. Pero como para los próximos días había previsión de lluvias, decidimos retrasar nuestra llegada allí adentrándonos primero hacia el interior para ver las montañas Lamington. El lugar es conocido como un buen sitio para observar algunas especies de aves propias de la selva húmeda, y sabía que la luz tamizada por las nubes y la llovizna sería perfecta para fotografiarlas.
Reconozco que antes de viajar a Australia mi pasión por las cacatúas y papagayos era nula. Pero verlos desenvolverse en libertad en un árido desierto, en la selva tropical o en un bosque de montaña no tiene nada que ver con la idea que tenemos de ellos como animales de jaula. ¡Qué preciosidad de aves! Desde el primer viaje a Australia ahora les tengo gran cariño y me dan mucha pena cuando aquí les veo enjaulados y tan lejos de su hábitat natural.
En Lamington volvimos a topar con el rígido sistema de reservas que se está imponiendo gradualmente en muchos parques nacionales de Australia, en especial en Queensland: el Centro de Información estaba cerrado y para poder acampar había que hacer una reserva por internet o teléfono. Y ninguna de las dos cosas funcionaba allí. O sea que acabamos durmiendo furtivamente en el parking de un mirador, donde estaba prohibido pernoctar. Empezábamos a estar hartos de un sistema que no te permite viajar libremente, si no que te obliga a tener un itinerario absolutamente rígido y planeado, sin espacio para la improvisación.
Reconozco que antes de viajar a Australia mi pasión por las cacatúas y papagayos era nula. Pero verlos desenvolverse en libertad en un árido desierto, en la selva tropical o en un bosque de montaña no tiene nada que ver con la idea que tenemos de ellos como animales de jaula. ¡Qué preciosidad de aves! Desde el primer viaje a Australia ahora les tengo gran cariño y me dan mucha pena cuando aquí les veo enjaulados y tan lejos de su hábitat natural.
En Lamington volvimos a topar con el rígido sistema de reservas que se está imponiendo gradualmente en muchos parques nacionales de Australia, en especial en Queensland: el Centro de Información estaba cerrado y para poder acampar había que hacer una reserva por internet o teléfono. Y ninguna de las dos cosas funcionaba allí. O sea que acabamos durmiendo furtivamente en el parking de un mirador, donde estaba prohibido pernoctar. Empezábamos a estar hartos de un sistema que no te permite viajar libremente, si no que te obliga a tener un itinerario absolutamente rígido y planeado, sin espacio para la improvisación.
LA ISLA FRASER O K'GARI, EL PARAÍSO DE ARENA
Charranes en la playa Este de la isla Fraser (Australia)
Canon EOS 5D MkIII a ISO 200, 70-200 mm f:2.8L IS II
© Oriol Alamany
Un par de días más tarde y con una previsión meteorológica ya más favorable nos acercamos a Hervey Bay. Fuimos directos a reservar uno de sus famosos tours en barca para la observación de ballenas. Pero la desilusión fué total cuando nos dijeron que dos días antes habían visto marchar la última de ellas y ya no salían embarcaciones. ¡Había terminado la temporada de avistamientos!
Así que no nos quedaba más remedio que olvidarnos de fotografiar las ballenas y cruzar el brazo de mar que nos separaba de Fraser, la isla de arena más grande del mundo. ¡Y vaya si tiene arena! Un lugar terrorífico para conducir, absolutamente inaccesible para los vehículos convencionales. Dejamos la furgoneta-vivienda en Hervey Bay, alquilamos a precio de oro un 4x4 algo desvencijado y un equipo de acampada y nos embarcamos en el ferry hasta la isla.
No se lo conteis a nadie, pero al cabo de quince minutos de desembarcar en Fraser nos habíamos perdido en sus laberínticas pistas y ya teníamos el Toyota Land Cruiser encallado en una pista que era un puro arenal. Eso a pesar de la tracción a las cuatro ruedas y la reductora. Creo que no había conducido por una pista tan intransitable desde que recorrimos Botswana en 2003.
Tras sacar un montón de arena de debajo del coche y colocar ramas bajo las ruedas pudimos salir marcha atrás, reencontrar el buen camino y, dando bruscos saltos y sudando a borbotones, alcanzar la orilla Este de la isla, ¡buff! Habría que ir con muuucho cuidado para no quedar encallados.
Canon EOS 5D MkIII a ISO 200, 17-40 mm f:4L
© Oriol Alamany
Un Dingo inspecciona nuestra tienda de campaña instalada en una playa de la isla Fraser (Australia)
Canon EOS 5D MkIII a ISO 400, 500 mm f:4L
© Oriol Alamany
Teníamos tres días por delante, así que buscamos un rincón solitario lejos de los turistas, montamos la tienda de campaña y dedicamos el tiempo a fotografiar el paisaje, calcular las mareas, encallar el 4x4, y también buscando y conviviendo con los dingos, los perros salvajes australianos. Fotografiar estos cánidos era mi principal objetivo en la isla ya que en Fraser conservan su raza más pura al no haberse mezclado con perros domésticos. A ellos dedicamos buen número de horas de trabajo en esta isla del Pacífico, cuyo nombre original en idioma batjala es K'Gari, que significa "paraíso".
Tres cachorros de Dingo comiendo una manta raya en la playa de la isla Fraser (Australia)
Canon EOS 5D MkIII a ISO 400, 70-200 mm f:2.8L IS II + 1,4X
© Oriol Alamany
Restos del barco Maheno naufragado en la Seventy Five Mile Beach en 1935 la isla Fraser (Australia)
Canon EOS 5D MkIII a ISO 400, 70-200 mm f:2.8L IS II + 1,4X
© Oriol Alamany
Otras entradas del blog sobre Terra Infinita:
Otras entradas anteriores del blog sobre Australia:
Hola! Me encantaron las iamgenes, de odnde las sacas? Los loros los tengo de fondo de pantalla! Y la ultima imagen de la plalla con esas olas con el reflejo del ocaso es ESPECTACULAR. La descargue y pienso imprimirla para hcerle un cuadrito. Si la publico a esta ultima en mi blog, me dejarias? Paso en 3 dias para ver si me contestaste, realmente me interesa publicarla para compartirla a mi fanpage.
ResponderEliminarSaludos
Hola Imagen,
ResponderEliminar¿Cómo que de donde saco las imágenes?¡ Las hago yo, que soy fotógrafo! ;-)
Mis fotografías no son libres de derechos, ya que son fruto de mi trabajo profesional. Te pido que no la pongas en tu blog ni en tu fanpage.
Además veo que en tu blog publicas muchas fotografías de otros autores sin poner ni siquiera el nombre del autor y animas a la gente a cogerlas y utilizarlas en sus Facebook. Deberías pedir permiso a los autores para hacer eso o, como mínimo de los mínimos, poner su nombre reconociendo su autoría. Respetemos el trabajo y los esfuerzos de cada uno.
Saludos cordiales,
Oriol
HOLA
ResponderEliminarAQUETS "DINGO" NO SON PERILLOSOS ??
AQUESTA WEB QUE CHUPA IMATGES A TRAVES D'INTERNET SON PER DISTREURA JA QUE EL SEU FI ES LA PUBLI....QUE CONTE
SALUT
JOAN
Joan, pues los dingos implican un cierto peligro, si. Se han dado casos de ataques a personas, en especial a niños. Parece que se han producido un par de casos de muertes de niños por dingo. En Fraser te dan un folleto sobre ellos al viajar a la isla. Recomiendan no bajar del coche cuando estas cerca de uno, aunque vimos varios acercandose a personas sin más intenciones que pillar algo de comida. Esta prohibidísimo darles nada, por el riesgo que esto entraña para futuros visitantes.
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