27/12/12

• Terra Infinita 2: Primera etapa de la ruta

IMPRESIONES DE UN VIAJE A AUSTRALIA

Continuación de Tierra Infinita -1: Australia again



Este es el trayecto que Eulàlia y yo recorrimos en Australia de primeros de septiembre a finales de noviembre de 2012 en el tercer viaje a este país: unos 15.000 kilómetros conducidos uno tras otro. Para que os hagáis una idea, sería más o menos como conducir de Madrid hasta Singapur. Y a eso habría que añadir las numerosas caminatas a pie que hicimos casi cada día.

EL TOP END


Tras nuestra accidentada llegada a la ciudad de Darwin (Leer Terra Infinita 1), al fin pudimos coger el 4x4 y salir a la carretera. Iniciamos nuestro periplo con una semana fotografiando en el Parque Nacional de Kakadu, uno de las zonas húmedas más importantes del mundo. Kakadu es famoso por la abundancia de aves acuáticas, imponentes cocodrilos, pinturas rupestres aborígenes, remotas cascadas y un bochorno tropical que supera toda descripción escrita que aquí pueda haceros. Por suerte aún no había llegado la estación húmeda y por lo menos evitamos peripecias con inundaciones como las que os relaté en el artículo Aventuras Down Under.


Milano silbador llevando vegetación acuática en sus garras en el Parque Nacional Kakadu (Northern Territory)
Canon EOS-1D Mk IV, 500 mm f:4L IS
© Oriol Alamany


Gansos Urraca y otras aves acuáticas en las marismas de Kakadu (Northern Territory)
Canon EOS 5D MkIII a ISO 640, 70-200mm f:2.8L IS II, trípode
© Oriol Alamany

         Saliendo de Kakadu por el sur, el siguiente punto fue el Parque Nacional Nitmiluk donde nos recibieron sus características hordas de Ualabies ágiles, una de tantas especies de canguros que pululan por ese continente. 
          Luego cargamos comida para una semana y realizamos un largo desplazamiento con paradas en diversos puntos de interés hasta el vecino estado de Western Australia. Desgraciadamente en la frontera entre estados, además de tener que retrasar los relojes una hora y media, había un control de cuarentena de alimentos y nos requisaron las manzanas, kiwis, plátanos, cebollas, zanahorias... ¡Todo lo que acabábamos de comprar a precio de oro!
          Por fortuna aún nos quedaba una última ciudad (Kununurra) antes del próximo destino y allí, evidentemente, había un supermercado lleno de viajeros volviendo a comprar los productos que nos acaban de confiscar a todos. ¡Una estrategia de marketing genial! En algún momento tuve la mala idea de pensar si los alimentos que nos vendían o servían en los restaurantes provenía de la misma frontera...

Las cúpulas multicolores de Purnululu (Western Australia)
Canon EOS 5D MkIII a ISO 50, 70-200mm f:2.8L IS II, trípode
© Oriol Alamany

          250 kilómetros de carretera solitaria más y llegamos al desvío donde se abandona el asfalto para adentrarse por la pista —sólo para 4x4— que conduce hasta el insólito macizo montañoso de Purnululu
          Este es uno de mis lugares preferidos en el planeta, pero un rótulo en la entrada nos dejó atónitos: Una nueva normativa en los campamentos del parque obliga a hacer la reserva cómo mínimo con 48 horas de antelación y sólo por teléfono. En medio del Outback no hay cobertura de teléfono más que en contadísimas localidades, o sea que allí estábamos, tras conducir 800 kilómetros y sin posibilidad de reservar plaza. Llegados a estas alturas decidimos recorrer los 50 kilómetros restantes de pista y preguntar en el parque. Tras casi dos horas y cruzar cinco ríos, por fortuna el personal allí destacado fue menos estricto y no tuvimos problema en obtener un lugar donde acampar unos días con nuestra campervan. 
          Pocos occidentales conocían de la existencia de las montañas Purnululu hasta mediados de los años 80. Se trata de un cúmulo de centenares (¿o quizás miles?) de cúpulas de arenisca cubiertas de franjas horizontales naranjas debido al óxido de hierro, y gris oscuro debido a cianobacterias. 
          De ahí también tuvimos que salir a toda prisa en 1999 debido a una repentina tormenta con sus consiguientes inundaciones y me había quedado con las ganas de hollarlo más a conciencia. Así que esta vez le dedicamos varios días e incluso realizamos un vuelo fotográfico en helicóptero. A mediodía las temperaturas alcanzaban los 40º C y con una altísima humedad, mientras que por las noches bajaban a 29-30º. Así que nuestros horarios de trabajo eran de lo más extremos y el resto del día lo pasábamos como buenamente podíamos a la sombra del automóvil y remojándonos con una ducha solar.


LA TRAVESÍA DEL DESIERTO CENTRAL: TÁNAMI TRACK Y OODNADATTA TRACK


Uno de los objetivos del viaje consistía en atravesar por tercera vez el continente de arriba a abajo. Pero no por la carretera Stuart Highway como hicimos en los dos viajes anteriores, si no básicamente por pistas secundarias sin asfaltar que recorren los desiertos interiores. 

Cuando te encuentras un rótulo de estos en pleno desierto, anunciando que han cerrado una gasolinera, más vale que lleves unos bidones llenos de combustible en el vehículo (Northern Territory)
Canon EOS 5D MkIII a ISO 160, 17-40mm f:4L
© Oriol Alamany

          Después de Purnululu había tres maneras de regresar a la carretera central para llegar al siguiente punto de nuestro itinerario, la ciudad de Alice Springs: Podíamos rehacer la carretera asfaltada por los que acabábamos de venir y luego bajar a Alice (2.000 km), probar la ruta secundaria Buchanan en la que se combinan unos centenares de kilómetros de pista con carreteras asfaltadas (1.850 km), o bien cortar por lo sano (1.200 km) pero debiendo recorrer mil kilómetros por una de las pistas más míticas del Outback australiano: la Tánami Track
          En la pequeña localidad de Halls Creek al sur de Purnululu, llenamos de combustible el depósito del 4x4 y dos jerrycans adicionales, cargamos bidones de agua, comprobamos los neumáticos y consultamos el estado de las diversas rutas. Tras un prolongado debate sopesando pros, contras y los peligros y dificultades que entrañaba cada una de ellas, ganó la opción intermedia. 
          Sin embargo, tras unos pocos kilómetros conduciendo por la Buchanan, oí la voz de Eulàlia que se levantaba por encima del ruido del motor diesel: 
          —Es que la Tánami Track tiene un nombre muy bonito...—
          Cuando una mujer hace un comentario así, está claro que hay que dar media vuelta, regresar a Halls Creek y adentrarse en la infernal pista que cruza uno de los continentes más duros del planeta. No hay otra opción.

Desde Halls Creek en el estado de Western Australia, hasta Alice Springs en el Northern Territory, la Tánami Track son 1050 kilómetros de baches y arena rojiza a través del desierto Tánami (Northern Territory)
Canon EOS 5D MkIII a ISO 160, 500mm f:4L IS
© Oriol Alamany

Previsión meteorológica: nubes de polvo y lluvia de piedras en unos segundos. Mejor salirse de la pista y esperar a que amaine. Imponentes Roads Trains (camiones que arrastran tres o cuatro remolques) recorren las pistas del desierto central, aquí en la Oodnadatta Track (South Australia)
Canon EOS 5D MkIII a ISO 200, 500mm f:4L
© Oriol Alamany

          Tres días más tarde alcanzamos Alice Springs, la única ciudad que merece tal nombre en el centro de Australia, con el coche barnizado de polvo por todos sus rincones. El vehículo sufría casi desde el principio algunos problemas mecánicos que iban agravándose, así que permanecimos inmovilizados en Alice un par de días, pasando de un taller a otro sin que nadie supiera encontrar la solución y sin que Cheapa Campa o Apollo Motorhome (distintos nombres para la misma empresa) nos ayudaran en absoluto. No nos dejaron otra opción que proseguir el viaje con un automóvil en condiciones nada óptimas. Por fortuna pudimos ir superando los problemas sobre la marcha, pero una empresa seria no debería poner en alquiler vehículos 4x4 en este estado, mucho menos para atravesar zonas desérticas.

Cacatúa abanderada comiendo frutos en una duna en Rainbow Valley Conservation Reserve (Northen Territory)
Canon EOS 5D MkIII a ISO 400, 500mm f:4L + 1.4X
© Oriol Alamany

          Pero dejemos los problemas aparte. Los alrededores de la pequeña Alice Springs son una de nuestras areas favoritas en Australia por la cantidad de enclaves interesantes que alberga el árido macizo montañoso de los MacDonnell Ranges. O sea que allí pasamos unos días felices de volver a estar en marcha. Tras una semana en los MacDonnell tomamos otra pista remota de 225 km (la Mereenie Loop Road, para la que es necesario solicitar un permiso especial ya que atraviesa tierras aborígenes) para alcanzar las localidades más conocidas y frecuentadas del Red Center: Kings Canyon, Uluru y Katatjuta. A pesar de los turistas, estas son maravillas naturales y de significado sagrado para los aborígenes que ningún viaje a Australia puede obviar. Además descubrimos que cuando nos acercábamos a la gran roca de Uluru ¡el problema mecánico desaparecía! Eso nos sucedió por dos veces, y la segunda ya quedó reparado como por arte de magia. De hecho no resurgiría hasta semanas después al llegar a Sidney. ¿Sería el mágico magnetismo de este monolito?

Buscando nuevas perspectivas a la roca de Uluru (Northern Territory)
Canon EOS 5D MkIII a ISO 200, 17-40mm f:4L, trípode
© Oriol Alamany


La encantadora Paloma del Spinifex realizando la parada nupcial en Kings Canyon (Northern Territory)
Canon EOS 5D MkIII a ISO 200, 70-200mm f:2.8L IS II
© Oriol Alamany

          Para terminar la travesía abandonamos de nuevo la seguridad del asfalto de la Stuart Highway para adentrarnos en la Oodnadatta Track (Esta pista también tiene un nombre bonito, ¿no os parece?). Son cerca de solitarios 700 km que ya recorrimos en nuestro viaje de 1992. Su principal atractivo es acercarse al inmenso lago Eyre o Kati Thanda, de 9.500 km2 de superficie, situado a una altitud de -15 metros bajo el nivel del mar y que tan sólo se llena de agua unas pocas veces cada siglo. Dormir allí y andar nosotros dos solos por la costra salina fue una experiencia inolvidable.


Madrugada en la infinita llanura salina del lago Eyre (South Australia)
Canon EOS 5D MkIII a ISO 100, 17-40mm f:4L, filtros polarizador y degradado neutro, trípode
© Oriol Alamany

Dingo hembra en el desierto a orillas del lago Eyre (South Australia)
Canon EOS 1D MkIV a ISO 200, 500mm f:4L IS
© Oriol Alamany


ALCANZAMOS EL SUR


Tras tantos días de áridas llanuras al llegar al sur el cambio de paisaje y de temperaturas fue brutal: visitamos las montañas Flinders Ranges, las Grampians (donde incluso nevó), sufrimos intensas lluvias y visitamos Philip Island y otras localidades acabando esta primera etapa en la ciudad de Sidney. Habíamos regresado a la civilización, había que organizar un poco todo el material fotográfico obtenido y debíamos prepararnos para la segunda etapa del viaje.


Al cumplirse un mes de viaje, un poco de limpieza en las montañas Flinders (South Australia)
Canon EOS 5D MkIII a ISO 160, 70-200mm f:2.8L IS II
© Oriol Alamany


Canguro gris oriental con su cría en un frío atardecer en The Grampians (Victoria)
Canon EOS 5D MkIII a ISO 640, 500mm f:4L IS + 1,4X, trípode
© Oriol Alamany


Gaviota plateada en la isla Philip (Victoria)
Canon EOS 5D MkIII a ISO 400, 70-200 mm f:2.8L IS II + 2X
© Oriol Alamany

Tras tantos días de áridas llanuras al llegar al sur el cambio de paisaje y de temperaturas fue brutal: visitamos las montañas Flinders Ranges, las Grampians y la isla Philip, así como otras localidades acabando esta primera etapa en la ciudad de Sidney. En todo el sur de Australia llovía y hacía frío de verdad. 
          Habíamos dejado el desierto, regresado a la civilización y debíamos prepararnos para la segunda etapa del viaje.

7 comentarios:

  1. HOLA ORIOL

    ES DISFRUTA MES DESPRES VEIEN LES FOTOS I PREPARANT EL REPOR... QUE A TEMS REAL... O NO ??

    SALUT
    JOAN

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  2. Un viatge fantàstic, Oriol. Enhorabona!
    Si es pot dir (sinó no passa res), quant costa el lloguer del 4x4 i de la furgo?

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  3. Gaudeixo molt aquesta aventura...resto a l'aguait

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  4. Jordi, lamentablemente ahora los australianos han instaurado el sistema de precios de alquiler de autocaravanas estilo americano: te dan un presupuesto que tan sólo dura unos tres días. Si no reservas, te suben automáticamente el precio. Cada semana que se acerca la fecha del viaje el precio sube más y más hasta que no haces el pago del depósito. Es un rollo... En 1992 y 1999 nos dieron un precio y basta.

    Luego busco las facturas y te doy el precio por día.

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  5. Quins dos capítols tant interessants...salvant les diferencies m'ha recordat quan vaig llegir "Rescate en Madagascar" de Gerald Durrell amb la diferència que aquest va tenir alguns "problemes" intestinals :-)
    Sé que és quedar-se sense maletes en un clima extrem (Noruega-hivern) i es passa malament...i més si no comptes amb la col·laboració del personal.
    Be, em quedo esperant la tercera ;)

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  6. Unos capítulos que enganchan... haces gala de una excelente capacidad narrativa(las imágenes ya obvio comentar que están al nivel que nos tienes acostumbrados).
    Quedo a la espera de las próximas entregas, un saludo cordial.

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