Tras haber ejercido de jurado en el reciente Certamen de Fotografia de Natura IX Memorial Climent Picornell de AFONIB, este mes también he tenido el placer de ser invitado como miembro del jurado del VI Concurso Nacional de Fotografía Canson Infinity 2016, labor que he compartido con compañeros de oficio de la talla de Tino Soriano, Sofía Santaclara, Dolors Porredón y Frederic Garrido. Este certamen de fotografía de autor es de categoría única y temática libre, estando dotado con 10.000 € en premios y es patrocinado por la Federació Catalana de Fotografia y por la Confederación Española de Fotografía.
Los cinco miembros del jurado, Frederic Garrido, Tino Soriano, Sofía Santaclara, Oriol Alamany y Dolors Porredón, reduciendo poco a poco el número de fotografías seleccionadas para llegar al veredicto final.
Tras encontrarnos en Girona el 21 de enero de 2016, dedicamos todo el día 22 a valorar las 1.382 fotografías validadas (otras incumplían las bases), correspondientes a 532 participantes. Todas ellas debían venir impresas sobre papeles de la gama Canson Infinity, como requerían las bases. Siempre resulta curioso y educativo ver como la fotografía no es una ciencia exacta y las imágenes que gustaban a algunos miembros del jurado no nos decían nada a otros y viceversa. Además, yo era el único fotógrafo de naturaleza, lo cual complicaba aún la valoración de ciertas imágenes. Por cierto, que la fotografía de la naturaleza no estaba muy presente en este certamen, por lo que vale la pena que en ediciones posteriores los especialistas de esta disciplina aportemos más obras. Eso si, por favor que no sea la imagen de un grupito de árboles con un barrido de cámara en vertical con una velocidad lenta, ya que una sorprendente cantidad de las fotos de temática de naturaleza que vimos este año eran este motivo. Eso quizás resultó creativo hace dos décadas cuando lo hizo por vez primera un fotógrafo americano, pero ya hace años que es un sujeto tan manido que no sorprende a nadie, excepto en casos muy puntuales.
Tras largos debates y negociaciones, por la tarde alcanzamos un acuerdo. El 1er Premio (5.000€) fue para “Serendipal” de Fernando Flores Huescas. El 2o Premio (2.500€) para “Estudio Miralda” de Gemma Planell Bartolomé. Y el 3er Premio (1.000€) para “Travesía Colores” de Jaume Llorens i Bach. El Accésit (500€) se concedió a “Tenderness” de Antonio Peinado Muñoz. Y el premio especial 150 Aniversario de Canson a Miquel Àngel Artus con su obra "Huellas de un antiguo glaciar".
"Huellas de un antiguo glaciar" de Miguel Angel Artus
El passat dissabte 16 de gener 2016 Carme Ayala em va realitzar aquesta entrevista al programa Tira Milles a l'emisora de ràdio COPE Catalunya. Us deixo l'enllaç per si us ve de gust escoltar-la. Són 13 minuts i és en idioma catalá. ---------- El pasado sábado 16 de Enero 2016 Carme Ayala me realizó esta entrevista en el programa Tira Milles en la emisora de radio COPE Cataluña. Os dejo el enlace por si os apetece escucharla. Son 13 minutos y es en idioma catalán.
The Lost Tombs of Oman, mi segundo reportaje para la web Maptia-A world of stories, ya está publicado online. Se trata del relato y fotografías de la búsqueda de unas torres más antiguas que las pirámides de Egipto, que se elevan a decenas en las más remotas montañas de este sultanato. P.D. 24 febrero: Esta historia ha sido seleccionada por los editores de Maptia como una de las más destacadas publicadas en la web y por ello ha recibido el reconocimiento de Editors' Pick.
P.D. 3 enero 2025: Lamentablemente, el proyecto de Maptia cerró hace un tiempo y todos sus interesantes artículos han desaparecido.
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El pasado día 6 de Enero de 2016 fue proclamada oficialmente la comercialización del largamente esperado teleobjetivo Olympus M.Zuiko 300mm f:4 IS PRO. Lo cual tampoco significa que se encuentre ya en los comercios, a los que parece que no llegará hasta marzo. O sea que habrán transcurrido algo más de dos años desde que fue inicialmente anunciado el 12 de Febrero de 2014. Parece que cada vez discurre más tiempo entre que los fabricantes anuncian sus nuevos teleobjetivos y que estos aparecen en el mercado. Últimamente han sido ya varias las ocasiones en que han pasado dos o tres años entre el anuncio con las primeras fotografías de los prototipos y su comercialización real. Uno de los casos más sonados fue el del Canon EF 200-400 mm f:4L IS 1.4x. Un hecho curioso en el desarrollo de este 300 mm ha sido que el prototipo que se dejó ver por vez primera en febrero 2014 es diferente del modelo finalmente comercializado. Cuando ya estábamos acostumbrados a verlo en cada feria fotográfica que se celebrase, de repente en octubre de 2015 se coló en internet una fotografía de un modelo distinto que incorporaba notorias mejoras.
Arriba, la versión final comercializada del M.Zuiko 300 mm f:4 IS PRO, que difiere de la inicialmente anunciada en febrero de 2014 (Abajo). Las diferencias más visibles son: Estabilizador óptico de imagen, limitador de enfoque, parasol retráctil y sistema de montura de trípode Arca-Swiss.
UN SUPERTELEOBJETIVO... DE TAN SÓLO 23 CM. DE LARGO
Probando el M.Zuiko 300 mm f:4 IS PRO en las Reserves Naturals del Delta del Llobregat, Barcelona
El pasado mes de noviembre 2015 pude disponer durante unos días de un "Sample", el primer ejemplar de prueba que llego a España. Acto seguido os traslado algunas de mis apreciaciones. Este 300 mm de Olympus es mucho más que una novedad, ya que para los fotógrafos de naturaleza marca un antes y un después en el sistema fotográfico Micro 4/3. Tal y como escribí en el artículo Las CSC o Mirroless para fotografía de fauna salvaje, este formato no disponía de buenos teleobjetivos, lo que impedía que fuera una opción viable para los fotógrafos de vida salvaje. Al fin ese hueco se ha llenado con esta óptica y con el Leica DG Vario-Elmar 100-400mm f:4-6.3 OIS también anunciado esta misma semana. Antes de empezar mi análisis y para situarnos: en términos de aumento y de luminosidad máxima este 300 mm de formato Micro 4/3 equivale a uno de esos monstruosos 600 mm f:4 que los fotógrafos utilizan en las cámaras de formato Full Frame (24x36 mm). Sin embargo, en términos de profundidad de campo estaríamos hablando del equivalente a un 600 mm f:8. Eso es debido a que las cámaras M4/3 a las que va destinado utilizan un sensor cuatro veces menor que el formato standard de referencia FF. A igual tamaño del sujeto en la fotografía, la profundidad de campo es más extensa en la obtenida con una M4/3. Estamos frente a una óptica de muy alto nivel y uso limitado, no apta para todos los públicos. Una focal de tanto aumento es difícil de utilizar y tiene poca utilidad para quien no sea un fotógrafo de animales salvajes, de deportes o un paparazzi. El factor decisivo para que un fotógrafo de estos se incline por trabajar con este teleobjetivo en lugar de con uno de esos enormes 600 mm f:4 en una Nikon o Canones el notable ahorro de peso, volumen y dinero, así como su mucha mejor manejabilidad para la fotografía de acción.
Gaviota patiamarilla, Barcelona
Olympus OM-D E-M1 a ISO 200, M.Zuiko 300 mm f:4 IS PRO, 1/4000 f:4
Al abrir la caja que recibí de Olympus España para el test me encontré con el teleobjetivo, un teleconvertidor 1,4x, una sencilla bolsa blanda de transporte y un extraño anillo de plástico del que me costó unos segundos averiguar su utilidad y luego hablaré. La construcción se ve sólida (Olympus lo define como splashproof, es decir, a prueba de salpicaduras de agua), con tres botones de funciones de buen tamaño en el lateral (que se manipulan bien con guantes) y con un parasol telescópico que no es extraíble. La fabricación no es de Japón, si no de China.
El 300 mm incorpora 11 juntas para garantizar la protección contra el polvo y la humedad.
TAMAÑO Y PESO :-)
Gaviota común en vuelo, Barcelona
Olympus OM-D E-M1 a ISO 200, M.Zuiko 300 mm f:4 IS PRO, 1/2000 f:4
Comparado con otros 300 mm de luminosidad máxima f:4 que existen en el mercado, este M.Zuiko no es especialmente pequeño ni ligero. Pero si lo comparamos con un 600 mm (al que por aumento equivale cuando fotografiemos con él), entonces las diferencias saltan a la vista. La diferencia de manejabilidad es brutal, haciéndolo ideal para la fotografía a mano alzada o para el seguimiento de aves en vuelo. Para los fotógrafos que viajamos mucho en avión teniendo que llevar el equipo fotográfico como equipaje de mano, o a quienes nos gusta andar horas con el equipo a la espalda esta debería ser una opción excelente. Me imagino perfectamente la diferencia entre subir a a buscar perdices nivales en las más altas cimas de los Pirineos con mi habitual Canon EF 500 mm f:4 o con este pequeño teleobjetivo. Los pesos que he obtenido del 300 mm en una báscula son: Peso completo: 1.510 gr. PESO REAL, sin tapas: 1.476 gr. PESO OFICIAL, sin tapas ni montura de trípode: 1.270 gr.
---------------------------------------------------------------------------------------------- Comparativa entre Olympus 300 mm f:4 Pro y Canon EF 600 mm f:4L IS II Longitud: 22,7 x 9,30 cm / 44,8 x 16,8 cm Peso: 1,48 kg / 4,23 Kg (incluyendo parasol) Precio: 2.500 € / 10.500 € Enfoque mínimo: 1,4 m / 4,5 m Limitador de foco: a 4 m / a 16 m ----------------------------------------------------------------------------------------------
DISTANCIA MÍNIMA DE ENFOQUE :-)
La reducida distancia mínima de enfoque de tan sólo 1,4 metros no es inhabitual para los objetivos 300 mm f:4. Pero de nuevo su focal equivalente a 600 mm combinado con esta distancia de enfoque lo convierten en un objetivo muy atractivo para fotografiar mariposas, libélulas, lagartijas, flores y realizar otros tipos de fotografía macro, al alcanzar un aumento de 0,48x. ¡Y pensad que se le puede añadir el teleconvertidor 1,4x o un tubo de extensión!
Bayas en un arbusto, Barcelona
Olympus OM-D E-M1 a ISO 400, M.Zuiko 300 mm f:4 IS PRO, 1/300 f:4
Tal y como he comentado antes, una de las grandes diferencias entre este 300 f:4 montado en una cámara M4/3 y un 600 f:4 en una Full Frame es el grado de desenfoque del fondo. En las siguientes fotografías el aumento es el de un 600 mm f:4, pero la profundidad de campo es la de un 600 mm a f:8. Es decir, el desenfoque del fondo no es tan pronunciado por lo que resulta menos suave y más abigarrado. En cambio resulta más fácil que el sujeto completo quede incluido dentro de la zona enfocada, algo que sería más difícil en la cámara FF.
Estatua en el Parc de la Ciutadella, Barcelona
Olympus OM-D E-M1 a ISO 200, M.Zuiko 300 mm f:4 IS PRO, 1/1250 f:4
El larguísimo recorrido desde infinito a 1,4 metros es el responsable del primero de los interruptores que incorpora la lente: el limitador de la gama de distancias de enfoque. Los primeros prototipos de este 300 mm no incorporaban este mecanismo, algo que mis muchos años fotografiando animales salvajes me han hecho ver que resulta indispensable para favorecer la rapidez de enfoque de los teleobjetivos. Por fortuna esta ausencia inicial ha sido corregida durante su desarrollo. Ahora puede utilizarse la gama 1,4 a 4 m, de 1,4 m a Infinito, y de 4 m a Infinito. De todos modos, a pesar de agradecer su presencia, al utilizarlo he constatado que en la práctica la gama limitada de enfoque de 4 m a infinito sigue siendo demasiado extensa. Cuando lo probé en modo Continuo-AF siguiendo aves en vuelo, en el momento que la cámara perdía el enfoque, este se venía hasta los 4 metros y el grado de desenfoque era tal que debido a la ausencia absoluta de imagen ya le resultaba imposible recuperarlo. La gama ideal para el equivalente a un 600 mm debería ser en torno a unos 15 m a infinito. Una petición a Olympus: ¿sería posible que mediante un firmware de la cámara se permitiera al usuario personalizar este interruptor limitador de enfoque?
ARO DE ENFOQUE MANUAL :-I
El aro de enfoque manual es grande y de movimiento suave. Pero en un teleobjetivo potente con tan reducida profundidad de campo, su recorrido es un poco breve para un enfoque manual preciso. Un pequeño giro y el enfoque ya cambia bastante, lo que hace difícil el enfoque. Suerte del fantástico sistema Focus Peaking de las Olympus que ayuda mucho en eso. Un mecanismo muy interesante, y que ya incorporan algunas otras ópticas de Olympus, es la posibilidad de cambiar de modo instantáneo de enfoque automático a enfoque manual con un leve desplazamiento hacia atrás del aro de enfoque. Eso resulta de gran utilidad en ocasiones cuando un sujeto se mueve y luego se queda quieto, y resulta más cómodo afinar el enfoque manualmente en su cabeza que desplazar el punto AF a ese lugar en concreto. En el 300 mm, siendo el aro de enfoque tan grande y el bloqueo muy suave, en algunas ocasiones me encontré con el aro en la posición inadecuada. Sería bueno que el "Click" fuera más duro, más difícil de mover inintencionadamente. De todos modos, los últimos firmwares de las cámaras Olympus permiten desconectar este llamado Bloqueo de MF o Focus-clutch y dejarlo inoperativo si te resultase molesto, pero creo que esta no es la solución ideal. El bloqueo debería ser más duro, o bien incorporar un interruptor externo que lo bloqueara mecánicamente.
Hotel Vela, Barcelona
Olympus OM-D E-M1 a ISO 400, M.Zuiko 300 mm f:4 IS PRO, 1/3200 f:4
El segundo interruptor del objetivo corresponde al Estabilizador de imagen incorporado en la óptica, otra agradable sorpresa de última hora ya que el prototipo inicial dependía del estabilizador del sensor en el interior de la cámara para reducir las vibraciones. Este estabilizador interno no resulta lo más adecuado en el caso de grandes teleobjetivos que vibran mucho. Como ya he dicho antes, sorprende que un fabricante varíe tanto un prototipo ya mostrado en público, pero si es para introducir mejoras como esta, bienvenido sea. El estabilizador óptico se muestra como uno de los puntos fuertes de este teleobjetivo: en las pruebas que he realizado a mano alzada he logrado fotografías inmóviles incluso a velocidades de obturación de 1/8 de segundo, algo absolutamente pasmoso para una distancia focal equivalente a 600 mm. En un primer momento, al montar la óptica en mi Olympus E-M1 me pareció que el estabilizador interno se desconectaba, ya que desaparecía el habitual murmullo dentro de la cámara. Pero la documentación de Olympus indica que ambos estabilizadores se sincronizan (Sync IS) para alcanzar unos inusitados seis pasos de estabilización. Una auténtica genialidad. De momento (Enero 2016) el Sync IS tan sólo funciona en las Olympus E-M1 y la E-M5 II, en otros modelos y cámaras Panasonic el IS es de cuatro pasos, el habitual hoy en día en el resto de teleobjetivos del mercado. La ligereza de la óptica y este magnífico sistema Sync IS hacen que el fotógrafo de naturaleza pueda plantearse no cargar con el habitualmente indispensable trípode.
FILTROS :-)
El diámetro de rosca para filtros es de 77 mm, lo cual es de agradecer ya que se trata de un estándar muy extendido. De ese modo resulta fácil añadirle un filtro protector, un polarizador o un ND si lo necesitamos.
TRANSPORTE :-(
Lamentablemente para un teleobjetivo de este tamaño y peso no tiene abrazaderas para montar una correa de transporte. Por ello, al andar con la cámara colgando al hombro con su correa el peso del conjunto lo soporta la bayoneta de la cámara. Cierto que no es extremadamente pesado (no más que cualquier 70-200 mm f:2.8 estándar, los cuales jamás incorporan abrazaderas), pero una correa adicional anclada en el cuerpo de la óptica habría sido bienvenida. Para llevar este 300 mm colgado al hombro yo recomendaría una correa del estilo de las Black-Rapid, que se sujetan a la rosca del pie de trípode.
Gato en los muelles de Barcelona
Olympus OM-D E-M5 MkII a ISO 250, M.Zuiko 300 mm f:4 IS PRO, 1/250 f:4
El collar para sujetar la óptica a un trípode es algo de vital importancia para un teleobjetivo de gran aumento como este. Aunque el estándar internacional para sujetar una cámara u teleobjetivo a un trípode es el clásico tornillo de rosca, hoy en día bien pocos utilizamos este sistema. Sin lugar a dudas, el estándar más usado entre los fotógrafos de la naturaleza es el sistema de enganche rápido denominado Arca Swiss, por el conocido fabricante suizo de rótulas de bola.
Por lo tanto, cuando un fotógrafo adquiere un teleobjetivo, su primera compra suele ser una zapata estilo Arca Swiss para atornillarla al collar de trípode original. O bien, substituir directamente el pie original por uno de los costosos substitutos fabricados por empresas como Kirk, RRS o Wimberley que incorporan, además de la rosca, la ranura Arca Swiss.
Jamás he entendido porqué Canon o Nikon no esculpen esta ranura en el diseño de sus teleobjetivos. Al fin, como en tantos otros detalles ingeniosos, Olympus ha sido el primer fabricante "oficial" en añadir la idea a su diseño. Un aplauso enorme por ello.
Por otra parte, el aro de trípode es extraíble, algo que resulta práctico para ahorrar algo de peso y volumen si vamos de excursión y no pensamos utilizar el tele en un trípode. Me sorprendió que en la caja venga un anillo de plástico para proteger los pequeños tornillos que quedan al aire al desmontar el pie. Eso demuestra una gran atención al detalle.
PARASOL :-)
El parasol es retraíble y no puede extraerse. El mecanismo retráctil es de diseño clásico, menos original pero más efectivo que el del M.Zuiko 40-150 mm Pro, con un simple bloqueo de rosca una vez extendido. Al replegarse, en lugar de un bloqueo de rosca, hace un muy leve clic que ayuda a que se mantenga en su lugar. Un pequeño detalle que se agradece. (P.D. 31 Octubre 2018: Después de usar diversos ejemplares de este teleobjetivo en varios viajes, en algunas ocasiones el parasol se me ha quedado bloqueado en la posición extendida. Más vale no apretar mucho el bloqueo al extenderlo, ya que con los cambios de temperatura (frío extremo, por ejemplo) puede quedarse bloqueado y hay que hacer mucha fuerza para desbloquearlo.)
CALIDAD ÓPTICA :-)
El ejemplar que usé en noviembre 2016 no era una versión definitiva, por lo que sería aventurado sacar conclusiones en este aspecto hasta haber probado una unidad final de las comercializadas. De todos modos os enseño una fotografía ampliada al 100% en que se aprecia la definición obtenida cuando el enfoque es correcto. Mis mayores problemas han sido con la fotografía de acción, donde el talón de Aquiles no parece ser el teleobjetivo, si no las cámaras actualmente disponibles en M4/3, cuyo sistema de autoenfoque continuo (C-AF) es inconsistente. Y con una focal tan larga su debilidad se hace más aparente. Habrá que ver de lo que será capaz una futura E-M1 II io modelos posteriores. (P.D. 10 agosto 2016: En los últimos meses he podido probar de modo puntual dos ejemplares de serie de este teleobjetivo y la calidad óptica es pasmosa, con una resolución elevadísima.) (P.D. 31 octubre 2018: Aunque el ejemplar de preserie que probé para redactar este artículo tenía algunas inconsistencias ópticas, lo que me hizo dudar en publicar mis opiniones, en los años siguientes he usado diversos ejemplares de serie del teleobjetivo y reitero que la definición es excelente, del más altísimo nivel.)
Focha común, Delta del Llobregat, Barcelona
Encuadre original y detalle al 100% (Hacer clic para ver a tamaño real)
Olympus OM-D E-M1 a ISO 400, M.Zuiko 300 mm f:4 IS PRO, 1/1600 f:4
TELECONVERTIDOR M.ZUIKO 1.4X :-) Si al M.Zuiko 300 mm le añadimos el diminuto teleconvertidor Olympus 1.4x, la focal resultante es de 420 mm f:5.6, lo que vendría a equivaler a un 840 mm en una cámara Full Frame, lo cual no está nada mal para la fotografía de fauna desconfiada o, como en el ejemplo siguiente, para obtener primeros planos. Con el teleconvertidor el 300 mm mantiene casi todas sus cualidades y su afectación sobre la calidad óptica me ha parecido poca, si se tiene cuidado de que estamos usando una potente focal de 840 mm, muy propensa a la vibración y que requiere un enfoque preciso. Creo que es un accesorio indispensable para quien adquiera este teleobjetivo.
Gaviota argentea, Barcelona
Encuadre original y detalle al 100% (Hacer clic para ver a tamaño real)
Olympus OM-D E-M1 a ISO 100, M.Zuiko 300 mm f:4 IS PRO + M.Zuiko 1.4x, 1/500 f:5.6, trípode
El precio oficial del 300 mm f:4 IS PRO ronda los 2.600 €. Aunque es de esperar que una vez llegue a los comercios lo veamos por algo menos. (P.D. 10 agosto 2016: Tras unos meses de su comercialización, el precio parece mantenerse en estos 2.600 €). (P.D. 31 octubre 2018: El precio actual ha bajado muy levemente, ahora ronda los 2.500 €). Su coste puede parecer una ganga si lo comparamos con sus focales "equivalentes" 600 mm f:4 de Canon o Nikon, que pueden costar unas 3,5 veces más, entre 9.000 y 10.500 €. Pero no nos engañemos: en realidad, a nivel de diseño óptico y mecánico se trata realmente de un 300 mm f:4 IS y estas ópticas de Canon, Nikon o Pentax suelen rondar los 1.000 - 1.300 €. Es decir, que el M.Zuiko cuesta más del doble, cuando incluso sus lentes son de menor diámetro porque no deben cubrir un sensor FF, si no uno cuatro veces menor. La decisión de si pagar este precio es razonable o no le corresponde hacerla a cada fotógrafo. Con prácticamente ninguna alternativa en el mercado, poca cosa puede hacer el aficionado o profesional de la fotografía de fauna o deportes que quiera usar el formato Micro 4/3 más que comprarlo. Sea este precio la estrategia comercial adecuada o no, lo innegable es que Olympus ha hecho un duro trabajo de desarrollo, investigación, diseño y producción final. Y eso cuesta dinero.
Tranvía urbano, Barcelona
Olympus OM-D E-M1 a ISO 400, M.Zuiko 300 mm f:4 IS PRO, 1/640 f:6.3
Aparte de la posibilidad de montar teleobjetivos de otras marcas que ya expliqué en detalle en mi artículo, las únicas alternativas de larga distancia focal para M4/3 eran el M.Zuiko ED75-300 mm f:4.8-6.7 II o el Panasonic Lumix G Vario 100-300 mm f:4-5.6 Mega OIS. Ambas poco luminosas y de calidad algo justa en su focal más larga. En la misma feria CES de Las Vegas donde Olympus ha presentado oficialmente su 300mm, Panasonic hizo lo mismo con el Leica DG Vario-Elmar 100-400mm f:4-6.3 OIS. No estamos hablando de la misma luminosidad que el 300 mm f:4, pero las ambiciones de calidad de este telezoom sí que parecen elevadas.
Es curioso ver dos superteleobjetivos dirigidos al mismo público que parten de planteamientos tan extremadamente distintos: Focal fija equivalente a 600 mm f:4 en Olympus, contra zoom equivalente a 200-800 mm f:4-6.3 en Panasonic. El hecho de que ambas ópticas puedan emplearse tanto en cámaras Olympus como Panasonic hace que el fotógrafo de fauna usuario de Micro 4/3 deba meditar bien cual será su elección. De no tener ninguna opción, hemos pasado a tener dos y radicalmente distintas.
No he podido usar el Leica, pero resulta atractivo su reducido peso y tamaño. Oficialmente son tan sólo 985 gramos. El objetivo enfoca a 1,3 metros y su precio es de 1.570 €. Otra cosa es que su luminosidad es bastante menor y faltará ver el bokeh resultante con estas aberturas reducidas.
Sin aún haber probado ambas alternativas, pienso que la combinación del M.Zuiko 300 mm f:4 PRO, con su compañero M.Zuiko 40-150 mm f:2.8 PRO y el teleconvertidor 1.4x es más cara y voluminosa, pero parece que debería ser insuperable en cuanto a calidad y luminosidad. La opción Leica parece ser más un todo-terreno para quien no requiera tanta luminosidad y priorice el menor tamaño, peso y, sobretodo, coste.