1/8/18

SOBRE OSOS POLARES Y EL TURISMO EN SVALBARD


Oso polar retozando en la banquisa un día de niebla, fotografiado desde un barco de expedición, Julio 2012. Aunque puedan parecer graciosos o inofensivos, los osos polares son poderosos depredadores.
Canon EOS 5D MkIII a ISO 800, 500 mm f:4L IS con 1.4X-II
© Oriol Alamany


De regreso a Barcelona tras nuestra última expedición a las islas Svalbard, el sábado 28 de julio se conoció la lamentable noticia de la muerte de un oso polar que atacó a un miembro de la tripulación de la compañía Hapag Lloyd Cruises. El incidente tuvo lugar en una playa del norte de este archipiélago ártico y se saldó con el guía herido y el oso muerto a disparos por sus compañeros. El hombre fue evacuado al hospital de Tromso, en Noruega, donde parece estar fuera de peligro. Un hecho desgraciado que está provocando un debate sobre el turismo en zonas árticas en las redes sociales.

Para quienes no conozcan el proceder habitual en las expediciones en barco por Svalbard, antes de cualquier desembarco de los viajeros en zonas salvajes del archipiélago, los guías-naturalistas del barco proceden a la búsqueda de osos polares mediante prismáticos desde el mismo navío, luego fletan varias embarcaciones Zodiac y prospectan la zona patrullando desde el mar, y finalmente desembarcan para una última comprobación a pie. Si se descubre la presencia de un oso polar en tierra, se cancela el desembarco de inmediato y se cambia de enclave debido al peligro que comporta.



Guía de expedición liderando un grupo de excursión por la tundra ártica, Julio 2012
Canon EOS 5D MkIII a ISO 200, 17-40 mm f:4L
© Oriol Alamany


LA SEGURIDAD Y LOS ANIMALES ANTE TODO

Por lo que Eulàlia y yo hemos observado en varios años de expediciones allí, a veces la cancelación de la excursión inicialmente prevista disgusta a algunos de los fotógrafos que nos acompañan y muestran su disconformidad argumentando que dado que hay un oso polar en tierra, podría bajarse a fotografiarlo, sin valorar adecuadamente el enorme riesgo que eso implica, tanto para ellos como para el animal salvaje. 


También puede haber personas disgustadas con el estricto protocolo seguido durante las excursiones a pie, en las que un guía armado debe abrir el grupo y otro cerrarlo, lo que a veces impide hacer fotografías con la calma deseada. Es tarea de los guías del barco y de nosotros mismos como guías-acompañantes de nuestros grupos, el hacer comprender a los participantes en la expedición la importancia de cumplir estas reglas. Tanto por su propia seguridad, como por la supervivencia de los mismos osos. Una expedición al Ártico no es un crucero por el Mediterráneo.

Si a pesar de todas las precauciones se produjera el caso de un encuentro inesperado con un oso polar, los guías llevan diversos elementos para asustarlo: normalmente una pistola de bengalas y, para casos extremos, un rifle. En caso de producirse cualquier conflicto, este es investigado por el gobernador local o Sysselmannen, que impone severas multas o penas de prisión si un oso es abatido, incluso en casos de defensa propia. La mayoría de compañías que operan en Svalbard están adheridas a la asociación AECO (Association of Arctic Expedition Cruise Operators) lo que les obliga a seguir su estricto código de conducta. ¿Es mera coincidencia que la compañía alemana implicada en la muerte de este oso polar sea una de las pocas que operan allí sin haberse integrado en la asociación? 



Antiguo grabado sobre la caza del oso polar, Museo del Fram, Oslo, Julio 2016


OSOS AL LÍMITE

Durante los siglos XIX y XX los osos polares de Svalbard fueron cazados a miles hasta su protección total en las islas desde 1973. Pero cada año muere alguno por incidentes con humanos. Según un estudio, de 1993 a 2004 (antes del auge del turismo ártico) se mataban unos tres ejemplares cada año por esa causa. Desconozco cuales seran los datos actuales. La población de osos polares en Svalbard ha aumentado notablemente, un 42% de 2004 a 2015, rondando ahora el millar de ejemplares. Pero debido a la rápida disminución de la banquisa polar, cada verano más y más osos permanecen en tierra firme, aumentando así el riesgo de encuentros con humanos, o bien muriendo de desnutrición por la falta de presas. Según el WWF la población mundial actual se estima en 22.000 a 31.000 ejemplares. No podemos permitir que el turismo se añada a los factores que amenazan su población.

Lamentablemente no en todas partes los osos polares estan tan celosamente protegidos como en Svalbard: en otros países como Canadá la caza aún está permitida hoy en día, simplemente pagando una ridícula tasa equivalente a unos 720 €.

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P.D. 4 agosto. Nuevos datos que he recolectado: desde su protección en 1973, en Svalbard se ha matado a un total de 130 osos polares en acciones de auto-defensa. De esos 130, la muerte de 15 de ellos tuvo relación con actividades turísticas (2 de ellos en relación al turismo con barcos de expedición, uno hace 12 años y el actual). Los otros 115 fueron muertos por científicos, investigadores, patrullas de campo, habitantes locales o por parte de las mismas autoridades. 

En el mundo se mata a cerca de 1.000 osos polares cada año, la mayoría de ellos legalmente.
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Cazador de trofeos con un oso polar muerto en Canadá, una actividad lamentable.


ATAQUES A HUMANOS

El de esta semana es el tercer incidente mortal en Svalbard con un oso polar en el que se ha visto involucrada una compañía de cruceros de expedición. En otras ocasiones había sido en encontronazos con científicos, gente local o bien por ataques a turistas imprudentes que acampaban en zonas que no debían o sin la adecuada protección. Varios casos se han saldado con la muerte de algún viajero imprudente (la última en 2016), pero el que siempre acaba mal es el oso.

El ataque del pasado sábado se produjo en Sjuøyane, un pequeño grupo de islas también conocidas como Seven Islands, en el extremo más septentrional de Svalbard. Es un paraje que a Eulàlia y a mí nos encanta, desolado y salvaje. En nuestras seis expediciones a Svalbard hemos estado tres veces en ese lugar y en dos de ellas no se desembarcó precisamente por la presencia de osos polares. La última vez fue hace poco más de una semana, cuando se canceló el desembarco por la presencia de un ejemplar. 

El desembarco programado se cambió por una excursión por el mar en Zodiacs, sin descender a tierra, desde las cuales pudimos observar al oso alimentándose tranquilamente de los restos de una beluga. No lo sabemos, pero podría ser que el ejemplar muerto fuera el mismo que fotografiamos nosotros y que aparece en la fotografía inferior, lo cual incrementa si cabe nuestra tristeza por el suceso. Vista la fotografía del oso muerto publicada en algunos medios el lugar es, sin duda alguna, exactamente el mismo.



Oso polar comiendo los restos de una beluga en Seven Islands, Julio 2018
Olympus OM-D E-M1 a ISO 200, 300 mm f:4 IS PRO, desde una embarcación Zodiac.
© Oriol Alamany



Lo que nos sorprende a Eulàlia y a mí es que, además del hecho de que la compañía no perteneciera a la AECO,  desde hace un mes aquella playa era frecuentada por hasta 11 osos distintos, dado que habían los restos de una ballena beluga a la que acudían a comer. Este hecho era conocido por todos los barcos que realizan expediciones allí. ¿Porqué el jefe de expedición decidió bajar en un sitio así cuando los osos podían observarse perfectamente y sin molestar desde las embarcaciones, como hicimos nosotros? ¿Y cómo sorprendió el oso a los guías en una enorme playa abierta y con gran visibilidad? Un accidente puede pasar siempre y resulta inevitable, pero en este caso creo que algo se hizo mal.



Las observaciones de osos polares en Svalbard se realizan siempre desde el mismo barco, o bien desde Zodiacs. Jamás se desembarca para verlos de cerca, Julio 2012
Canon EOS 1D MkIV a ISO 200, 17-40 mm f:4L
© Oriol Alamany


EL TURISMO ¿RECURSO O AMENAZA?

La creciente presión turística en Svalbard puede conllevar que algunas compañías relajen las medidas de precaución o que contraten a guías sin experiencia. Cada año nuevos barcos y compañías incorporan este destino. Y tal y como he dicho antes, una expedición al Ártico es mucho más compleja que un crucero por el Mediterráneo. En cada nuevo viaje nosotros vemos a un público menos interesado en la naturaleza, personas que en lugar de participar en una expedición, realmente actúan como si asistieran a un crucero meramente lúdico. Y tampoco estaría de más que algunos de los guías en los barcos tuvieran mayor experiencia sobre el terreno y un conocimiento más profundo del comportamiento de los osos polares.

El barco implicado en la muerte, el MS Bremen, transporta a 155 pasajeros y una tripulación de 100 personas. En Svalbard operan ahora barcos desde 12 hasta 530 plazas. Nosotros cada año organizamos nuestro viaje fotográfico en uno de un centenar de plazas porque nos parece un equilibrio razonable entre precio y cantidad de personas. Creemos que este debería ser el máximo en este tipo de expediciones al Ártico. De hecho, para el próximo año nos han ofrecido organizar el viaje en un nuevo y flamante navío de 174 plazas y hemos denegado la oferta argumentando a la compañía que consideramos excesivo el número de pasajeros. Dada la gran demanda, en la capital Longyearbyen cada año aparece un nuevo hotel, y ya hay una veintena de navíos en construcción para el futuro inmediato, entre ellos varios de 500 plazas. No creo que el Ártico sea un lugar para este otro tipo de turismo.

Los fotógrafos de la naturaleza ya hemos constatado en qué se ha convertido un lugar maravilloso y salvaje como era Islandia: miles de turistas y fotógrafos inundan sus enclaves más conocidos mostrando poco o ningún respeto por la naturaleza. Hace pocas semanas un propietario ha cerrado el acceso a una conocida cascada debido a la insoportable hiperfrecuentación. Las islas Lofoten van por el mismo camino. ¿Alguno de vosotros había ido hace unos años a la bellísima colonia de focas de Donna Nook en Inglaterra?Ahora ya no se puede. ¿Va a acabar Svalbard igual? 

Desde los años 80 y 90 en que fui vice-presidente de la ONG conservacionista DEPANA, he defendido que el ecoturismo es un recurso de futuro para ciertos destinos de interés natural y una manera de garantizar su conservación. Y considero un absoluto privilegio poder viajar y disfrutar de la observación de los animales salvajes en esos lugares. Pero de ningún modo podemos consentir que nosotros mismos los echemos al traste.

En Svalbard la AECO coordina los itinerarios de los barcos para que, para el viajero, la sensación de hollar tierras salvajes sea absoluta. Y también para que las posibles molestias a la fauna salvaje sean mínimas. Raramente te cruzas a otro navío durante las expediciones alrededor del archipiélago, y los guías son estrictos en no molestar a los animales. El espíritu salvaje del lugar aún se mantiene. Pero habría que empezar a pensar en imponer ciertos límites, tanto de barcos, como de número de plazas de estos, para que este paraíso natural del Gran Norte siga siendo lo que aún és, un refugio salvaje para las especies propias del Ártico y puedan evitarse más desgraciados incidentes como el de esta semana.


PD. 7 agosto.

Artículo de un miembro de AECO





Aviso de peligro por oso polar en Ny Alesund, Julio 2012
Canon EOS 5D MkIII a ISO 200, 24-105 mm f:4L
© Oriol Alamany


(Eulàlia y yo realizamos nuestro primer viaje a Svalbard en 2012 y desde entonces hemos viajado seis veces al archipiélago ártico. En nuestros viajes fotográficos intentamos inculcar a los participantes el interés por la vida salvaje, un estilo de fotografía auténtica, y las actitudes respetuosas con la naturaleza.)

16 comentarios:

  1. Absolutament d'acord amb tu i cal restringir l'accès a aquests santuaris ja, àrtic, antàrtic i de qualsevol altra latitud. Malauradament acabarant sent uns llocs per les èlits que s'ho puguin pagar. Els altres ens haurem de conformar veient els documentals, ho prefereixo a haver de veure la seva desaparició per aquests motius (tot i que el canvi climàtic li té els anys comptats). Salut i ben tornats!

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    1. El mal que está haciendo allí el cambio climático es dramático y tremendamente patente. Y afecta gravemente a los osos. Este 2018 es la primera vez que no hemos visto ningún oso en la banquisa ártica, los 9 que hemos visto han sido en tierra firme. Hace unos años no veíamos ninguno en tierra firme y varios en la banquisa. En tierra encuentran muy poca comida y pueden volverse má agresivos. Tampoco creo que se trate de prohibir que la gente vaya allí, pero si de controlar la cantidad de barcos, de pasajeros y la manera en que se hacen los controles antes de los desembarcos.

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  2. La presión que ejercen algunos clientes sobre los guias, puede ser muy intensa y no es nueva....
    Me ha recordado el mítico (por lo menos para mi) libro, El primero de la cuerda, de Roger Frison-Roche, de 1941

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    1. En Svalbard, o en este caso en concreto, no creo que sea presión de los clientes sobre los guías. Es el jefe de expedición del barco y su capitán quienes deciden donde y cuando se desembarca. Allí no se debía haber desembarcado cuando hace un mes que la zona está frecuentada por un montón de osos alimentándose de los restos de esa ballena.

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  3. Molt interessant! Anar a Svalbard és un dels meus somnis. Tant d bo pugui anar-hi algun dia

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    1. Vale mucho la pena, es un lugar del que uno no se cansa jamás. Pero siempre con respeto.

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  4. Me entristeció muchísimo la noticia. De hecho me parece tremendamente injusto que el oso deba pagar con su vida tan fácilmente. Èl está en casa, y como bien dices, el turismo, el fotógrafo, siempre debe ser respetuoso con la fauna y el lugar. Saber la historia con el detalle que la explicas me llena de rabia. Tu oso, tan bellamente fotografiado, tan VIVO! Tratado con el respeto que merece y... por la estupidez de un personaje que, desde luego, ha dejado claro que no es digno de un trabajo tan delicado e importante, me parece dramático. Envía tu historia a periódicos Oriol. Debe saberlo el público! No se pueden poner mas osos en peligro.... Sencillamente NO!

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    1. Me imagino que si tienes a tu compañero con un oso polar abriéndole la cabeza, no dudas en dispararle. Elproblema es cómo en esa playa tan ámplia y abierta (La conozco bien) les pasó desapercibido un oso. eso significa que no hicieron bien el "scouting", la búsqueda previa antes de desembarcar. Hace unos años los guías solían ser expertos, hoy en día muchos son estudiantes que han estado unas pocas veces en la Antártida y el Ártico. Y en algunas compañías no cobran por ello, simplemente tienen el viaje y comida gratis a cambio de su trabajo. Hay que profesionalizar mucho más a esa gente, para que sepan lo que hacen. Y ser miembros de AECO para cumplir su rígidas normas de comportamiento.

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  5. Totalment d'acord, Oriol. A Islandia des de 2006 fins ara el canvi ha estat dramàtic. Groenlandia, al fer se mes accessible degut al canvi climàtic, també. Esoerem que les Svalbard no segueixin el mateix camí.

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    1. La imparable y creciente población mundial necesita vacaciones y los destinos más frecuentes en las redes sociales se convierten en los destinos preferidos. Es una rueda que se autoalimenta. Cuanta más gente se haga la foto encima del avión estrellado en la playa de Islandia, más querrán hacerse la misma foto (¡¡Que ya me dirás qué gracia tiene?!). Al final los restos del avión acaban destrozados por la misma gente que va a verlo. Lo mismo sucede con un montón de destinos naturales.

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  6. Determinados destinos habría que cerrarlos a ésta nueva "plaga" que somos los turistas, si se quieren mantener para el futuro como los lugares salvajes o semi-salvajes que siempre fueron. Puedo parecer excesivamente derrotista con éstas palabras, pero, con algunos lugares, los muy pocos que queden ya sin que sufran el azote de las hordas invasoras de éste moderno "cáncer" (el turismo), no deberíamos permitirnos el echarlos a perder por traernos unas simples imágenes en nuestras cámaras. Y soy fotógrafo y siempre me encantó viajar, pero reconozco que ésto se nos ha ido de las manos. La Naturaleza, no merece pagar éste precio tan alto. La muerte de ése oso nunca debió de llegar a producirse, y menos aún, cuando, cómo en éste triste suceso, se trataba de disfrutar con su avistamiento.
    Saludos Oriol.
    J. A. García Fernández

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  7. PD
    No sabía lo de Canadá, me parece increíble y desesperanzador. A ésta alturas, y con todo lo negro que se ve el futuro de los osos polares, se permita aún la caza "deportiva" de éste bello animal en uno de los países más ¿avanzados? de occidente.
    J. A. García Fernández

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  8. De todas formas, antes de proceder a disparar en defensa propia con munición real, no se podrían usar algún tipo de munición disuasoria, como anestésica o así? De esa forma se evita el peligro inminente y da tiempo a abandonar el lugar sin peligro?

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    1. Lamentablemente, en este caso eso no es posible. Los dardos anestésicos tarda unos minutos en hacer efecto, y ante un ataque a una persona, se cuenta tan sólo con segundos para evitar su muerte.

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  9. Oriol, este artículo debieras enviarlo a la prensa y darle la mayor difusión.

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  10. Totalmente de acuerdo con todo lo expuesto en este artículo. Yo estuve allí en 1998 y 1999 y lo recuerdo como uno de los sitios más maravillosos que jamás hubiera visto. Y por supuesto, las medidas de seguridad se cumplían “a raja tabla”, tal y como comentas. Eso sí, la mayoría de los “expedicionarios” éramos entusiastas fotógrafos de naturaleza y fauna y posiblemente más de uno, con profesiones relacionadas con el mundo científico. Como no hay mal que por bien no venga, este desgraciado incidente/ accidente haga replantear algunos aspectos de estos cruceros a las autoridades noruegas.

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