Ayer por la tarde asistí a una presentación en
Nivell 10 en Barcelona, de la nueva cámara de gama profesional de Canon, la EOS-1D X. El ejemplar que pudimos toquetear y probar era un prototipo que Canon España había recibido apenas cuatro días antes, no la versión final que va a comercializarse de aquí a unos tres meses. Debido a eso no se nos permitió ponerle una tarjeta CF nuestra. ni llevarnos ninguna imagen de las que hicimos. Además se nos insistió en que los resultados no estan a la altura de los que previsiblemente se obtendrán con las unidades finales.
A lo largo de cuatro horas primero se nos presentaron las características de la cámara (sobre las que no voy a entrar en detalle,
otras webs o las
páginas oficiales de Canon ya las han desgranado desde que tuvo lugar su anuncio en octubre del año pasado), luego pudimos salir a tomar algunas fotografías, y después regresamos al estudio para visionarlas en el ordenador.
Aparte de las grandes características como el habitual cuerpo a toda prueba de la Serie 1, el sensor FF de 18,1 MP, 12 fps en Raw, su absolutamente nuevo sistema AF con 61 puntos de enfoque con 41 en cruz, sensibilidad ISO de 100 hasta 51.200 (ampliable a 50 - 204.800), lo más evidente tras la breve prueba realizada es que parece que el sistema AF funciona satisfactoriamente bien, y que el ruido en fotografías resultantes con el renovadísimo sensor de 18 MP es quizás unos dos pasos por encima de la actual EOS-1D MkIV. Para mi gusto, posiblemente aceptable hasta unos 12.800 ISO (con mi actual 1D IV me tengo fijado el límite en los 3.200 ISO). Eso la hace una cámara tremendamente apetecible para la fotografía nocturna.
Dando por sentado que la 1D-X es una cámara magnífica, una bestia de mucho cuidado, y un sueño para cualquier fotógrafo (como cualquier cámara de gama alta de Canon o Nikon), os dejo mis apreciaciones sobre tan sólo algunas de las múltiples innovaciones o detalles que pueden hacer el trabajo del fotógrafo de naturaleza o viajes más agradable.

Es de agradecer el hecho de que el sensor AF use ahora también el color del sujeto como uno de los factores para realizar el seguimiento del enfoque (AF ITR), característica de la que he comprobado su bondad en compañeros usuarios de Nikon que disponen de ese sistema en sus cámaras. Y tras años de pedirlo, al fin los histogramas en el monitor LCD vienen enmarcados por una fina línea de color blanco, lo que facilita tremendamente su interpretación en el trabajo en exteriores. También se incorporan el nivel de burbuja digital (que en Canon ya apareció con la 7D pero sorprendentemente no se incorporó en la posterior 1D IV), la doble exposición con un sinfín de opciones, y la posibilidad de sobreimpresión en el visor óptico de una rejilla de líneas, lo que también ayuda a nivelar las fotografías de paisaje realizadas a mano alzada. La funcionalidad de ISO Automático pasa a ser muy personalizable, lo que hace que ahora pueda ser una opción realmente útil. Y la aberración cromática y la distorsión de los objetivos puede corregirse directamente en la cámara (hasta ahora se debía hacer en el Canon Digital Photo Professional u otro software).
Algunos de los botones de manejo son más grandes, lo que facilitará su uso con guantes en situaciones de frío (Lástima que no estén retroiluminados como los de la Nikon D4, una magnífica idea para manipular la cámara en condiciones de poca luz). Otros detalles, son los diversos botones personalizables a los que pueden asignarse multitud de funciones. Inexplicablemente sin embargo, y tras años de reclamarlo los fotógrafos, no se les puede asignar a ninguno de ellos la función de levantar el espejo. Los ingenieros de Canon podían aplicar esto en cualquier modelo de sus cámaras mediante una simple corrección del firmware, siguen empeñados en negarnos esta sencillísima función tan usada por los fotógrafos de naturaleza. Incomprensible.
Lo cierto es que tras años de liderar el mercado de las cámaras con detalles innovadores que luego otros copiaban, hace un tiempo que Canon le va a la zaga de otras marcas en este sentido. Casi todas las nuevas funcionalidades que hoy agradecemos en la EOS-1D X ya estaban disponibles desde hace años en algunas cámaras de la competencia. Toda la atención de Canon parece centrarse en trabajar a fondo todos los mecanismos interiores, la fiabilidad de la cámara y el diseño de sus excelentes sensores, fabricados por ellos mismos.
Un cuerpo hiperprofesional, a prueba de todo.
Una interesante novedad (aunque también presente en los equipos del formato Micro 4/3) es la posibilidad de actualizar el firmware de las ópticas. A partir de esta cámara y futuros modelos de Canon, y con los modelos de objetivos presentados a partir de junio 2011 será posible introducir mejoras en el funcionamiento de las ópticas a posteriori de su compra. Algo que se agradece.
¿Lo mejorable? Las EOS-1D siguen siendo cámaras muy pesadas debido a su robusto cuerpo y ya he comentado que seguimos sin poder asignar un botón al levantamiento de espejo (algo muy útil para paisajes y también para fauna con grandes aumentos). Lo peor de todo, aunque sólo afectará a los fotógrafos de fauna salvaje: es la primera Canon EOS-1 de la historia cuyo autoenfoque ya no funciona con objetivos cuya luminosidad máxima sea inferior a f:5.6.
De hecho no existen en la gama Canon teleobjetivos de tan poca luminosidad, pero combinando el 400 mm f:5.6L o el 800 mm f:5.6L IS con un teleconvertidor 1.4X la luminosidad máxima resultante ya es f:8. O con los 500 y 600 mm f:4L IS combinados con el 2X. Aunque el límite de funcionamiento en ópticas f:5.6 es lo habitual en la práctica totalidad de cámaras del mercado (incluso en cámaras de calidad como la Canon EOS 7D o 5D Mk II), lo cierto es que en todos los modelos pretéritos de EOS-1 y con luminosidad máxima resultante f:8 seguía funcionando, al menos el sensor AF central. Ahora ya no. Una pena, mientras su competidora directísima, la nueva Nikon D4 precisamente anuncia a bombo y platillo que ahora puede hacerlo con nada menos que 11 de sus 51 sensores.
Leopardo desperezándose al anochecer, Kenia, 2011
Canon EOS-1D MkIV a ISO 1600, 500 mm f:4L IS con teleconvertidor 2X
Una de tantas situaciones con muy poca luz en la que disponer de una cámara como mi actual 1D IV en la que el 500 mm con el 2X autoenfoca aunque tan sólo sea con un punto AF central es importante.
© Oriol Alamany
Quien diga que eso no es problema porque los teleconvertidores no dan calidad y no los usan los profesionales (como veo que algunos aficionados más bien desinformados están escribiendo en internet), que se compre un Canon 500 mm y le ponga un teleconvertidor Canon original. El resultado es plenamente utilizable en publicaciones profesionales. Eso sí, siempre que el fotógrafo sepa utilizar un arma de tal calibre lo cual no es fácil. Los fotógrafos de naturaleza recurrimos a veces a estas combinaciones para obtener imágenes de animales esquivos. No con frecuencia, pero es una lástima que una función de la que disponíamos sea retirada. Es como a un trabajador que le quitan un "derecho adquirido".
La posibilidad que se comenta por internet sobre que esta funcionalidad perdida podría recuperarse mediante un firmware fué categóricamente desmentida ayer por los representantes de Canon (Ojalá se equivoquen). Es una elección que ha hecho la marca para favorecer un mejor AF en otras situaciones fotográficas mucho más usuales.
Si obviamos este detalle puntual, la EOS-1D X me parece una cámara magnífica, a la altura de lo que se espera del modelo más alto de la gama, y que ofrece numerosas innovaciones sobre el modelo anterior. De hecho creo que soluciona casi todas las pequeñas cosillas mejorables del modelo actual y que había comentado en mi
exhaustivo artículo sobre la 1D MkIV que publiqué en el portal Fotonatura.
Parece que las primeras EOS-1D X van a llegar a España a primeros de abril, a un precio aún sin fijar, pero que estaría entre los 5.000 y los 6.000 euros. Parece que ni Nikon ni Canon se atreven a fijar un precio definitivo para sus buques insignia. ¿La voy a comprar? Pues aunque debo decir que me gustaría mucho, no lo he decidido aún. Lo cierto es que ahora estoy bastante satisfecho del rendimiento de mi actual 1D MkIV (¡que enfoca con teleconvertidores!) y más bien necesitaría complementarla con una cámara más pequeña y ligera para cargar durante las caminatas, viajes y los largos y duros
trekkings que hago a pie por zonas remotas del mundo. Supongo que dependerá del precio final (no es un buen momento económico para los fotógrafos profesionales) y de cómo sea la nueva 5D MkIII, si es que así se denomina el nuevo modelo. A los profesionales nos iría muy bien conocer la hoja de ruta de futuras novedades para organizarnos la agenda de compras de nuestro material, pero eso es algo que las marcas nunca hacen, evidentemente.
Canon EF 200-400 mm y Canon EOS 5D MkIII
Otra noticia de interés para los fotógrafos de naturaleza es que el teleobjetivo zoom EF 200-400 mm f:4L,
sobre el que ya escribí hace tiempo y del que se ha estado hablando mucho estos días debido a la
filtración de unas imágenes de un prototipo en pruebas en Kenia, podría comercializarse en España hacia el mes de agosto. ¡Ya tenemos ganas de verlo y probarlo!
Y a las preguntas sobre cómo será y cuando vamos a ver la también
deseadísima Canon EOS 5D MkIII, un modelo más al alcance de los usuarios, como es lógico el personal de Canon respondió con una sonrisa en la boca y evitando cualquier comentario. Sin embargo, por las informaciones que corren por internet la presentación parece inminente, posiblemente en las próximas semanas semanas.