24/6/09

• Adiós al Kodachrome :-(


Otro clásico que desaparece: Eastman Kodak anunció este lunes que deja de fabricar la película de diapositiva Kodachrome 64, la última superviviente de esta mítica familia de emulsiones fotográficas.

A lo largo de sus 74 años de vida las Kodachrome fueron las preferidas por los fotógrafos de naturaleza y viajes y fueron responsables de fotografías tan simbólicas como la de la niña afgana de Steve McCurry, que fuera una de las más famosas portadas de la revista National Geographic, o de muchísimas otras que forman parte de nuestro patrimonio visual.



Kodak ya dejó de fabricar la Kodachrome 25 en el año 2002 y la Kodachrome 200 en 2006. La última superviviente era la Kodachrome 64 que ahora ha llegado al fin de sus días.

En los años 70, tras mis primeros pinitos con las diapositivas Orwo y Perutz de precio más económico, las Kodachrome pasaron a ser mi película favorita. Y así seguiría siendo durante 16 años de mi carrera fotográfica. Las discusiones entre los aficionados que preferíamos la nitidez, grano fino y colores saturados de las Kodachrome y los que preferían los suaves colores de las granulosas Agfachrome eran tan acaloradas como las que hoy en día se producen entre los usuarios de Nikon y Canon.

La Kodachrome 64 era la que yo más utilizaba como película todo-terreno de sensibilidad media, acompañada de la magnífica K25 para paisajes y macrofotografía y, en muy contadas ocasiones, la K200 para fauna e interiores. Sí, sí, 64 ISo eran una sensibilidad media por aquellos años...

Águila perdicera (Hieraetus fasciatus) macho - 1981
Canon A1, FD 400mm f/4.5 S.S.C., Película Kodachrome 64, trípode, fotografiada al aguardo desde un hide o escondite
© Oriol Alamany

Los Kodachrome tenían un proceso de madurado especial que, para obtener los mejores colores, nos obligaba a comprarlos por centenares, mantenerlos a temperatura ambiente hasta un plazo determinado antes de su fecha de caducidad, y luego mantenerlos en una nevera hasta el día de su uso. Con la aparición del Kodachrome Professional, ya en su punto óptimo de maduración, en teoría este proceso ya no era necesario, aunque su precio era bastante más elevado.

Aún recuerdo cuando mandábamos los Kodachrome al único laboratorio capaz de realizar el proceso de revelado K14 en España, que se encontraba en Madrid. Al comprar los carretes, el precio incluía su revelado y venía con ellos un característico sobre amarillo para el envío. El proceso de expedición, revelado y retorno de las diapositivas enmarcadas duraba entre una y dos semanas. La espera era insoportable y abrir una de aquellas cajas amarillas era siempre una ilusión y a la vez una incógnita. Hoy en día, en que los fotógrafos podemos ver al acto las fotografías realizadas en el monitor de la cámara digital, todo aquello parece la prehistoria, pero lo cierto es que de todo eso no hace tanto tiempo.



Unas de mis primeras diapositivas Kodachrome de hace 32 años (primero los marquitos eran de cartón y luego fueron de plástico), con los datos IPTC y EXIF de las fotografías escritos a mano ;-)

A partir de 1992, cuando dí el salto al formato medio, substituí los Kodachrome por las nuevas emulsiones Fujichrome Velvia 50, Provia 100 y Sensia 100, que utilizaría hasta 2004 cuando ya hice el cambio a digital. Mis razones para abandonar el Kodachrome fueron los constantes problemas en la consistencia de su colorido (incluso con los Kodachrome Professional), la larga espera para su revelado, que no era necesaria con los diapositivas del proceso de revelado E-6 y la elevada calidad de las nueva emulsión Fujichrome Velvoa 50.

El Kodachrome 64 representa en la actualidad menos del 1% de las ventas de película de Kodak y desaparecerá de los comercios a finales de año. Últimamente Kodak había puesto dificultades a los fotógrafos que querían comprarlo, ya que el último laboratorio de revelado estaba en Kansas (USA).

Aunque hacía años que ya no era usuario de estas películas, miles de diapositivas Kodachrome siguen en mi archivo y siguen comercializándose, por lo que siento que algo que ha jugado un papel en mi vida como fotógrafo ha dejado de existir. El único recuerdo que va a quedarnos de esta famosa película con la que se plasmó la historia de una época son los millones de fotografías que quedan en los archivos y la encantadora canción Kodachrome de Paul Simon.

P.D. 28 junio: un pase de diapositivas con imágenes de Eric Meola y Steve McCurry en homenaje al Kodachrome en la web de Kodak.

Eastman Kodak has announced the end of the Kodachrome 64 slide film, one of the most important emulsions in the history of nature and travel photography.


3 comentarios:

  1. Jo he fet molt poca diapositiva, però el meu pare si que n'havia fet, i si que recordo el sobre i la capseta de les diapositives. Els dies d'espera fins que no podies veure com havia quedat allò.
    L'altre dia ho comentàvem, la inmediatesa de veure al moment com ha quedat.

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  2. La nostàlgia té nom de malaltia. Com trobar-te per casa un d'aquells marquets de cartró i recordar els dies que el carter deixava el paquet groc sobre de la bústia...
    Quedaran alguns vestigis més, com ara el Kodachrome Basin State Park, al final de la mítica Cottonwood Canyon road (http://tinyurl.com/m2nx43), anomenat així per la NGS el 1949 en honor a la novedosa pel·lícula. Molt característicament, van retirar el nom, per por de litigis; fins que Kodak uns anys després hi va accedir formalment i es va rebatejar.
    Ara caldria fer un exorcisme sobre el pas del temps, conjurant-nos una nit al voltant d'un Carroussel vell, dels que no s'encallaven ni amb els cartrons.

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  3. Aquelles diapositives tenien una màgia especial. Aquella nitidesa, aquella saturació,... aquell relleu visible de l'emulssió. Recordo amb carinyo aquells passis de diapositives (que feia el meu pare) amb un projector Cabin on es col·locaven les diapositives de una en una. Allò era millor que visualitzar les fotos a través de la pantalla de l'ordinador. Jo també vaig acabar essent usuari de les Ektachrome i Fujichrome, però reconec que com el Kodachrome no hi havia res.
    Es possible que la màgia de les diapositives em portés a aficionarme per la fotografia.

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