10/12/24

CÓMO ACTUALIZAR EL FIRMWARE DE TU CÁMARA





Si te has adentrado en este apasionante (y a veces un tanto apabullante) mundo de la fotografía, es probable que algún día hayas oído la pregunta –¿Ya tienes actualizada tu cámara al último firmware?

¿Qué caray es eso del firmware?, pensarás. Pues bien, las cámaras fotográficas digitales son pequeños ordenadores que realizan todas sus funciones gracias a un procesador interno. El firmware es el software que hace funcionar el hardware. Y tras esta última frase llena de anglicismos, ahora en cristiano: Es el conjunto de instrucciones o el programa interno que hace funcionar todos los mecanismos de tu cámara, para que puedas hacer estas fotos tan chulas que luego luces en Instagram. 

En las antiguas cámaras fotográficas de película la mayoría de funciones eran meramente mecánicas. El modelo salía a la venta y, cuando una década después desaparecía del mercado, seguía siendo idéntico a su primer día en el mercado.

Hoy en día, al incorporar las cámaras digitales un ordenador en su interior, es posible cambiar su "Sistema operativo" o software. De eso modo, con un cambio en la programación, los ingenieros pueden mejorarla, afinar su funcionamiento o, incluso, añadir funcionalidades nuevas, hasta llegar al fin de su vida comercial. Que, por cierto, ya no es una década como antes, sino que ahora suele ser de entre dos y cuatro años como mucho.


MEJORANDO LA CÁMARA

En las cámaras réflex digitales, las actualizaciones de firmware solían ser escasas. Aparecían una o dos a las pocas semanas o meses de su introducción, para solucionar fallos de diseño o errores de funcionamiento, y luego basta. Pero poco a poco y, sobre todo, con la aparición de las cámaras sin espejo, las actualizaciones fueron haciéndose más y más frecuentes. Y, además, empezaron a añadir nuevas funciones a modelos que no las tenían. Durante unos años simultaneé mis cámaras réflex Canon con una mirrorless Olympus. Y mientras que Olympus introducía firmwares con mejoras y nuevas funciones cada pocos meses, Canon sacaba unos pocos, en general sólo para corregir cosas como errores de ortografía en los menús, o alguna incompatibilidad con nuevos objetivos. Por suerte esto cambió con la introducción de las Canon EOS R mirrorless: ahora las actualizaciones son más frecuentes e introducen mejoras o nuevas funciones.

Eso es muy bueno para el usuario, que ve como su costosa inversión en una cámara mejora poco a poco. Y, por otra parte, permite a las marcas competir unas con las otras sin la necesidad de tener que sacar al mercado un modelo totalmente nuevo, diseñado desde cero. Una buena actualización de firmware y, además de darle una alegría a los usuarios, el modelo "modernizado" avanza unas posiciones en las preferencias de los posibles compradores.

Así que, cuando te enteres de la aparición de un nuevo firmware para tu cámara, no dudes en actualizarlo. Ningún firmware va a empeorarla y además, aparte de las cuatro cosas que el fabricante indique que hace esa nueva versión, es probable que aproveche para introducir de escondidas pequeños ajustes y/o correcciones de fallos no reconocidos públicamente, pero que estaban allí. 

En los foros de internet verás a personas que se vanaglorian de no actualizar nunca sus firmwares, como si eso fuera algo bueno, porque temen que introduzcan algún defecto en su cámara. Es verdad que, en alguna ocasión, un nuevo firmware ha introducido un fallo, que luego ha sido rápidamente subsanado en una versión posterior. Considero que no actualizar el firmware es un riesgo mayor, ya que siempre introducen correcciones de fallos anteriores, mejoran el funcionamiento de la cámara o, como he dicho antes, incluso añaden nuevas funcionalidades.


Buscando actualizaciones para el control remoto de mi dron.
© Oriol Alamany


COMO SE ACTUALIZA EL FIRMWARE

La manera más habitual de actualizar el firmware de una cámara es a través de su tarjeta de memoria. Algunas marcas requieren que se conecte la cámara a un ordenador con conexión a internet mediante un cable USB y, entonces, una aplicación específica permite conectarse con el servidor y cargar el firmware desde allí. Otras te permiten descargar el firmware en el ordenador desde la web de soporte de la marca, grabarlo en una tarjeta de memoria, y cargarlo en la cámara mediante la tarjeta. Ese es el método que tengo por costumbre utilizar yo, ya que me parece el más seguro. También es posible conectar la cámara de manera inalámbrica a la app de la marca (Canon, Nikon, Fujifilm, etc) en el teléfono móvil, y así pasar el firmware sin conexión física. Pero este método es el más arriesgado, ya que se han dado casos  de pérdida repentina de conexión, con el consiguiente fallo de instalación del firmware. ¡Y eso puede dejarte la cámara muerta!

Sea cual sea el sistema, es algo que hay que hacer con cuidado, siguiendo los pasos explicados en la web, Y si tienes algo de paciencia, mejor no lo hagas el mismo día en que aparece publicado: como he dicho antes, ha habido casos de firmwares que contenían algún defecto o introducían algún fallo en la cámara. Internet es muy activo y los días siguientes a la aparición de un firmware hay múltiples hilos en las redes sociales, con todas las opiniones sobre problemas o posibles fallos. Mejor esperar unos días y cerciorarse de que funcione correctamente. En casos muy puntuales los fabricantes se han visto obligados retirar un firmware recién publicado y substituirlo por uno corregido a los pocos días. Algunas veces, estando de viaje, he visto actualizaciones y entonces me niego a hacerlas. Imagínate que tu cámara se bloquea estando en el Himalaya, sin acceso a un servicio técnico. Ya lo harás tranquilamente cuando regreses a casa.

Un aspecto que también debes tener en cuenta es que la actualización podría devolver todas o parte de las personalizaciones que has hecho a tu cámara mediante sus numerosos menús, a su estado de fábrica. Eso no es la habitual: en Canon jamás me ha sucedido, pero hace un tiempo era algo normal en las Olympus. Tras la actualización te quedaba la tediosa tarea de volver a reprogramarlo todo de nuevo.





LOS OBJETIVOS TAMBIÉN TIENEN FIRMWARE

Dado que hoy en día la mayoría de objetivos incorporan un chip en su interior para gestionar el motor de enfoque, las laminillas del diafragma, etc, algunas marcas permiten también actualizar el firmware interno de los objetivos, aunque eso es mucho menos frecuente que con las cámaras.

Para ello, también hay que cargar el firmware en la tarjeta de memoria y actualizarla a través de la cámara. Algunas marcas de ópticas independientes, como Sigma, Tamron o Samyang, dado que no pueden hacerlo a través de la cámara, venden unas bases denominadas Docks, donde montar el objetivo y conectarlo al ordenador para la actualización. Pero eso tiene un coste adicional.



La App de Canon del teléfono móvil avisándome de que se ha publicado un firmware nuevo para mi cámara Canon EOS R5.
© Oriol Alamany



LA ACTUALIZACIÓN, PASO A PASO

Los pasos a seguir, en concreto con mis cámaras Canon, son:

1. Buscar el último firmware en cuestión mediante el ordenador en la web de soporte de la marca. Si ves que existen varias versiones posteriores a la que lleva de tu cámara, descarga sólo la última de ellas. La versión más reciente siempre incluye todas las anteriores. 

2. Descargar el archivo a tu ordenador, adecuado para tu sistema operativo (a veces la web te pide el número de serie de la cámara para hacerlo). También puedes conectar la cámara a una aplicación de la marca en el teléfono móvil, pero yo prefiero hacerlo directamente.

3. Descomprimir la imagen de disco .dmg que ahora tienes en el ordenador.

4. Copiar el archivo del firmware en una tarjeta de memoria recién formateada en la cámara, a través de un lector de tarjetas (En Canon es el que tiene la terminación .FIR). No debes ponerlo en el interior de ninguna de las carpetas que contiene (DCIM, etc), déjalo directamente en el primer nivel, el directorio raíz de la tarjeta.

5. Saca el objetivo y, con la cámara apagada y la batería totalmente cargada, introduce la tarjeta en su ranura. Algunas marcas recomiendan usar un modo determinado, como el modo P (Program), por ejemplo. Yo no suelo hacerlo y me funciona igual, pero no sé si hay alguna razón oculta tras esta recomendación.

6. Encender la cámara y navegar hasta el menú de firmware. Te preguntará si quieres actualizarlo.

7. Darle al botón actualizar Y NO TOCAR NADA hasta que la actualización termine, por más que parezca que el proceso se detiene unos minutos. Cruza los dedos y deja que la tecnología haga su magia.




8. Una vez terminada la actualización, salir del menú y apagar la cámara. Volver a encenderla y comprobar que el menú Firmware muestre la nueva versión. En el muy raro supuesto de que el firmware no se instale correctamente, intenta de nuevo el proceso desde el inicio. 

9. Formatear la tarjeta de nuevo para eliminar el archivo del firmware.

10. ¡Y listo! Cámara como nueva y, según la versión, con alguna nueva funcionalidad o mejora. A veces el fabricante publica inmediatamente un nuevo manual de la cámara que contiene las novedades, o sea que vale la pena buscarlo en su web.


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Escribir estos artículos y realizar pruebas de material fotográfico, es un proceso laborioso, que me lleva horas de documentación y trabajo. Si este artículo te ha gustado, te ha entretenido, o te ha sido de utilidad, puedes invitarme a un café.


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