Cuando uno viaja por el mundo con frecuencia, como es el caso de Eulàlia y yo, toca pasar muchas horas muertas en los aeropuertos. Lamentablemente, en la mayoría de ellos predominan las tiendas Duty-Free de cosmética, ropa o golosinas. Sólo en contadas ocasiones uno tiene la suerte de encontrar una buena librería.
Siempre me han gustado los libros que se venden en el aeropuerto de Heathrow, en Londres, o en algún otro aeropuerto anglosajón. Son libros sencillos, pero de atractivas portadas, de temáticas relacionadas con la naturaleza o los viajes. Nada que ver con los best-sellers y las revistas del corazón que habitualmente se encuentran en las librerías (cuando hay una) de otros aeropuertos como los españoles. Aquí es donde se ve el interés de un país por la naturaleza. Siento envidia por ello.
Aquí os presento dos ejemplos que encontré hace pocos días de regreso de un viaje al Himalaya, mientras esperabamos el enlace con nuestro vuelo de regreso a Barcelona:
El primero de ellos es The shark and the albatross de John Aitchison, que relata las aventuras de un cámara de la naturaleza especialista en documentales como los de la BBC Planet Earth II o The Hunt, entre otros. Aitchison describe sus aventuras rodando en destinos como Svalbard, Alaska, Georgia del Sur, India, China y otros lugares. Un buen libro que compré sin pensarlo dos veces, ya que trata tanto de los animales, como de las técnicas usadas en el rodaje de este tipo de documentales.
En The great soul of Siberia, Sooyong Park explica sus veinte años de búsqueda del tigre siberiano y sus experiencias en el duro invierno siberiano, amenazado por los furtivos y jugándose la vida con los propios tigres. Otro libro de interés para los amantes de la naturaleza que sepan leer en inglés.
A lo largo de los años he ido acumulando unos cuantos de estos "libros de aeropuerto". Algunos se han quedado pendientes de leer (quizás esperen a mi jubilación), mientras que otros me han proporcionado relajantes horas de lectura.
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