14/9/17

VIVE TUS FOTOGRAFÍAS





Reflejos en un lago, Parque Nacional de Aigüestortes, Pirineos, 2001
@Oriol Alamany

Hola. 


Sí, tú, fotógrafo de la naturaleza. Déjame hacerte una pregunta: ¿tú fotografías lo que vives, o lo que te imaginas que vives? 

O dicho de otra manera: ¿Fotografías el mundo en el que físicamente habitas, o prefieres crear un mundo ficticio que solo existe en tu imaginación?

¿Que a qué viene este interrogatorio? Pues porque vamos a meternos en un berenjenal y así sabemos de qué lado te inclinas: de los “fotógrafos puristas” "retrógrados" o “faltos de evolución” (como los califican los partidarios del retoque fotográfico a ultranza), pero que también podrían denominarse “auténticos”, “veraces” o “documentalistas”. Aunque en este último calificativo no estoy muy de acuerdo, ya que una fotografía no manipulada no significa que sea simplemente documental. 

O bien te inclinas del lado de los “fotógrafos artistas” (como les gusta autodenominarse a ellos), aunque también podrían calificarse como "retocadores", “manipuladores” o “ilustradores digitales”. Sí, los que en el mismo momento que están realizando una foto ya te comentan que van a borrar con Photoshop esa rama que les molesta, en lugar de moverse un metro para buscar un encuadre alternativo. O quienes fabrican escenas inexistentes mezclando una montaña de ahí, con un suelo de allí y un cielo de otro país. 


El riesgo es que con el paso del tiempo, al manipulador fotográfico ninguna escena real le parezca ya apetecible. Cada vez va un poco más allá. Cada vez se aleja algo más de sus vivencias reales en la naturaleza. Y cierto tipo de público le jalea más y más en las redes sociales, arrastrándole a la exageración. 


(INTERLUDIO: Si eres adepto a realizar encendidos comentarios en las redes sociales o, simple y llanamente el típico “troll” de internet, te ruego que respires profundamente, cuentes hasta tres y, antes de correr a dejar directamente tu encendida opinión en la sección de comentarios, primero leas el artículo completo. O, al menos, el siguiente párrafo. 


Y si eres un defensor del retoque sin límite en pro de la libre creatividad fotográfica, tus comentarios y aportaciones al debate serán bienvenidos. La finalidad de esta entrada es expresar mi opinión y filosofía personal, pero también hablar y debatir este espinoso tema).




Una conocida imagen de Ted Gore, uno de los fotógrafos de paisaje más de moda en las redes sociales. Como él mismo explica, toda la vertiente en primer plano no corresponde a la fotografía del fondo, son dos imágenes captadas en dos momentos distintos. Y habiendo estado en este sitio de la Patagonia argentina, yo diría que las montañas del fondo también han sido estiradas para añadirles altivez.
@Ted Gore

Vamos a ver, aunque yo practico la primera opción, en realidad opino que ambas son respetables y existen todos los estadios intermedios imaginables. Pero para mí una cosa es fotografía y la otra ilustración digital. Todo es lícito... siempre que el autor no lleve a su público a engaño. Ahí radica el límite. En dar a entender a la gente que algo inexistente es real. Por poner un ejemplo práctico: no entiendo que se anuncie un viaje fotográfico a un destino ilustrándolo con una escena que los participantes jamás van a ver, porque ese lugar simplemente no existe como tal. Eso es engañar. Y también lo es explicar en un foro o en las redes sociales el enorme esfuerzo y la pericia sin par que te llevó a obtener una imagen fantástica que, en realidad, jamás viste ni existió.



Invierno en las islas Lofoten, Noruega, 2015
@Oriol Alamany


LA CULPA NO ES DEL PHOTOSHOP
Conviene aclarar que en toda la historia de la fotografía el retoque y la manipulación siempre han estado presentes. No, siento decepcionarte, la manipulación fotográfica existió mucho antes que el tan encumbrado por unos y denigrado por otros Adobe Photoshop. 

La culpa no es de Photoshop, que es una aplicación neutra, sin intelecto, opinión ni tendencia. Yo lo uso a diario para ajustar mis fotografías y no por ello parecen salidas del mundo fantástico de El señor de los anillos o  Juego de tronos, como algunas que se ven en las redes sociales o en portales como 500px. La culpa es de la manera en que algunos usan o abusan del Photoshop.

También conviene no olvidar que hay otras muchas maneras de manipular la naturaleza o no contar la verdad al público sin recurrir al ordenador. Por ejemplo, fotografiando animales en cautiverio, amaestrados o rapaces de cetrería haciéndolos pasar por salvajes (Sobre ello Eulàlia y yo escribimos hace años un artículo en la revista IRIS de AEFONA). O bien colocando fondos falsos a las fotografías de insectos o flores silvestres. O utilizando cartulinas de colores delante del objetivo para simular nieblas inexistentes o desenfoques naturales. Todo ello y más constituyen distintos niveles de manipulación. O sea que no nos limitemos a culpar tan solo al Photoshop.


 
Este tipo de imágenes de ranitas con posturas irreales tienen mucho éxito en internet. Los animales son manipulados mediante hilos que luego son borrados en Photoshop.


Los partidarios de la segunda de las facciones, los creadores de imágenes de naturaleza oníricas, suelen responder a la pregunta de por qué manipulan tanto sus fotografías con un: "Es que ahora es más fácil hacerlo" o  la clásica: "Es que mis fotografías son arte, y al arte no se le pueden poner límites". Esto queda superchulo decirlo, pero es una sandez, ya que da a entender que toda fotografía realizada a lo largo de la historia antes del Photoshop, o bien en la actualidad pero sin manipulaciones, no debe ser arte.

Jirafa reticulada comiendo follaje, reserva Nacional de Samburu, Kenia, 2010
@Oriol Alamany


¿ES QUE NO TE GUSTA LA NATURALEZA?
Quizás es que mi pregunta inicial es equivocada. Quizás la pregunta correcta debería ser: ¿No te gusta el mundo en que vives? O bien ¿no te llena lo suficiente y piensas que con unos retoques aquí y allá vas a mejorarlo cual Dios Todopoderoso? Si prefieres deformar unas montañas estirándolas hacia arriba para que tu imagen tenga un mayor impacto, quizás es que no has sabido apreciar su belleza real. O también que no has sido capaz de captar correctamente ese paisaje con tu cámara. 

¿Qué sucede si un día la naturaleza no te concede una luz espectacular? ¿La suples con unos bits informáticos y Santas Pascuas? Cómo fotógrafos que somos, sabemos que la gracia y el valor de las luces inhabituales es precisamente eso: que no son habituales. Hay que esperar y hay días en que no aparecen. ¡Ahí está el reto, la grandeza de la fotografía de la naturaleza! No es malo salir al campo y volver sin la fotografía imaginada. No hay que sentirse frustrado, hay que sentirse más motivado si cabe.

Si cada vez que saliéramos al monte lucieran grandilocuentes cielos rojizos y púrpuras con voluptuosas nubes, los árboles y plantas fueran perfectos sin ramas u hojas rotas, los animales lucieran sus mejores galas, etc, todo eso ya no nos llamaría la atención. Que es precisamente lo que empieza a suceder cuando miras fotografías en ciertas redes sociales, donde los paisajes son siempre magníficos, espectaculares, sin fallo alguno... Pero que a mí, con 59 años a mis espaldas, bastante curtido en viajes y con miles de horas pasadas en la naturaleza, no me evocan las sensaciones verdaderas y tan satisfactorias que yo experimento en ella. No me emocionan, no transmiten autenticidad.



Vía Láctea en un macizo desértico, Namibia, 2013
@Oriol Alamany


¿INVENTAR O VIVIR?
¿Y si resultara que el fotógrafo de naturaleza verdaderamente artista es el que es capaz de obtener una buena fotografía sin necesidad de eliminar sus imperfecciones, sin manipularla excesivamente, sin exagerar la realidad? Hay que saber apreciar la belleza de una imperfección. Es como sucede con las personas: no todos somos agraciados y perfectos. Los/las supermodelos son minoría. ¡E incluso a ellos y ellas las retocan con Photoshop! Pero hay chicas con pecas que son un encanto, personas maduras fascinantes, hombres fofos atractivos… Eso lo han descubierto hace años los fotógrafos de retrato y algunos de ellos sí que saben sacar partido de esas imperfecciones en lugar de eliminarlas. Los fotógrafos de naturaleza deberíamos tomar buena nota de ello.

Tomar la decisión personal de mostrar en nuestras fotografías el mundo natural auténtico, parecido a la realidad, aunque sea a través del filtro de nuestra mirada personal de fotógrafo ¿es purismo? ¿No es arte? ¿Es cerrarse a las nuevas tecnologías? ¿Es ser retrogrado? Yo considero que en absoluto. Es una valiente y difícil apuesta personal como autor (o artista si prefieres llamarlo así), mucho más arriesgada que recurrir sistemáticamente a la fácil manipulación. 

Crear algo en casa, cómodamente sentado ante un ordenador con música de fondo y una cerveza fría al lado, es algo que no me interesa. En mi obra fotográfica deseo plasmar y transmitir a otras personas la naturaleza que amo, escenas que yo he vivido y experimentado, lo que me emociona, mostrar aquella imagen que creé cuando estaba agotado o helándome de frío Yo necesito VIVIR mis fotografías. Lo otro, insisto, no me interesa.


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13/9/17

NIKON CELEBRA SU 100 ANIVERSARIO





Hace unas semanas la empresa Nikon celebró sus 100 años de vida. Nikon ha sido y sigue siendo una empresa fundamental en la historia de los equipos fotográficos de alta calidad, siempre en competencia directa con Canon, la otra gran compañía del sector.

En los años 70 y 80 Nikon parecía la única opción para los fotoperiodistas, fotógrafos de guerra o fauna salvaje. Aún recuerdo la pregunta de una persona del público en una de mis conferencias, hace ya muchos años: ¿Y siendo fotógrafo profesional cómo es que no usas Nikon? Tan anclada estaba en la mentalidad de algunas personas el emparejamiento: fotógrafo profesional = Nikon. Usar otra marca parecía de aficionado. Luego las cosas se igualaron y algunos se dedicaron a los cambios de marca: de Nikon a Canon, luego de Canon a Nikon, y viceversa. Hay gente que tiene mucho dinero por gastar.

El público me asocia siempre con Canon por haber sido usuario habitual de sus cámaras y objetivos desde 1980 (¡Ufff, 37 años ya!). Pero no dudo en que podría haber hecho mi carrera con equipos Nikon y mis fotografías no serían muy distintas ya que los niveles de tecnología y calidad alcanzados por ambas marcas son elevadísimos: a esos niveles de equipo lo realmente importante es quien maneja la cámara. 

Pero aunque no os lo creáis, en cierto modo también soy usuario de Nikon: en mi casa hay varios aparatos de esa marca. Unos prismáticos, el magnífico escáner Nikon Super Coolscan 9000 ED, encargado de convertir en archivos digitales de alta calidad mis diapositivas y negativos de película, e incluso durante varios años lo fueron los cristales de mis gafas progresivas.

Es decir, que descubría mis imágenes a través de unas lentes Nikon y las plasmaba en fotografías con objetivos y cámaras Canon :-)