Hace unas semanas la empresa Nikon celebró sus 100 años de vida. Nikon ha sido y sigue siendo una empresa fundamental en la historia de los equipos fotográficos de alta calidad, siempre en competencia directa con Canon, la otra gran compañía del sector.
En los años 70 y 80 Nikon parecía la única opción para los fotoperiodistas, fotógrafos de guerra o fauna salvaje. Aún recuerdo la pregunta de una persona del público en una de mis conferencias, hace ya muchos años: ¿Y siendo fotógrafo profesional cómo es que no usas Nikon? Tan anclada estaba en la mentalidad de algunas personas el emparejamiento: fotógrafo profesional = Nikon. Usar otra marca parecía de aficionado. Luego las cosas se igualaron y algunos se dedicaron a los cambios de marca: de Nikon a Canon, luego de Canon a Nikon, y viceversa. Hay gente que tiene mucho dinero por gastar.
El público me asocia siempre con Canon por haber sido usuario habitual de sus cámaras y objetivos desde 1980 (¡Ufff, 37 años ya!). Pero no dudo en que podría haber hecho mi carrera con equipos Nikon y mis fotografías no serían muy distintas ya que los niveles de tecnología y calidad alcanzados por ambas marcas son elevadísimos: a esos niveles de equipo lo realmente importante es quien maneja la cámara.
Pero aunque no os lo creáis, en cierto modo también soy usuario de Nikon: en mi casa hay varios aparatos de esa marca. Unos prismáticos, el magnífico escáner Nikon Super Coolscan 9000 ED, encargado de convertir en archivos digitales de alta calidad mis diapositivas y negativos de película, e incluso durante varios años lo fueron los cristales de mis gafas progresivas.
Es decir, que descubría mis imágenes a través de unas lentes Nikon y las plasmaba en fotografías con objetivos y cámaras Canon :-)
Es decir, que descubría mis imágenes a través de unas lentes Nikon y las plasmaba en fotografías con objetivos y cámaras Canon :-)
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