30/4/13

• Canon EOS 5D Mark III nuevo firmware 1.2.1


Halcón común (Falco peregrinus) hembra en lo alto de un rascacielos, L'Hospitalet
Canon EOS 5D Mark III a ISO 640, 500 mm f:4L IS + 2X-II, trípode
© Oriol Alamany

Este pasado viernes estuve fotografiando de nuevo a los halcones urbanos de Barcelona (Bueno, en este caso del vecino l'Hospitalet de Llobregat). Es un trabajo que siempre me exige utilizar teleobjetivos muy potentes y con teleconvertidores de focal. Por ello utilizo mucho el Canon EF 500 mm f:4L IS con el teleconvertidor Canon EF Extender 2X-II, obteniendo una focal de 1000 mm con una luminosidad máxima resultante de f:8.

El enfoque preciso a estas distancias focales resulta de lo más complicado. Tanto por lo oscuro de la imagen que muestra el visor, como por la reducidísima profundidad de campo, y también por el movimiento de vibración que se transmite al visor con tan sólo tocar el objetivo con la mano para girar el aro de enfoque. Y más si hace viento, como en esta imagen tomada una desapacible y lluviosa tarde desde lo alto de un rascacielos cercano.

Las cámaras Canon de la familia EOS-1 tienen la capacidad de autoenfocar con precisión con su sensor AF central al usar combinaciones ópticas cuya luminosidad resultante sea f:8. Como es el caso de mi 500 mm + 2x o el 100-400 mm f:4.5-5.6 + 1,4, por ejemplo.  El resto de sensores AF de las EOS-1 no funcionan más allá de f:5.6. Pero ninguna otra cámara del resto de la gama Canon era capaz de hacer eso. Para ellas el límite de funcionamiento del AF central era la luminosidad f:5.6. Ese era hasta el momento el principal inconveniente que tenía al pasar de mi 1D-IV a la 5D-III.

Hoy 30 de abril, Canon ha puesto a disposición de los usuarios el firmware 1.2.1 para la 5D-III que elimina esta limitación. Aunque no soy partidario de instalar un nuevo firmware hasta que hayan pasado unos días y se demuestre su correcto funcionamiento, estaba tan ansioso por probarlo que primero me he descargado el firmware anterior 1.1.3 (por si acaso debo recargarlo) y luego he instalado el nuevo en mi cámara.

De momento parece que todo funciona correctamente y el AF realmente enfoca con el sensor central hasta f:8 usando objetivos originales Canon. Los halcones que el viernes tuve que enfocar a mano o mediante el lento sistema LiveView, hoy podría enfocarlos ya con precisión mediante esta nueva función.


De hecho, si se selecciona la expansión del punto AF al usar una combinación de objetivo y teleconvertidor de luminosidad resultante f:8, los cuatro puntos AF que rodean el punto AF central también siguen activos actuando como puntos de ayuda al AF, aunque no pueden ser seleccionados de modo individual. Esta opción expande el tamaño del área de detección del AF para mejorar el rendimiento con los sujetos difíciles de seguir como aves en vuelo. En este caso los puntos AF de encima y debajo del central serán sensibles al contraste vertical, mientras los de la izquierda y la derecha serán sensibles al contraste horizontal. El central actúa siempre como un sensor de tipo cruz, sensible a ambos tipos de líneas.



El firmware 1.2.1 aporta también otras mejoras y correcciones de errores, la más importante de ellas la salida HDMI no comprimida muy útil para profesionales del video. Con estos detalles que mejoran las prestaciones de una cámara uno no se siente tan abandonado por las marcas.



- Enlace al nuevo firmware 1.2.1-


Otros artículos en este blog sobre la Canon EOS 5D Mark III:





Estas son las nuevas funciones y correcciones incorporadas al firmware 1.2.1:

1. La salida HDMI no comprimida está ahora habilitada.

2. Permite que el punto AF central enfoque automáticamente al utilizar la cámara con combinaciones objetivo/extensor Canon EF cuyo diafragma máximo combinado sea f/8.

3. Mejora la velocidad de adquisición de enfoque de la cámara al utilizar un flash de ayuda AF Canon Speedlite.

4. Se ha solucionado el fenómeno por el cual el monitor LCD podía congelarse y mostrar Err 70 o Err 80 cuando se tomaba una fotografía estática durante Live View o en el modo de filmación de vídeo.

5. Se ha solucionado el fenómeno que podía producirse cuando se habilitaba el ajuste deprioridad de disparo continuo para las exposiciones múltiples, de tal modo que, tras realizar la sexta imagen, se producía una ligera pausa antes de completarse el recordatorio de secuencia.

6. Soluciona el fenómeno por el cual la pantalla del visor mostraba información incorrecta durante el disparo AEB.

7. La comunicación con el transmisor de archivos inalámbrico WFT-E7 se ha mejorado.

8. Si las imágenes han sido satisfactoriamente transferidas con el transmisor de archivos inalámbrico WFT-E7 mediante el protocolo FTP, se visualizará "O". Si las imágenes no han sido satisfactoriamente transferidas con el transmisor de archivos inalámbrico WFT-E7 mediante el protocolo FTP, se visualizará "X".

9. Ha solucionado el fenómeno por el cual la cámara podía no funcionar correctamente al usar una tarjeta Eye-Fi.

10. Ha solucionado el fenómeno por el cual el valor de la distancia focal indicado en la información Exif no era visualizado correctamente con las imágenes tomadas con el objetivo EF 24-70 mm F4L IS USM.

11. Se ha solucionado el fenómeno por el cual el firmware del objetivo no se actualizaba correctamente. 

12. Corrige los errores del menú en el idioma árabe. 

13. Ha solucionado el fenómeno por el cual la cámara cambiaba el valor del microajuste de AF a -8.

14. Se ha solucionado un fenómeno por el cual la guía en pantalla no podía visualizarse completamente al ajustar el valor de límite máximo de la opción "Ajustes de la gama de velocidad ISO para ISO Auto".

28/4/13

• Els Viatgers de la Gran Anaconda - 28 abril 2013

Elefantes en una charca por la noche,
Parque Nacional de Etosha, Namibia
Canon T90, 300 mm f:2.8L, película Fujichrome 100 forçada a 400 ISO, trípode, flash
© Oriol Alamany

Aquesta fotografia feta al Parc Nacional de Etosha a Namibia és la que comentem amb en Toni Arbonés el diumenge, 28 de abril 2013, a la nova temporada del programa "Els viatgers de la Gran Anaconda" a Catalunya Ràdio, de 16 a 17h.



Aquí podeu escoltar el programa, a partir del minut 23'40''.

Si desitgeu veure més fotografies de Namibia o tenir informació sobre el viatge fotogràfic que hi organitzem aquest octubre amb Vilassar Tours i Africa Geographic visiteu aquests enllaços: 


23/4/13

• Fotografiar la naturaleza, 16 años

Aprovechando que hoy es Sant Jordi, el día del Libro, os ofrezco este pequeño obsequio, extraído del que fuera mi primer libro como autor: Fotografiar la Naturaleza (Editorial Planeta, 1997).

Hojas y frutos de Higuera azul, Parque Nacional Cooloola, Australia, 1992
Bronica ETRsi, Zenzanon PE 75 mm f/2.8 con filtro polarizador, Fujichrome Velvia 50, trípode
© Oriol Alamany

"Si no te sientes en perfecta comunión con la naturaleza, si no experimentas un placer inmenso, una serena tranquilidad al pasearte por el bosque, por la montaña o a orillas del agua, al notar la vida que palpita a tu alrededor, bajo tus pasos, al ver las idas y venidas de los pájaros, al sentir el frescor del aire sobre tu piel, al respirar a pleno pulmón el olor de las hojas en descomposición, entonces es inútil que te compres el equipo fotográfico. 

Ya que si no estas en sintonía con la naturaleza, no tendrás ningunas ganas de conocerla mejor, de observarla, de comprenderla ni de respetarla, y mucho menos de glorificarla al convertirla en imagen."

Je practique la chasse photographique (1978),
Serge y Dominique Simon, fotógrafos franceses

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Hace dieciseis años escogí estas palabras, extraídas de un pequeño manual francés de fotografía que había leído y releído hasta la saciedad, para encabezar el que sería mi primer libro escrito: Fotografiar la naturaleza, una guía para hacer las mejores fotografías (Editorial Planeta, 1997). Pensé que por más que meditara un texto, nada que pudiera escribir expresaría mejor mi sentimiento ante esta disciplina fotográfica en la que creo que la parte emocional debe ser más importante que la técnica o incluso que la creativa. La fotografía de la naturaleza no se practica, se vive.




Con su primera edición publicada en 1997, Fotografiar la naturaleza fue consecuencia directa de los cursos de fotografía de naturaleza que impartía ya desde 1985 y tuvo su germen en una sección de artículos sobre fotografía que publiqué desde 1994 a 1998 en la revista de viajes Altaïr. En aquellos años la única bibliografía disponible sobre fotografía de naturaleza estaba escrita en inglés o en francés y fueron los asistentes a mis cursos en el Departament d'Educació del Zoològic de Barcelona y en el Museu de Zoologia, quienes me impulsaron a producir una obra escrita en lengua española.
          Pasaron los años y se sucedieron las ediciones. La fotografía de la naturaleza sufrió una increíble expansión, llegó internet, luego la fotografía digital. Nada volvería a ser igual.
          Hoy en día el libro es prácticamente imposible de conseguir. Agotadas sus tres ediciones oficiales (más una cuarta edición promocional editada por Nikon), aún me sorprendre recibir e-mails de personas que me cuentan que Fotografiar la naturaleza les abrió los ojos y fue responsable de su entrada en el fascinante mundo de la fotografía de paisajes, flora y fauna salvajes. En este artículo de 2008 podéis leer algunos comentarios que escribí en el momento en que se agotó definitivamente.
          Sin embargo, a pesar de haber transcurrido dieciseis años, a pesar de la práctica desaparición de la fotografía sobre película, pienso que muchos de los conceptos sobre los que escribí en Fotografiar la naturaleza siguen siendo plenamente vigentes. Es por ello que apartir de ahora, de vez en cuando, voy a publicar en este blog una selección de algunos de los temas que allí aparecían, acompañados de las imágenes originales con las que lo ilustré en aquella época. Así podéis verlas en sus colores originales que en su momento el proceso de impresión industrial deslució un tanto.

COSAS DEL MARKETING
Aprovechando esta entrada os cuento una pequeña anécdota sobre el título del libro. Mi propuesta original a la editorial era "Fotografiar la naturaleza", con el subtítulo "Una guía para hacer mejores fotografías". Es decir, se trataba de un libro orientado a que los aficionados aprendieran a mejorar sus propias fotografías. 
          Sin embargo, los comerciales de la Editorial Planeta lo cambiaron por "Una guía para hacer las mejores fotografías". Una en apariencia minúscula variación, pero que cambia de modo significativo el mensaje. Aquí se trata de hacer creer al lector que cuando acabe la lectura del libro no hará "mejores fotografías" que las que hacía, si no "las mejores fotografías" del mundo mundial, lo cual introduce el tema del ego y la competitividad tan en boga en nuestra sociedad.
          Bueno, tras la anécdota, lo dicho: hoy os ofrezco la Introducción del libro.


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FOTOGRAFIAR LA NATURALEZA

Pareja de Leones descansando a la sombra, Parque Transfronterizo Kgalagadi, Sudáfrica, 1994
Bronica ETRsi formato 4,5x6, Zenzanon PE 250 mm f/5.6 con filtro polarizador, Fujichrome Velvia 50, soporte de ventanilla LLRue
© Oriol Alamany



INTRODUCCIÓN
¿Afición, profesión o pasión? La palabras de la pareja de fotógrafos franceses que abren este libro transmiten a la perfección la idea de que un fotógrafo de la naturaleza debe ser, ante todo, un apasionado admirador de los seres vivos y de los paisajes donde estos desarrollan su vida. Su mirada debe ser como la de un niño fascinado ante un mundo que se le descubre maravilloso.

La creciente afición a salir a la naturaleza los fines de semana o durante las vacaciones para conocer parajes interesantes, aprender a reconocer los árboles y las flores silvestres, o bien intentar observar los animales salvajes, hace que cada vez sean más los aficionados a llevarse una cámara fotográfica para poder plasmar en imágenes la belleza del mundo natural. Las modernas cámaras fotográficas ofrecen multitud de funciones y automatismos que prometen grandes resultados sin necesidad de experiencia o conocimiento técnico alguno. Sin embargo ello no es siempre así. A veces el aficionado se encuentra un poco perdido ante tantas funciones que —en teoría— deberían facilitarle la vida. Y en esta afición si deseamos mejorar y conseguir unas imágenes atractivas, además de unas ciertas dosis artísticas es ineludible un conocimiento técnico de cámaras, objetivos y películas. Mientras ante un paisaje, flor o animal interesante se tenga la cabeza ocupada en pensar que objetivo se debe utilizar, o como hay que medir la luz, no se tendrá la clarividencia necesaria para concentrarse en la parte creativa de la imagen.

Porqué en realidad la verdadera fotografía no la hace la cámara, si no la mente del fotógrafo. En “Fotografiar la Naturaleza” se explican los principios técnicos que hay que conocer (cómo medir la luz, cuando usar un filtro determinado, cómo y qué utensilios usan los expertos en esta disciplina...), pero por otro lado se hace hincapié en las técnicas de campo que permiten obtener unos mejores resultados: en que hay que fijarse, como encuadrar una imagen, errores más comunes, trucos y consejos que sólo la práctica enseña, todo ello acompañado por multitud de fotografías y ejemplos prácticos. Si dejamos aparte el mundo de la fotografía de animales salvajes, que requiere de la adquisición de un potente teleobjetivo o sistemas de disparo a distancia, el resto de la fotografía de la naturaleza puede hacerse con equipos relativamente sencillos y cualquier principiante, si tiene en cuenta unas ciertas normas básicas, puede lograr impactantes imágenes a poco que sea un poco cuidadoso. No hay más que intentarlo. ¡Vamos allá!



Niebla matutina en los campos y arboledas de Cerdanya, Pirineos, 1993
Bronica ETRsi formato 4,5x6, Zenzanon PE 250 mm f/5.6, Fujichrome Velvia 50, trípode
© Oriol Alamany


Texto y fotografías © Oriol Alamany, prohibida la reproducción sin la autorización del autor.
Extracto del libro: Fotografiar la naturaleza (1997), obra de Oriol Alamany

6/4/13

• Función de noche en Etosha


Elefante en una charca por la noche, expulsando a una Hiena,
Parque Nacional de Etosha, Namibia
© Oriol Alamany

El Parque nacional de Etosha, en Namibia, es una de las áreas naturales más relevantes de África meridional. Como sucede en la mayoría de parques de este continente es obligado realizar la visita en automóvil, ya que la presencia de leones y otros peligrosos animales supone un riesgo para los inexpertos visitantes. Según las normas del parque cada atardecer debíamos regresar a uno de los tres campamentos (Okaukuejo, Halali o Namutoni) antes de que el sol desapareciera tras la línea del horizonte. Es decir: justo cuando su luz era más cálida y suave y los animales se encontraban en plena actividad.
          Pero para distraer al viajero frustrado por tener que encerrarse en el mejor momento del día, los campamentos de Etosha cuentan con su teatro privado. La función empieza justo al anochecer. Finalizado el largo día de trabajo en la sabana nos duchábamos a toda prisa y nos dirigíamos al “waterhole”: una charca situada justo en el límite exterior del campamento y que permanece toda la noche iluminada por unos focos. Sin salir del perímetro vallado y cómodamente sentados, nos instalábamos con nuestras cámaras, prismáticos y abundante repelente de mosquitos al tiempo que dábamos cuenta de una frugal cena. ¡Había que espabilar para conseguir un lugar en primera fila!
          Mientras la penumbra se extendía por el reseco paisaje comenzaban a aparecer los actores, que parecían seguir el guión dictado por un oculto apuntador: las primeras en acercarse a beber eran las gangas, aves propias de las zonas áridas que llegaban por centenares emitiendo sus misteriosos balbuceos. Después aparecían las cebras, los chacales y – ya más entrada la noche–, las hienas y los rinocerontes negros. ¡Qué maravilla! Una noche llegamos a tener a cinco de estos rarísimos animales bebiendo enfrente nuestro. En los quince días que permanecimos en Etosha jamás vimos a uno de ellos a la luz del día.
          El haz de los focos delimitaba los límites del escenario. Las distintas especies se relevaban en escena como se suceden los actos de una función. De repente las siluetas de unos enormes animales surgían de la penumbra: ¡elefantes! Por un instante pudimos captar en una misma fotografía a la manada llegando a la charca, junto a un rinoceronte negro e incluso una hiena bebiendo. Pero con la soberbia propia de las estrellas del espectáculo cada noche la manada expulsaba de la charca a todo bicho viviente y con sus juegos, baños y peleas protagonizaban el momento culminante de la representación.
          Entre el público, un silencio absoluto y un sentimiento de fascinación por el privilegio de asistir a la obra que cada noche se representa en la sabana africana.

(Texto publicado en la sección "Una imagen, una historia" de la revista Altaïr, número 1-Segunda época, primavera 1999)


Gangas y Rinoceronte negro por la noche en una charca,
Parque Nacional de Etosha, Namibia
© Oriol Alamany


Visitantes esperando la llegada de animales al abrevadero al anochecer
Parque Nacional de Etosha, Namibia
© Oriol Alamany

Del 31 de septiembre al 15 de octubre próximos Eulàlia y yo vamos a conducir a un grupo de apasionados a la fotografía a un Viaje fotográfico a Namibia. Serán 16 días recorriendo el país en vehículos todo-terreno en busca de los mejores paisajes y luces, así como de la fauna salvaje de estos desiertos primigenios. En este recorrido está programado pasar varios días en el Parque Nacional de Etosha fotografiando su fauna.


Consulta la web de este viaje-taller de fotografía para más información.


1/4/13

• Hasta luego Paco Elvira


Este fin de semana el fotógrafo Paco Elvira ha encontrado la muerte al sufrir una caída en el acantilado de La Falconera del Garraf, mientras realizaba fotografías en los escenarios de su novela Un día de Mayo. Durante un par de días familiares y amigos estaban intentando localizarle sin éxito, incluso pidiendo ayuda a través de las redes sociales.
          Conocí a Paco en 1989 cuando como miembro del jurado me concedió el 2º Premio en la II Biennal de fotografia de Barcelona, y hace poco empecé a colaborar en su interesante proyecto Obtura, que llevaba a cabo con David Monfil e Ignacio Rodriguez. En los últimos años estaba tremendamente activo en el mundo de las redes sociales y en su Blog.
          Además de fotógrafo era aficionado a las aves, por lo que le dejo a modo de despedida esta imagen de una Gaviota dominicana volando al crepúsculo en Ushuaia, el fin del Mundo. Espero que esté moviendo nuevos proyectos en alguna otra parte del Universo, seguro que allí donde esté los tiene revolucionados ya.