31/1/11

• Luces extremas


Aurora en el Pico Veleta, Sierra Nevada, 2002
Bronica ETRsi, Zenzanon PE 250 mm f/5.6, Fujichrome Velvia 50 ISO, trípode
© Oriol Alamany


Me encantan las luces extremas.

Las que se dan a primeras horas de la madrugada, cuando las personas normales aún duermen arrebujadas en su cama. O bien las de última hora del día, cuando están cómodamente sentadas ante una cena caliente. 

En estos agradables y relajados momentos del día (para el resto de la Humanidad), yo estoy con la cabeza hecha un hervidero, corriendo de un lado para otro, cargando y descargando de la espalda la pesada mochila del equipo fotográfico, cambiando ópticas en la cámara, montando el trípode, estrujándome el cerebro buscando sujetos, mirando encuadres, calculando exposiciones, estresado, pasando hambre, frío y/o sueño. Tal y como dijo Manel Soria (Frikosal) en el reciente encuentro de fotografia de paisaje que tuvo lugar en Barcelona: "La fotografía de paisaje no es relajante. Lo es después".

Eucalipto a la luz de las estrellas en el Outback, Australia, 1992
Bronica ETRsi, Zenzanon PE 40 m f:4, T 6 horas. f:4, película Fujichrome Provia 100 ISO, trípode
© Oriol Alamany


Para mí como creador de imágenes la luz es lo primordial. Las luces extremas son mi café, mi ración de adrenalina, la razón para salir al campo, para dedicarme a esta pasión-profesión.

Pero son algo que no puedo controlar, imprevisible, que no sé cuando podré disfrutar. Una luz extrema suele ser fugaz, breve, frágil, escurridiza... Se te escapa entre los dedos que tienes puestos en el disparador. No tienes tiempo ni para ponerte unos guantes si se te hielan las manos, ni para darle un mordisco al bocadillo si sientes hambre, ni para responder al que te pregunta: aquella luz requiere toda tu atención. Con mucha más frecuencia de lo que se piensan los foráneos a esta disciplina, a veces la fotografía de paisaje raya el fotoperiodismo.

Farola alumbrando el camino a Tahai, Isla de Pascua, 2010
Canon EOS 1D MkIV a ISO 6400, 17-40 mm f:4,L, 1/15 seg. f:4 a mano alzada
© Oriol Alamany


Lluvia sobre el Luberon, Francia, 2008
Canon EOS 1Ds MkII a ISO 200, 17-40 mm f:4L, tres tomas a 1/125 f:9
© Oriol Alamany


Último rayo de luz sobre el Machhapuchhre, Himalaya, 2010
Canon EOS 1Ds MkII a ISO 50, 70-200 mm f:2.8L IS, 1 seg. f:13, filtro polarizador, trípode
© Oriol Alamany

Por más agotador que haya sido el día, al acercarse el sol al horizonte mi cuerpo y mente se revigorizan. ¿Cómo puedo dejar escapar una luz magnífica cuando quizás he andado durante ocho horas (o incluso días) para llegar a aquí? 

El otoño pasado, cuando Eulàlia y yo alcanzamos el Campo Base del Machhapuchhre tras seis días de trekking a pie, con cielos nublados que cada día nos habían impedido fotografiar al atardecer, de repente las nubes se abrieron y apareció la soñada imagen del Macchapuchhre. Estábamos ya a punto de cenar y no tuve tiempo para nada ni nadie: a casi 4.000 metros de altitud, mientras fotografiaba con la temperatura cayendo en picado a varios grados bajo cero y la luz menguando por segundos, dos porteadores nepalíes me preguntaban que porqué no me abrigaba, me ponía un gorro, unos guantes... No comprendían que NO tenía tiempo.

Al igual que de repente aparece y nos regala con sus contrastes y sutiles tonalidades, una luz extrema desaparece en segundos, se te escurre y te deja con cara de tonto sin haber apretado aún el disparador, justo cuando ya habías logrado cambiar la óptica, montar el trípode, enroscar el polarizador y encuadrar la imagen.

Y eso, al igual que haberse ido a cenar o a la cama, es algo que jamás me puedo perdonar.


Gavilán Gabar en el desierto de Kgalagadi, Sudáfrica, 1994
Canon T90, 300 mm f:2.8L, película Fujichrome Sensia 100, beanbag
© Oriol Alamany


Atardecer otoñal en la Serra de Boumort, Pirineos, 2007
Canon EOS 400D a ISO 100, 70-200 mm f:2.8L IS, seis tomas a 1/4 seg. f:8, trípode
© Oriol Alamany


18/1/11

• Fotógrafo invitado en FONACOR

Pico Besiberri y Rododendro, Parc Nacional d'Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, Pirineos, 2006
Canon EOS-1Ds MkII, 17-40 mm f:4L, filtro Degradado Neutro, trípode
© Oriol Alamany

La Asociación de Fotógrafos de Naturaleza de Córdoba (FONACOR) ha tenido la gentileza de invitarme a participar en la sección "Fotógrafo Invitado" de su sitio web.

Esta sección consta de un breve curriculum acompañado de un portfolio de imágenes de naturaleza.



Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) con un hueso, Pirineos, 2004
Canon EOS-3, 500 mm f:4.5L, Fujichrome Velvia 50, trípode, desde Hide
© Oriol Alamany

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The Córdoba Association of Nature Photographers (FONACOR) has kindly invited me to participate in the "Guest Photographer" section of its website. This section contains a brief biography along with a portfolio of my nature images.

16/1/11

• Encuentro de fotografía de paisaje con Celistia

Maria Rosa Vila durante su ponencia sobre los criterios de un editor gráfico al seleccionar imágenes.

En el día de ayer tuvimos el placer de compartir unas cuantas horas de presentaciones y debates sobre la fotografía de paisaje y, en especial, sobre qué posicionamiento ético debe haber detrás de ella en el delicado momento del procesado de los archivos Raw obtenidos en el campo.

El encuentro "Fotografia de paisatge, de la visió inicial a la foto impresa" fue organizado por Celistia (es decir, Manel Soria y Jordi Busqué, ambos autores de blogs muy seguidos por los aficionados a la fotografía), en colaboración con la "Societat Catalana de Fotógrafs de Natura" y la asociación "Objectiu Natura". El éxito de asistencia fue tremendo, demostrando que hay sed de actos de este tipo en nuestra ciudad, donde existe una amplia comunidad de fotógrafos de naturaleza. Entre los diversos invitados estaban Jep Flaqué, Joan Guillamat, Francesc Muntada, Maria Rosa Vila y otros. 

Manel Soria ("frikosal") firmando copias de una de sus fotografías.

Si algún defecto tuvo la jornada fue la excesiva brevedad del programa, con tan sólo quince minutos por ponente y prácticamente sin tiempo para abrir un debate en profundidad sobre cada tema. Algunos conferenciantes las pasaron canutas para explicar su tema en tan breve tiempo. Y el público se quedó con ganas de más.

Y si algún acierto tuvo fue la seriosidad en su organización, con timings precisos y sin los habituales y pesados retrasos de que suelen adolecer este tipo de actos. Y un efecto colateral que suelen tener este tipo de eventos: el encuentro con amigos y compañeros a los que hace tiempo que no ves, o con quienes tan sólo mantienes una relación virtual a través de e-mail o redes sociales.

Balance positivo, pues. Y como decía, queremos más.

12/1/11

• Guepardos y el desierto del Sahara



Dunas en Erg Chebbi, Marruecos, Enero 1985
Una imagen de mi primera visita al Sahara, hace ahora 26 años.
Canon A1, Canon FD 28 mm f/2.8, filtro polarizador, película Kodachrome 64, trípode
© Oriol Alamany

Siempre me ha atraído el desierto del Sahara, el de mayor extensión del mundo. En especial a partir de la lectura a inicios de los años 80 del libro "El Sahara" de Jeremy Swift (1975), perteneciente a la magnífica colección "Zonas salvajes del mundo" editada por Time-Life. Fue ese libro el que me enseñó qué son un erg, un reg, una hamada una güelta y un wadi e hizo crecer en mi interior las ganas de ver los mares de dunas, las inmensas llanuras de grava y los Tassili.


Libro "El Sahara" con fotografías de Pierre Boulat, 1975

Pero a pesar de haber viajado por bastantes países de este mundo, lo cierto es que treinta años después tan sólo he hollado este desierto de forma esporádica: dos veces en el sur de Marruecos y otra al recorrer los desiertos Líbico y Arábigo de Egipto. La problemática política y social de varios de los países en que está englobado el Sahara, como por ejemplo Argelia, me han dificultado el conocerlo a fondo como habría deseado. Al menos hasta el momento.

Sin embargo sigo con atención los libros y artículos sobre esta paraje. Una de mis obras preferidas al respecto es el libro del fotógrafo francés Alain Dragesco-Joffé "La vie sauvage au Sahara" (Delachaux et Niestle, 1993). Alain empezó a fotografiar a los quince años de la mano de su padre Jean Dragesco, uno de los pioneros de la en aquellos tiempos denominada "caza fotográfica". En 1982 empezó a dedicarse al estudio y fotografía de la fauna sahariana, cuya culminación fue aquel libro con imágenes preciosas e inéditas de especies rarísimamente fotografiadas, logradas tras nueve expediciones y 31 meses de trabajo en el desierto, principalmente en Niger. Luego también fotografiaría a los rarísimos antílopes de la meseta tibetana. Por desgracia, Alain falleció en 2002 durante una expedición a Namibia, donde trabajaba en un proyecto sobre los rinocerontes y los elefantes del desierto.

Algunas de sus imágenes que más me impactaron en aquel libro fueron las de los Guepardos saharianos. Siempre me han encantado los guepardos, pero hasta entonces jamás había visto fotografías de esta rarísima subespecie (Acynonix jubatus hecki), cuyos ejemplares son más pequeños, tremendamente esbeltos y con el pelo más corto (a veces casi blanco) que sus congéneres del resto de África debido a las severas condiciones que les impone su medio natural. Los animales de esta población se alimentan básicamente de gacelas dorcas, hubaras, liebres del Cabo, y jamás beben más líquido que la sangre y la orina de sus presas.

Libro "La vie sauvage au Sahara" de Alain Dragesco-Joffé, 1993

Biografía de Alain Dragesco-Joffé en la web de la agencia Biosphoto

Guepardo del Sahara captado por una cámara-trampa, Argelia
© Farid Belbachir/ZSL/OPNA

El increíblemente esquivo Guepardo del Sahara siguió envuelto en el misterio hasta que en febrero de 2009 Farid Belbachir con la colaboración de la Zoological Society of London pudo tomar más fotografías, esta vez en Argelia y mediante el uso de cámaras-trampa.


Una imagen de Guepardo de una subespecie distinta captado por mí en otra zona desértica de África, en Namibia, 1997
Canon EOS-1N, Canon EF 500mm f/4.5L con teleconvertidor 1,4X, película Fujichrome Sensia 100
© Oriol Alamany

Este mes de diciembre un equipo de la Sahara Conservation Fund ha hecho públicas más imágenes de este esquivo felino, captadas en el macizo Termit en Niger el verano pasado también mediante el sistema de cámara-trampa. Una imagen fantasmagórica que nos muestra a un ejemplar extremadamente esbelto, de aspecto muy distinto a los que estamos acostumbrados a ver en lugares como Kenia o Tanzania.

Los expertos estiman en menos de 200 individuos la población total de guepardos en el desierto del Sahara, gravemente amenazados por la caza ilegal y el envenenamiento con venenos como la estrictina.

Guepardo del Sahara captado de noche por una cámara-trampa, Niger. Fijaros en su pelaje casi blanco y su esbeltez, característica de esta subespecie.
© Sahara Conservation Fund

Aprovecho para recordaros que aún quedan plazas libres para el Viaje Fotográfico a Marruecos que realizaremos esta Semana Santa 2011. Entre otras localidades de este fotogénico país, como las ciudades de Fez y Marrakech, las montañas del Atlas y los oasis del valle del Draa, también vamos a explorar en vehículos 4x4 la zona del desierto del Sahara que se extiende por el sur de este país: pocos paisajes son más fascinantes para un fotógrafo que los bellísimos mares de dunas o las inquietantes llanuras de grava.

5/1/11

• Leones y leopardos con Beverly y Dereck Joubert


Beverly y Dereck Joubert son una pareja dedicada a la fotografía y filmación de animales salvajes, residentes en Botswana desde hace décadas. Ella fotografía y él rueda documentales, siendo conocidos por sus reportajes para la National Geographic Society. Su especialidad son los leones y los leopardos, a los que han dedicado gran parte de su vida. Una de las joyas de mi librería es su libro "Hunting with the Moon" ("Cazando con la luna" , National Geographic, 1997) .

En este video de una entretenida charla nos muestran y comentan anécdotas de su trabajo con los grandes felinos y las amenazas que les acechan. No os lo perdáis, ya que algunas de las escenas son impactantes.



Si te cuesta comprender el inglés hablado, la charla es mucho más fácil de seguir activando los subtítulos en español o en inglés en la parte inferior izquierda.

4/1/11

• Eclipse de sol


Eclipse de sol desde Barcelona, 2011
Canon EOS-1D MkIV, 500 mm f:4L IS con teleconvertidor 2X, filtro astro solar, trípode
© Oriol Alamany

Eclipse de sol desde Barcelona, 2011
Canon EOS-1D MkIV, 500 mm f:4L IS con teleconvertidor 2X, trípode
© Oriol Alamany

Justo ayer, y gracias al Blog de Jordi Busqué, me enteré del eclipse parcial de sol que iba a producirse esta mañana. Aunque el cielo estaba bastante nublado en Barcelona, ha podido verse cómo la Luna tapaba parcialmente el Sol (hasta un 63,3%) y he podido tomar mis primeras fotografías de 2011, así como grabar algunos planos de video Full HD con la EOS-1D Mk IV.

Para los que no habéis podido verlo, os dejo un par de fotos y un breve video.


Eclipse 2011 from Oriol Alamany on Vimeo.

(Si quieres ver el video a toda pantalla y en Alta Definición, ve a la página de Vimeo)

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The January 4th, 2011 solar eclipse photographed and filmed from Barcelona (Spain) with the Canon EOS-1D MkIV.