29/6/17

• Fotógrafos: La certera mirada de Josep Durany




A lo largo de la historia de la fotografía ha habido muchos autores que han pasado desapercibidos entre el gran público o los expertos. Quizás el caso más sorprendente sea el de Vivian Maier, la niñera de Nueva York cuyos maravillosos archivos fotográficos se descubrieron hace unos pocos años. O más recientemente tenemos el caso de Milagros Caturla en lo que se ha dado en llamar Las fotos perdídas de Barcelona.

Hace unas semanas estuve visitando Revela't, el festival de fotografía analógica de Vilassar de Dalt, y me vino a la mente una pequeña exposición fotográfica que vi el año 2013 en Isona, una localidad del pre-pirineo catalán. Allí descubrí las fotografías de Josep Durany, y quedé prendado de la fuerza de algunas de sus imágenes. 



Material fotográfico utilizado por Josep Durany para su trabajo y expuesto en la exposición "Por la Conca Dellà amb una Leica", 2013.


Josep era el abuelo de Meritxell Durany, quien con su agencia de viajes Vià Tours participa en la organización de nuestros viajes fotográficos. Hablando con la familia me prestaron un video con fotografías de Josep Durany para poder capturar algunos fotogramas y realizar un artículo en este blog  (de ahí la baja calidad fotográfica, lo siento). Este artículo ha permanecido guardado en el apartado Borradores del blog durante mucho tiempo, pendiente de finalizarlo. Pero la visita a Revela't me ha decidido a acabarlo y sacarlo a la luz.






Josep Durany i Abella (1919-2008) nació en la localidad de Isona, en la comarca catalana del Pallars Jussà. Su familia se trasladó enseguida a Barcelona, aunque regresaba a Isona cada verano. A finales de los años 40 empezó a fotografiar y se hizo socio de la Agrupació Fotogràfica de Catalunya.

Josep tomaba sus fotos con una Leica 3c (curiosamente, el mismo modelo con el que empecé yo en los años 70). De 1949 a 1967 estuvo fotografiando mucho hasta que, a partir de los años 70, la creciente popularización de la fotografía le hizo desilusionarse y perder la afición. Una verdadera pena.

Pero sus excelentes fotografías en blanco y negro de formato 35 mm perdurarán en el tiempo, como testimonio de una época ya pasada y de su mirada certera y privilegiada. Ojalá algún día podamos ver una exposición recopilatoria. El festival Revela't sería un lugar excelente para ello.

























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