Con la Canon EOS M5 en el aeropuerto, esperando la salida del vuelo a la India.
BQ Aquaris E5
© Oriol Alamany
Ya en el aeropuerto y durante el viaje empecé a hacer fotos con ella, en especial con el pequeño objetivo EF-M 15-45 mm f:3.5-6.7 IS STM (De focal "equivalente" a un 24-72), que se repliega para guardarse y es realmente pequeño y discreto. Una vez en la India fue prácticamente mi única cámara durante los paseos por pueblos y ciudades: tan sólo comparar la M5 y su 15-45 mm, con mi 5D -IV y su 24-70 mm, ya era razón suficiente para dejar la segunda en la habitación del hotel.
Al contrario que la práctica totalidad de cámaras sin espejo actuales, las EOS M no ofrece estabilización de imagen en el sensor. Canon, al igual que con sus réflex, sigue incorporando esta característica sólo en sus objetivos. Eso impide gozar de la estabilización al usar objetivos antiguos o adaptados de otras marcas, una de las ventajas de las mirrorless, pero permite ofrecer los mejores parámetros de estabilización para cada óptica en concreto.
Rickshaw corriendo por la calle de Chandigarh, India, fotografía de seguimiento en AF-Servo.
Canon EOS M5 a ISO 100, EF-M 18-150mm f:3.5-6.3 IS STM
© Oriol Alamany
La M5 es la primera EOS M que dispone de un visor integrado y sólo por eso ya merece toda mi atención. Yo no sé vosotros, pero no me he hice fotógrafo para hacer fotografías aguantando una cámara de manera inestable en el extremo de mis brazos extendidos, intentando encuadrar a través de unas pantallitas en las que si da el sol o hay mucha luz cuesta discernir algo. Me hice fotógrafo para pegar mi ojo a un ocular, mirando por un visor (ya fuera óptico o electrónico) donde pueda apreciar con claridad y todo lujo de detalles lo que estoy haciendo y encuadrar con mimo mis imágenes.
Esta era una de las razones principales por las que el sistema EOS M no me atraía hasta ahora, ya que ninguno de sus cinco modelos gozaba de un visor integrado (En honor a la verdad existe un visor accesorio EVF-DC1 adaptable a esas cámaras, pero resulta algo engorroso y cuesta cerca de 250 €, casi el mismo precio que una Canon EOS M10).
Así que el visor electrónico de la M5 me gustó y enseguida me sentí cómodo con él. Además ofrece gran cantidad de información personalizable.

Pareja en el Rock Garden, Chandigarh, India.
Canon EOS M5 a ISO 400, EF-M 18-150mm f:3.5-6.3 IS STM
© Oriol Alamany
En lo concerniente a la pantalla LCD, lo más importante es que és táctil, lo que permite manejar con rápidez los menús y funciones de la cámara, al estilo de los smartphones. Además báscula arriba y abajo, algo que prefiero a las que se abren hacia el exterior. De hecho llega a girarse por completo para permitir vernos a nosotros mismos mientras nos encuadramos para disparar uno de estos egocéntricos selfies.
La Canon M5 tiene conexiones Wifi NFC y Bluetooth, lo que permite manejarla a través del teléfono móvil, algo que puede resultar de utilidad en la fotografía de animales salvajes, utilizando el smartphone como control remoto. O también si se quiere pasar rápidamente fotos de la cámara al móvil y mandarlas a los amigos o las redes sociales.
Ofrendas de dioses al lado de una carretera, India.
Canon EOS M5 a ISO 200, EF-M 18-150mm f:3.5-6.3 IS STM
© Oriol Alamany
Ya he dicho que la M5 proporciona una buena impresión a pesar de su exterior en material plástico, pero que tiene un acabado agradable que parece de metal. La única duda que me surge es cual será su solidez y fiabilidad real a largo plazo. Este modelo no tiene una construcción sellada a prueba de polvo o lluvia. Pero bueno, tampoco la tenía mi Bronica de formato medio y la paseé durante doce años por todo el mundo. Todo es cuestión de tratar a las cámaras con un cierto respeto.
Este invierno en el Himalaya estuve usando la M5 en condiciones bastante extremas, a temperaturas bajo cero y bajo alguna nevada, sin ningún problema. No me dio la impresión de ser una cámara especialmente delicada. De todos modos esperemos que un futuro modelo Pro sí que disponga de la protección contra la intemperies, algo que a los fotógrafos de exteriores nunca nos viene mal para acrecentar su fiabilidad.

Una cima de más de 6.000 metros de altitud fotografiada sin problemas en un gélido atardecer invernal, Himalaya, India.
Canon EOS M5 a ISO 100, EF-M 18-150mm f:3.5-6.3 IS STM, filtro polarizador, trípode Benro
La manejable Canon EOS M5 me sirvió para documentar nuestra búsqueda invernal del Leopardo de las nieves, Himalaya, India.
Canon EOS M5 a ISO 100, EF-M 15-45mm f:3.5-6.3 IS STM
© Oriol Alamany
UN BUEN AUTOENFOQUE
El sistema de enfoque automático ofrece 49 puntos AF (es el mismo de la réflex 80D en modo Live View) y gracias a la tecnología Dual Pixel en AF-One Shot es rápido y eficaz. Tan sólo me titubeó en algunas ocasiones cuando la luz era escasa, y en estos casos recurrí al enfoque manual con la ayuda del práctico Focus peaking.
Para desplazar rápidamente el punto AF si que eché en falta un joystick al estilo de las réflex 5D, 7D y 1D, aunque existe un modo para cambiar el punto AF moviendo el pulgar por encima el LCD táctil. Sistema que parece efectivo... si uno no mira por el visor con el ojo izquierdo como es mi caso (y el de otros muchos fotógrafos). En ese caso resulta algo difícil mover el AF con el pulgar y el LCD.
Lo que me llamó la atención es el sistema de AF y disparo táctil mediante la pantalla LCD. Un leve toque en el sitio deseado y la cámara enfoca y dispara con suavidad. ¡Muy práctico!
No tuve la oportunidad de probar bien el modo AF-Servo ya que no fotografié animales en rápida acción. El mayor problema para la fotografía de movimiento me pareció el instante en que la imagen desaparece del visor, lo que se denomina black-out. Si disparas en ráfaga rápida no resulta fácil seguir el movimiento de un sujeto debido a los sucesivos intervalos negros en el visor. La M5 dispara 7 fps en modo AF-C y hasta 9 fps con el foco fijo. Pero el buffer de la cámara tampoco es de gran capacidad y si disparas a estas velocidades se bloquea en un par de segundos.
Las fotografías se graban en una única tarjeta SD del tipo UHS-1. Acepta las del estándar UHS-II, pero no aprovecha su potencial rapidez. Una pena diseñarla así cuando hace ya algún tiempo existe el standard SD más rápido. El mismo fallo de diseño tiene una cámara tan profesional como la 5D-IV.

Maniquí en el escaparate de una tienda, India.
Canon EOS M5 a ISO 400, EF-M 18-150mm f:3.5-6.3 IS STM
© Oriol Alamany
Antiguo camión oxidado, India.
Canon EOS M5 a ISO 400, EF-M 18-150mm f:3.5-6.3 IS STM
© Oriol Alamany
¿Y EL VIDEO?
Los viajeros, blogueros o youtubers podrán realizar sus tomas de video con facilidad y con el añadido del sistema de estabilización electrónico de video que se suma al de los objetivos. Es una lástima que no permita hacer video 4K, un estandar que hoy en día ofrecen muchas cámaras compactas más sencillas o incluso la mayoría teléfonos móviles. Pero para la mayoría de viajeros el Full HD es más que suficiente, y en este caso disponemos incluso de cámara lenta a 60 fps.
EL FACTOR PRECIO
Queda el tema del precio: pienso que aquí Canon debería jugar una estrategia más agresiva, ya que por 1.085 € el cuerpo (1.120 con el adaptador EF a EF-M), la M5 es la más cara entre sus competidoras de similar nivel de prestaciones, las Olympus E-M5 II de 950 €, Fujifilm XT20 de 900 €, Panasonic G80 de 830 € y Sony Alpha 6300 de 1.050 €. Incluso por muy poco más ya tendríamos a su hermana réflex la 80D (1.200 €).
La gama alta de las mirrorless (Olympus OM-D E-M1-II, Fujifilm XT-2 y Sony 6500) sí que queda muy por encima, entre los 1.600 y 1.800 €, pero esas ofrecen unas prestaciones y construcción superiores, por lo que no son comparables.
Sastre en su taller, al anochecer, India.
Canon EOS M5 a ISO 6400, EF-M 15-45mm f:3.5-6.3 IS STM
© Oriol Alamany
Comercios al anochecer, a los pies del Himalaya, India.
Canon EOS M5 a ISO 6400, EF-M 15-45mm f:3.5-6.3 IS STM
© Oriol Alamany
EL TALÓN DE AQUILES DEL SISTEMA, LAS ÓPTICAS EF-M
Tras la aparición de la atractiva M5, ahora el eslabón más débil del sistema M son sin duda alguna sus objetivos. Sus escasas siete ópticas, la mayoría de ellas zooms con luminosidades tan escasas como f:5.6 o f:6.3 y cuatro de ellas con monturas de bayoneta de plástico, no están a la altura de esta cámara. Son objetivos totalmente orientados a los aficionados.
Pienso que si Canon hubiera lanzado al mercado la M5 acompañada de un par de ópticas pequeñas EF-M de la serie L (un par de zoom 15-60 mm f:4L, 40-150 mm f:4L y alguna focal fija f:2, por ejemplo), muchos fotógrafos prosumers o incluso profesionales estarían pensando ya en adoptar el sistema.
Pero estos objetivos de construcción plástica y escasa luminosidad resultan poco atractivos, por más que su comportamiento óptico sea aceptable. Al menos el EF-M 15-45 mm que probé. El nuevo modelo EF-M 18-150 mm que me prestaron, sin embargo, ofrecía un rendimiento bastante flojo a distancias focales largas. He leído de usuarios que alaban esta óptica y otros que la critican, lo cual quizás haya que achacar a una variabilidad en su fabricación. El que usé yo no era ninguna maravilla y si lo hubiera comprado lo habría devuelto a la tienda para cambiarlo por otro ejemplar. Desconozco el rendimiento real del resto de objetivos de la gama EF-M y animo a los usuarios que los conozcan a que dejen su opinión en la sección de comentarios.
Otro inconveniente que demuestra falta de planificación del sistema es que estos 7 modelos de objetivos cuentan con nada menos que 4 diámetros de filtros distintos (43, 49, 52, 55 mm). Un infierno para los usuarios de filtros polarizadores, ND o Degradados neutros. Un poco de estandarización en dos o a lo sumo tres diámetros de filtros sería de agradecer, ingenieros de Canon.

Barcas de recreo en el lago Sukhna, Chandigarh, India
Canon EOS M5 a ISO 400, EF-M 18-150mm f:3.5-6.3 IS STM
© Oriol Alamany
Ardilla (Funambulus pennantii) en Chandigarh, India
Canon EOS M5 a ISO 400, EF-M 18-150mm f:3.5-6.3 IS STM
© Oriol Alamany
Desayuno en un chiringuito de carretera en el Himalaya, India.
Canon EOS M5 a ISO 2000, EF-M 15-45mm f:3.5-6.3 IS STM
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La Canon EOS M5 con el adaptador y un objetivo EF 500 mm con teleconvertidor 1.4X, Himalaya, India
Canon EOS 5D MkIV a ISO 320, EF 24-70mm f:4L IS
© Oriol Alamany
USANDO ÓPTICAS CANON EF EN LA SERIE M
La razón principal por la que el sistema M me resulta atractivo es por el genial adaptador Mount Adapter EF-EOS M. Este anillo permite montar cualquier objetivo Canon de la serie EF en cualquier cámara de la serie M, manteniendo todas sus características de enfoque automático y estabilizador de imagen. Para alguien como yo, usuario de Canon y que dispongo de una buena gama de objetivos de la serie EF, eso es una bendición. He añadido el adjetivo "genial" al citar este adaptador porque es un accesorio muy bien construido. Nada que ver con ciertos adaptadores que corren por el mercado. Este es robusto, encaja firmemente y durante su uso en el invierno himalayo cumplió con su labor sin fallo alguno. Además, el adaptador tiene un adaptador de trípode extraible que facilita montar la cámara al usar algunos objetivos algo voluminosos para la M5. ¡Un 10!
Al prestarme el equipo el personal de Canon me alertó sobre el uso este adaptador tan sólo con algunos objetivos, y mejor si eran STM. Se asustaron un poco cuando les dije que iba a usarlo con un 100-400 y con un potente 500 mm y me insistieron en que no estaba diseñado para ello. Pero precisamente una de mis intenciones con la cámara era usarla como si fuera un "teleconvertidor de factor 1,6x" para fotografiar los esquivos animales salvajes del Himalaya.
Y los resultados no pudieron ser mejores. Incluso montando en la M5 mi EF 500 mm f:4L IS II y un teleconvertidor de focal 2X-III (¡Con lo que obtenía una distancia focal equivalente de 1.600 mm!), el enfoque en AF-S era rápido, perfecto y el estabilizador de imagen del teleobjetivo funcionaba correctamente. ¡Sólo por eso ya me habría quedado con la cámara para mis difíciles trabajos con el oso pardo en los Pirineos o los halcones peregrinos urbanos de la ciudad de Barcelona, que suelen estar siempre a grandes distancias!

El adaptador Canon Mount Adapter EF-EOS M
Otros objetivos que probé con el adaptador y la M5 fueron unos EF-S 10-18 mm f:4.5-5.6 IS STM y EF 100-300 mm F.4-5.6 IS II prestados por Canon, además de mis 16-35 mm f:4L IS, 24-70 mm f:4L IS y 28 mm f:1.8. Todos ellos funcionaron perfectamente bien.
Eso resulta una ventaja notable para los tradicionales usuarios de Canon que piensan pasarse a un sistema mirrorless. El cambio de sistema puede ser gradual y menos traumático. Y para los fotógrafos de fauna, llevar un pequeño cuerpo de M5 en la mochila les permitirá obtener mayores aumentos con sus teleobjetivos, al menos para los sujetos relativamente estáticos.
La Canon EOS M5 con el adaptador y un objetivo EF-S 10-18 mm, Pirineos, España
Canon EOS 5D MkIV a ISO 400, EF 24-70mm f:4L IS
© Oriol Alamany
Usando Canon EOS M5 con el adaptador y un objetivo EF 500 mm a varios grados bajo cero durante una leve nevada, Himalaya, India
Canon EOS 5D MkIV a ISO 400, EF 24-70mm f:4L IS
© Oriol Alamany
Íbices del Himalaya bajando a comer desde las montañas al atardecer, Himalaya, India
Canon EOS M5 a ISO 400, EF 500mm f:4L IS II + teleconvertidor 1,4x, trípode Benro
IMPRESIONES FINALES
Tras las semanas en el Himalaya, y antes de devolverla a Canon, pude usar la M5 un último fin de semana en los Pirineos. Allí la utilicé como única cámara, para explorar todas sus posibilidades. Una vez más los pequeños fallos en la calidad de algunas de las imágenes fueron achacables a alguna de las ópticas EF-M. Al usarla con el adaptador con buenos objetivos EF los resultados eran perfectos.
La Canon EOS M5 resulta un esperanzador y notable paso adelante para la serie M. Es una cámara seria, de uso agradable y que ofrece una buena calidad de imagen, en especial a sensibilidades bajas. Por fin nos olvidamos del problemático AF de la serie M y, si eres un usuario de ópticas Canon EF, el fantástico adaptador te permite integrarla en un equipo réflex dotado de buenas ópticas.
Equipada con el 15-45 mm es una cámara excelente para viajeros que se preocupan de sus fotografías, pero quieren ir ligeros de equipaje. Pero tampoco hay que desdeñarla como cuerpo complementario para el usuario de cámaras réflex de la serie EOS.
Canon, por favor, ofrécenos una gama de pequeñas ópticas serie L para esta pequeña joya. ¡La Canon EOS M5 se las merece!
Cimas nevadas un amanecer invernal en el Parque Nacional d'Aigüestortes i estany de Sant Maurici, Pirineos, España
Canon EOS M5 a ISO 100, EF-M 18-150mm f:3.5-6.3 IS STM, filtro polarizador, trípode Benro
© Oriol Alamany
El torrente de Cabanes en el Parque Nacional d'Aigüestortes i estany de Sant Maurici, Pirineos, España
Canon EOS M5 a ISO 200, EF-M 18-150mm f:3.5-6.3 IS STM, trípode Benro
© Oriol Alamany
Corteza de un Abeto (abies alba) en el Parque Nacional d'Aigüestortes i estany de Sant Maurici, Pirineos, España
Canon EOS M5 a ISO 100, EF-M 18-150mm f:3.5-6.3 IS STM, trípode Benro
© Oriol Alamany
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