• Nuevas cámaras compactas Canon G11 y S90

No es la función de este FotoBlog dedicarse a anunciar novedades fotográficas, ya que a eso ya se dedican otras webs especializadas en equipos fotográficos y rumorología. Pero de las varias cámaras compactas que Canon ha presentado hoy, y como satisfecho usuario de una Canon G10, hay un par de modelos que me parecen especialmente interesantes para la fotografía de viajes.

La primera es la nueva compacta de gama alta PowerShoot G11, que presenta un sensor CCD del mismo tamaño que la G10 (1/1,7"), pero con un giro comercial de lo más inusual en Canon: reduciendo su resolución de los 14,7 MP del modelo anterior a los 10 MP del modelo actual en un intento por mejorar su nivel de ruido (grano digital) y convertirla en una cámara más adaptada para reportaje con poca luz. Muchos rumores habían corrido en estos últimos meses sobre la incorporación en la G11 de un sensor CMOS de mayor tamaño para mejorar la calidad de imagen y combatir el tema del ruido. Al final, la solución adoptada ha sido más simple: mantener el tamaño del sensor reduciendo su resolución para disponer de unos píxeles de mayor tamaño y así no tener que variar toda la estructura interior de la cámara.

La G11 presenta un aspecto prácticamente idéntico a la G10, excepto por la nueva pantalla LCD basculante y unos pocos retoques más. Mientras que la G10 prima la alta resolución a bajas sensibilidades (a 80 ISO su capacidad de resolución es sorprendente), la G11 prima la posibilidad de poder fotografiar con resultados honorables a sensibilidades más elevadas, hasta los 400 o quizás (está por ver) 800 ISO.

Salvando las distancias, la diferencia entre ambas cámaras presenta una cierta analogía con la que presentan sus hermanas mayores, las réflex profesionales EOS-1Ds y EOS-1D: la primera de ellas posee un sensor de muy alta resolución pero que produce mayor ruido, mientras que la segunda tiene una menor resolución pero también un ruido más discreto lo que permite utilizarla a altas sensibilidades. Casi podría decirse que Canon podría mantener a ambas G10 y G11 en el mercado y así cada fotógrafo podría decidir su modelo preferido en función de su estilo de fotografía (Paisaje natural y urbano para la G10, por ejemplo, contra fotoreportaje humano incluso con poca luz para la G11).

Otra novedad que me parece interesante es la más pequeña Canon PowerShoot S90, que resucita la interesante serie S, abandonada desde la aparición de la S80 en 2005. Mi compañera usó durante años una S60 debido a que ofrecía la opción de trabajar en formato Raw, una característica que luego desapareció de todas las Canon compactas posteriores, si exceptuamos las G9, G10 y ahora G11.

La S90 lleva ahora el mismo CCD que la G11 (fabricado por Sony), pero con un objetivo más luminoso (en su focal granangular), equivalente a un 28-105 mm f:2-4,9, y parece destinada a competir directamente con la Panasonic Lumix LX-3 y su clónica la Leica D-Lux 4, a la que se parece de aspecto. También ofrece controles manuales de la exposición y la posibilidad de trabajar en formato Raw. A la espera de las pruebas de los testers, esta cámara de menor tamaño y precio que la G11, posiblemente sea una compacta ideal para fotografía con poca luz. Creo que no pocos viajeros aficionados a la fotografía a quienes la serie G aún les parece demasiado voluminosa (375 gr contra 195 gr) y no necesitan todas sus prestaciones, van a acabar con una S90 en su bolsillo.

En lo que concierne a sus posibilidades en el Modo Video, es sorprendente (y lamentable) que ninguna de ellas ofrezca video HD, algo que muchas otras marcas ofrecen en sus modelos actuales.

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