Hoy en día National Geographic es una de las pocas revistas que publica fotografías o reportajes capaces de sorprenderme. En esta publicación la innovación y la técnica fotográfica se unen a la investigación científica y a su buena calidad de reproducción gráfica. Su continuado apoyo al trabajo de los fotógrafos de naturaleza suele traducirse en impactantes reportajes gráficos.
En el número correspondiente al mes de junio de 2008 aparece un reportaje con sorprendentes fotografías del esquivo Leopardo de la nieves, realizadas en la naturaleza por el fotógrafo Steve Winter mediante un sistema de cámaras digitales de disparo automático. La gran mayoría de fotografías que se publican de este bellísimo felino propio del Himalaya son obtenidas en parques zoológicos o con animales amaestrados mantenidos en cautividad. Sin embargo, Winter tuvo que trabajar durante 10 meses y realizó más de 30.000 disparos con 14 cámaras para lograr obtener las suyas en plena libertad. En un video en la web de National Geographic Magazine puede apreciarse como Winter y sus ayudantes montan los sistemas de fotografía automática y en un momento dado puede verse como parece utilizar cámaras Canon EOS del estilo de la 40D o 400D.
Recuerdo que en 1986 me quedé prendado de este animal por culpa de otro reportaje publicado en esa misma revista, donde se mostraban algunas de las primeras fotografías obtenidas mediante un sistema de trampas fotográficas por el zoólogo Rodney Jackson. La lectura del libro “El leopardo de las nieves” del escritor y naturalista Peter Matthiessen no hizo más que acrecentar mi fascinación por uno de los depredadores más esquivos del planeta.
En nuestro próximo viaje, Eulàlia y yo vamos a recorrer a pie durante un mes los territorios del Leopardo de las nieves en el Himalaya. No viajamos hasta allí con la esperanza de fotografiar a ese ser esquivo y misterioso, ni tan siquiera esperamos lograr verle. Pero tan sólo hollar su hogar ya será un privilegio por el que nos sentimos agradecidos. Hoy, al pasar las páginas del reportaje “De entre las sombras” y disfrutar de las imágenes de Steve Winter no ha hecho más que acrecentar las ansias de abandonar el monótono trabajo diario, cargarme la mochila fotográfica a la espalda y empezar a andar hacia las montañas…
¡Que preciosidad de animal!, a ver si tienes suerte, bueno, muchísima suerte jejeje y logras fotografiar uno en tu próximo viaje. Aunque como bien dices, recorrer sus dominios ya es una gran recompensa. Aquí estaremos para seguir tus pasos ;)
ResponderEliminarEstic segur que tindràs l'ocasió per poder-lo veure. Potser fer-li una foto sigui més difícil, però trobar-lo o que ell us trobi a vosaltres, segur que sí.
ResponderEliminarQue tingueu bon viatge.