
Amanecer en el Pico La Meije, Alpes, Francia, 1991
Canon T90 formato 135, FD 80-200 mm f:4L, Kodachrome 25 ISO, trípode.
© Oriol Alamany
© Oriol Alamany
COSAS QUE SE OYEN
Hoy en día es frecuente leer en las redes sociales, foros de fotografía, o también lo he oído en conversaciones o en algunos de mis cursos o viajes fotográfico, a alguien argumentando que la razón por la cual no hace mejores fotografías es por culpa de las carencias de su cámara. Por poneros unos ejemplos:
- No puedo hacer buenas fotos porque mi Cacon 3D Mark VII tiene un sensor digital de tan sólo 24 MP, por lo que no tiene la resolución ni puedo reencuadrar tanto las fotos para obtener el encuadre deseado, como sí hace mi amigo Luis con su Papasonic de 50 MP.
- No puedo hacer buenas fotos porque el enfoque automático de mi Cacon 3D Mark VII no es tan fulgurante como el de la Nifor D69 de mi compañero de piso y se me escasa alguna que otra gaviota.
- No puedo hacer buenas fotos porque a ISO 6400 mi Cacon 3D Mark VII da medio punto más de ruido que la Sopy A777 de mi primo Pepe.
- No puedo hacer buenas fotos porque mi Cacon 3D Mark VII tiene un sensor digital con un rango dinámico de tan sólo unos inaceptables 11 pasos, mientras que la Lony R4X de mi amigo Juanito tiene 13.
- No puedo hacer buenas fotos porque si con mi Cacon 3D Mark VII hago una foto cinco diafragmas subexpuesta, no puedo aclararla como si hace la Gentax R4X de mi hermano Pedro.
- No puedo hacer buenas fotos porque mi Cacon 3D Mark VII sólo dispara 8 fotos por segundo, por lo que se me escapan todas las oportunidades, mientras que la Popympus OM-L E-N833 de mi vecino dispara a 18 fotos por segundo.
- No puedo hacer buenas fotos porque mi Cacon 3D Mark VII tiene una pantalla LCD fija de tan sólo 180.000 pixeles, mientras que la Pugipilm XXX de mi novia tiene una abatible, basculable, incluyendo posición selfie, de 210.000 píxeles OLED SuperStress.
- No puedo hacer buenas fotos porque mi Cacon 3D Mark VII tiene una duración estimada del obturador de tan sólo 150.000 disparos, mientras que la Meica 9 tiene un obturador con una vida teórica de 300.000 disparos.
- No puedo hacer buenas fotos porque para mi Cacon 3D Mark VII sólo tengo dos tarjetas de memoria de 32 GB cada una que tan sólo me permiten hacer 2000 RAWS en un día, mientras que mi enemigo preferido en las redes sociales tiene cinco tarjetas de 128 GB.
- No puedo hacer buenas fotos porque mi Cacon 3D Mark VII tiene un estabilizador de imagen de 3 pasos en el objetivo, mientras que la Popympus OM-L E-N833 Mark 267 que acaba de salir tiene un estabilizador de 4 pasos en el sensor más 4 más en el objetivo que permiten hacer fotos a 2 segundos de exposición a mano alzada.
- No puedo hacer buenas fotos porque el visor óptico de mi Cacon 3D Mark VII sólo muestra el 98,5% de la imagen, mientras que la Maselpad de mi primo tiene un visor del 110%.
Sisales en flor al crepúsculo, Cabo de Gata, Andalucía, 1990
Canon T90 formato 135, FD 28 mm f:2.8, Kodachrome 64 ISO, trípode, Open-flash con una antorcha de flash Metz 45 CT4.
© Oriol Alamany
© Oriol Alamany
¿Y COMO HACÍAMOS FOTOGRAFíAS EN LOS AÑOS 70, 80 o 90, ANTES DE TANTA PARANOIA?
Las cámaras réflex AF de enfoque automático empezaron a ser utilizadas de manera generalizada hacia el año 1994, y las réflex digitales una década más tarde, alrededor de 2004. Así que ¿cómo hacíamos las fotografías de naturaleza antes de estos dos cambios tecnológicos que hoy en día parecen tan trascendentales e imprescindibles?
Fotografiando con una cámara Canon T90 y 300mm f:2.8L, desierto del Kalahari, Sudáfrica, 1994.
Canon EOS 100 formato 135, 28-80 mm f:3.5-5.6, Fujichrome Sensia 100 ISO.
© Eulàlia Vicens
© Eulàlia Vicens
- Los objetivos debían enfocarse a mano, incluso las aves en vuelo y otros sujetos de rápida acción. Eran necesarios dedos ágiles y buen ojo.
- Ni soñar con estabilizadores de imagen, ni en cámaras ni en ópticas. O mano firme o un sólido trípode (Por cierto, los ligeros de fibra de carbono aún no existían. Aparecieron en 1994).
- Las imágenes de naturaleza y viajes se captaban mayoritariamente sobre películas diapositivas, que eran de muy baja sensibilidad: 25, 50, 64 y 100 ISO, algunas veces 200, o excepcionalmente 400 ISO que era chungo, chungo, lleno de grano, penoso contraste y colores deslavados.
Azor (Accipiter gentilis) bajo una nevada, Pirineos, 1982
Canon A1 formato 135, FD 400 mm f:4.5 SSC, Kodachrome 64 ISO.
© Oriol Alamany
- El margen de error en la exposición que se tenía con este tipo de películas rondaba el 1/2 paso EV. El resto de fotos iban a la basura (Por cierto, diafragmas y velocidades de obturación se movían en pasos enteros o bien de medio en medio punto, no en tercios como ahora).
- El rango dinámico de las diapositivas era limitadísimo, tan sólo unos 5 pasos EV en contra de los 12-14 actuales. Y nada de HDR o levantar las sombras a posteriori.
- Los rollos de película del formato 135 o 24x36 (equivalente al actual "Full Frame", digamos) permitían hacer 20 o bien 36 fotografías. Los de formato medio 120, entre 8 y 15 fotografías, según el tipo de cámara. ¡Ah, y los rollos de película se almacenaban en la nevera, para desespero de nuestras parejas que siempre se encontraban cajas de Kodachrome en el cajón de las verduras!
- Tanto el avance como el rebobinado de la película en la cámara se hacía a mano, mediante palancas o manivelas, o bien ya más adelante con un motor a ráfagas de 3 o 4 fotos por segundo.
Tempestad al anochecer, Hluhluwe-Umfolozi Park, Sudáfrica, 1994
Bronica ETRsi formato 24 x 60 mm, 75 mm f:2.8, Fujichrome Provia 100 ISO, trípode.
© Oriol Alamany
© Oriol Alamany
- El único patrón de medición de la luz del fotómetro de la cámara era generalmente el Promediado. Algunas pocas cámaras de alta gama, como las Leicaflex, tenían Medición Puntual.
- La pantalla LCD era de 0“, es decir, no había. Las fotografías recién realizadas no las veías hasta el cabo de días, semanas o incluso meses si no terminabas el carrete al momento.
- Tampoco ninguna posibilidad de chequear la exposición mediante el histograma. Eso era pura ciencia ficción. Había que ser bueno midiendo la luz y compensando adecuadamente para obtener la exposición correcta.
- Con las dispositivas todos los encuadres eran siempre originales al 100%, sin posibilidad de recorte alguno. Había que currarse el encuadre en la cámara sobre el terreno.
- Para saber la exposición que proporcionaba un flash, antes del invento de la medición del flash TTL, medíamos la distancia del flash al sujeto mediante una cinta métrica y consultábamos una tabla.
Salamanquesa (Tarentola mauritanica) en Vacarisses, Catalunya, 1982
Canon A1 formato 135, FD 100 mm f:4 Macro, Kodachrome 25 ISO, dos flash manuales a distancias medidas con cinta métrica, trípode.
© Oriol Alamany
- Los obturadores tenían una vida estimada en torno a unos 100.000 disparos. Y eso no nos preocupaba en absoluto.
- La mayoría de visores réflex tenían una cobertura del 94-98%.
Y sí, a pesar de todo eso HACÍAMOS FOTOGRAFÍAS, CREÁBAMOS IMÁGENES.
Yo empecé a tomar mis primeras fotografías hacia 1974, o sea que pasé buen número de años enfocando a mano y disparando con película fotográfica.
A todo eso me viene a la memoria una frase de una conferencia que pronunció David Airob (fotoperiodista y antiguo editor gráfico del periódico "La Vanguardia") en el festival Formentera Fotográfica 2015: "Si volvieran las diapositivas, habría una limpieza étnica".
La única ventaja en aquellos tiempos era que los nuevos modelos de cámara salían una vez por década, no como ahora que se quedan anticuadas en 2-4 años. ¡Ah, y la batería no era recargable y se cambiaba una vez al año!
BASTA YA DE DARLE LA CULPA A TU QUERIDA CÁMARA
Así que os propongo un propósito de Año Nuevo (Tranquilos, no es ir al gimnasio a partir del 1 de enero ni apuntarse a la academia de inglés): Basta ya de quejarse, de escudriñar los datos EXIF de las fotografías de otros en las redes sociales, de darle la culpa a tu cámara, de envidiar sus glamurosos equipos fotográficos de última generación y precios de locura, de ponerse excusas por ser peor fotógrafo de lo que crees que serías con otra cámara... Menos mirar Internet y más paseos por el campo, por los bosques, con la mente abierta y el ojo buscando motivos y encuadres.
Todo ello en compañía de tu querida cámara, la que pudiste comprarte en su día, la que escogiste con esmero, la que fuiste a buscar a la tienda con aquella ilusión, la que te ha acompañado tantas horas de tu vida. En lugar de hacer depender la evolución de tus obras fotográficas del modelo en concreto de tu cámara, hazla depender de ti mismo.
Cascada bajo una intensa nevada en Parc National des Pyrenees, Francia, 1991
Canon T90 formato 135, FD 80-200 mm f:4L, Kodachrome 64 ISO, trípode.
© Oriol Alamany
© Oriol Alamany
Trazos de las estrellas, Gulf Country, Australia, 1992
Bronica ETRsi formato 4,5 x 6, 75 mm f:2.8, Fujichrome Provia 100 ISO, exposición de varias horas, trípode.
© Oriol Alamany
© Oriol Alamany

Pinguino del Cabo (Spheniscus demersus) saliendo del mar, Sudáfrica, 1994
Canon T90 formato 135, FD 300 mm f:2.8L, Fujichrome Velvia 50 ISO, trípode.
© Oriol Alamany
© Oriol Alamany
Canon T90 formato 135, FD 300 mm f:2.8L, Fujichrome Velvia 50 ISO.
© Oriol Alamany
© Oriol Alamany
Fotografiando hace 17 años, con una cámara Fuji GSW690III de formato 6x9, Alòs d'Isil, Pirineos, 2000
Con esta cámara se obtenían 8 fotografías en un rollo de formato 120.
Yashica T5 formato 135, Zeiss 35 mm f:3.5, Fujichrome Sensia 100.
Yashica T5 formato 135, Zeiss 35 mm f:3.5, Fujichrome Sensia 100.
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