El laboratorio 24 x 30 cerró hace ya un par de años, Barcelona
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© Oriol Alamany
Hoy, tras varios años, he regresado a la "Zona Fotogràfica de Barcelona".
Para quienes no sepan a qué me refiero, explicaré que bajo esta denominación se conocía a un area de límites imprecisos situada alrededor de la calle Muntaner, entre la Via Augusta y la Ronda del Mig, que en los años 80 y 90 fue "el rovell de l'ou" (es decir, el meollo) de la fotografía profesional en la ciudad. Allí se concentraban multitud de establecimientos dedicados a proporcionar servicios a los profesionales de la imagen.
El epicentro era (y sigue siendo) EGM, el que fuera el laboratorio de revelado de diapositivas más conocido de Barcelona. En aquellos primeros años eran famosas entre los fotógrafos sus dependientas: guapísimas y con esta caracteristica mirada por encima del hombro de las que saben que lo son. Por fortuna EGM se mantiene y sigue ofreciendo su excelente servicio y en la actualidad me resulta indispensable para la realización de trabajos de copiado sobre papel de elevada calidad como, por ejemplo, para la realización de exposiciones.
La alternativa a EGM era 24x30 Laboratorios profesionales de color, un par de calles más abajo. Las chicas no eran tan guapas, pero si más amables y los precios eran más ajustados. Y cuando revelabas muchos rollos de diapositivas al año eso era algo a considerar. Los forofos de EGM nos miraban a los de 24x30 con un cierto desprecio. Trabajar con 24x30 no quedaba tan "pro". Durante dos décadas ese fue el laboratorio de confianza donde me revelaron miles de carretes de Fujichrome Velvia, Provia y Sensia. Al regreso de cada uno de mis viajes, los empleados recibían las bolsas llenas de carretes numerados correlativamente (separados los que debían revelarse a su sensibilidad nominal, de los forzados a sensibilidades más elevadas) y al cabo de un par de días me devolvían igual número de cajitas amarillas con el número escrito en la cada una de ellas. No sabéis la ilusión con la que iba a recogerlas y luego devoraba su contenido hasta altas horas de la madrugada en la caja de luz de mi estudio. ¿Os imagináis hoy en día iros de viaje uno o dos meses y no ver ni una sola de las imágenes que habéis realizado hasta el regreso? Lamentablemente 24x30 cerró hace un par de años víctima (como casi todos los establecimiento de la zona) de la expansión de la fotografía digital.
Los vecinos Javier Ramirez Vallhonrat y Lecsa, también desaparecidos, hacían revelado y copiado de negativo de color, un tipo de trabajo que yo jamás realizaba, o sea que a ellos no les dí mucho negocio. También estaba (y aún sobrevive alli) Videolab, laboratorio dedicado al cine y el video. Y no lejos estaba Zebra, especializado en el revelado y copiado de blanco y negro de alta calidad, también fenecido en 2005.
Pero no todo fueron laboratorios: allí estaba Mito, una tienda de venta de equipo fotográfico profesional (un tanto pija, en consonancia con el barrio en que se encontraba). Creo recordar que pocas cosas les compré, pero sí que Eulàlia y yo hicimos allí nuestro primer curso de Photoshop. Hoy en día el local en la esquina de la calle Muntaner está ocupado por una papelería. Ya un poco más lejos, en Aribau, estaba Llum i Color, otra excelente tienda de material fotográfico orientada a profesionales, igualmente desaparecida, donde daba gusto entrar y pulular un rato. Y luego Zebra, el laboratorio especializado en blanco y negro.
El fin de una época
Supongo que muchos de vosotros no tenéis ni idea de qué estoy hablando ni de a qué viene esto.
Visto ahora en perspectiva fue aquella una epoca especial: había trabajo, las editoriales nos pedían fotografías de archivo para ilustrar sus obras, algunas revistas encargaban reportajes... Miles de litros de productos de revelado fluían por el barrio y el dinero pasaba de los fotógrafos a los laboratorios.
Además, acercarse a dejar unos carretes para revelar a la Zona Fotográfica era sinónimo de encontrarse a algun colega haciendo cola en el laboratorio (sí, había que hacer cola), oportunidad que se aprovechaba para intercambiar comentarios sobre el trabajo, la problemática profesional, las últimas novedades fotográficas, o el conflicto con alguna editorial. Luego te despedías y cada colega volvía a su trabajo. Amigos Jaume Balanyà, Jordi Vidal, Francesc Muntada, Dani Codina, Carme Vila... ¿os acordáis? (En la actualidad, si quieres encontrarte a alguien quizás tengas suerte más al centro, en la calle Pelai y sus alrededores donde están las tiendas de equipo fotográfico: Nivell 10, Jordi Bas, FotoPrix, Casanova Foto y Foto K).
Hoy, paseando por estas calles, me han parecido realmente solitarias. Como si recorriera las ruinas de una antigua urbe abandonada, los restos de una antigua civilización ya desaparecida. Tan sólo EGM y Videolab permanecen contra viento y marea. He recogido mi encargo en EGM y luego me he detenido ante el local de 24x30, cerrado pero aún con los rótulos en la calle. A pesar del tiempo transcurrido, en su interior todavía están colgadas ampliaciones fotográficas y un cartel que pone "Zona profesional" donde me atendían.
Por un momento he sentido melancolía de una época que no volverá. En parte porque yo mismo soy ahora un usuario convencido de las bondades de la fotografía digital. Antes me dejaba en el laboratorio cada año entre uno y dos millones de pesetas en revelados (6.000 a 9.000 €). Ahora tan sólo llevo algunas copias sobre papel de vez en cuando.
Así que, sin haberme encontrado a ningún conocido, a nadie con quien comentar algo de nuestra profesión o algún charrasquillo, he regresado a casa, a sentarme de nuevo ante la esclavizante pantalla de este ordenador.
Y me he puesto a escribir.
(Gracias a Jordi Vidal por recuperar una tarjeta del laboratori Ramirez Vallhonrat y fotografiarla para ilustrar este blog).
Partiendo de que no conozco la zona, realmente el sentimiento es extrapolable a cualquier rincón de nuestra geografía. Aquí, en Sevilla, la situación es similar, y los amigos dependientes que tan amables nos guiaban, aconsejaban y despachaban, prácticamente han desaparecido, sobretodo en las tiendas pequeñas que vivían del carrete y sus derivados. La industria se ha transformado y la fotografía digital se vende por medios digitales. Internet se ha hecho dueño de la venta y ya raramente esperamos turno mientras ojeamos los artículos o hablamos con los compañeros que allí esperan. Ahora hablamos con compañeros en otros países y compramos directamente a Chaina. Gran melancolía y pérdida de trato humano, en ocasiones de amigos.
ResponderEliminarSi José Luis, la globalización e internet hacen que tengamos trato comercial con el otro extremo del mundo y que conozcamos muchas personas a través de las redes sociales. Pero en ciertos momentos estamos más sólos que nunca.
EliminarSi que és trist i per desgràcia nosaltres no veurem una nova època com aquella, entre els avenços de la tècnica i la crisi tot allò és terra cremada...una llàstima!!!
ResponderEliminarJo també recordo quan anava a recollir les diapos o les còpies impreses al laboratori a Olot com qui estrena una càmera nova, nervis, il·lusió i certa incertesa, hauré clavat l'enfoc?? estaran be de llum?? preguntes impensables ara mateix però a part del romanticisme i certa llàstima, no torno enrere ni per tot l'or del mon ;-)
Sort per les terres glaçades!!
Sí, yo también pienso que los fotógrafos, con la fotografía digital, tenemos ahora mucho más control sobre todo el proceso: también me acuerdo de los carretes de diapositivas rayados por el laboratorio, o de las dominantes de color según el revelado o lo cerca de la fecha de su caducidad del carrete de película. O de los rollos de Kodachrome perdidos al mandarlos a Madrid...
EliminarPero fueron muchos años de mi vida trabajando de aquel modo y esta semana me dió verdadera pena ver todo aquello cerrado y abandonado.
Ya veremos donde están Facebook, Flickr, 500px y estas cosas de aquí a veinte años... Y qué te voy a contar de los cutre-sensores CCD o CMOS de sistema Bayer que usamos ahora, que se inventan la mitad de cada fotografía.
Entre Oriol diciendo "cutre-sensores CCD o CMOS de sistema Bayer que usamos ahora, que se inventan la mitad de cada fotografía." y José B.Ruiz repartiendo con el enfoque en teles (http://josebruiz.com/blog/lo-que-los-fabricantes-no-dicen-mi-teleobjetivo-no-enfoca-bien) me alegra ver que gozamos de unos Tops profesionales que os mostráis imparciales y muy poco conformistas con las marcas. Lo agradezco porque de alguna manera sois los heraldos de nuestras voces y el espejo donde muchos nos miramos.
ResponderEliminarYo era la dependienta recepcionista de Zebra. Casi 20 años trabajando en esa zona fotográfica tan bien descrita.
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