6/8/12

• Expedición fotográfica a Svalbard 2012


Rocas y glaciares, elementos esenciales en el archipiélago de Svalbard
Canon EOS 5D Mark III a ISO 400, 24-105 mm f:4L IS, desde el barco.
© Oriol Alamany

¿Os acordáis de cuando en la escuela —en clase de geografía—, estudiábamos las islas Spitsbergen? Situadas en el Océano Glacial Ártico a poco más de 1000 kilómetros del Polo Norte y pertenecientes a Noruega, son un paraje que en aquellos tiempos ni se me pasó por la cabeza que jamás llegaría a visitar. 
          Hasta ahora mi única relación con este archipiélago se había limitado a la lectura durante mi adolescencia del fascinante libro Mis vuelos polares del comandante Umberto Nobile. En 1928 Nobile partió de estas islas con su dirigible Italia que acabó estrellándose en la banquisa ártica. El gran explorador Roald Amundsen, conquistador del Polo Sur y el primero en sobrevolar el Polo Norte junto a Nobile, acabaría muriendo en la operación de rescate. Posteriormente el cine llevaría  a las pantallas aquella épica aventura de supervivencia en la película "La Tienda Roja", con Sean Connery y Claudia Cardinale, película bastante más sosa que el libro de Editorial Juventud.


Desde hace unos pocos años estás islas (ahora denominadas oficialmente Svalbard por los noruegos, en contraposición a Spitbergen, que era su nombre holandés) se han convertido en una alternativa para observadores y fotógrafos deseosos de observar a los amenazados osos polares. Con la clásica opción de fotografiarlos en Churchill (Canadá) a precios desorbitados, las europeas Svalbard han demostrado ser un destino alternativo y paisajísticamente mucho más atractivo. Aunque debido a su localización extrema el acceso tampoco resulta fácil ni económico.
          Tras los talleres fotográficos de años pasados en Kenia y en Marruecos, este año Eulàlia y yo organizamos con una agencia de viajes nuestra primera Expedición fotográfica al archipiélago de las Svalbard. Fueron muchos meses de preparativos, lectura, e-mails, reuniones y llamadas telefónicas hasta estructurar una propuesta viable. Quince personas, la mayoría de ellas provenientes de nuestros talleres fotográficos anteriores, se unieron a la expedición. 
          Al fin, con todo atado, el 20 de julio de 2012 volamos hacia la capital de Noruega para, desde allí, tomar otro vuelo hasta Longyearbyen, la capital del archipiélago. Cambiar los agobiantes treinta y pico grados de nuestro país por las gélidas temperaturas que nos recibieron en Longyearbyen fue un verdadero shock. Pero creo que todos coincidimos en que fue anímicamente y climatológicamente peor el proceso inverso al regresar a España el 31 de julio. Al final del viaje todos habíamos quedado marcados por la magia y la desolación de los paisajes y animales del Ártico.


Sobrevolando el archipiélago de Svalbard
Canon EOS 5D Mark III a ISO 200, 24-105 mm f:4L IS, desde el avión.
© Oriol Alamany

Tras una noche de descanso en un hotel y una mañana de paseo (gélido) por Longyearbyen, a mediodía embarcamos en las Zodiac que nos transportaron hasta nuestro barco, un pequeño navío de clase 1A  (la más alta para navegación en hielo, aparte de los rompehielos) que nos permitiría introducirnos en la banquisa ártica. Originalmente este barco pertenecía a la Academia Rusa de Ciencias, pero en 2011 fue adquirido y remodelado para acoger viajes de naturalistas y fotógrafos. Los camarotes eran exentos de lujos pero confortables, el trato recibido por parte de la tripulación fue exquisito, y la comida excelente, como para engordar unos cuantos kilos si uno no se controlaba un poco.


Nuestro hogar en Svalbard, un barco científico ruso reconvertido para alojar a viajeros. Al fondo, un glaciar llega hasta el mar.
Canon EOS 5D Mark III a ISO 400, 500 mm f:4L IS, trípode
© Oriol Alamany


Hora de la cena en el comedor del barco, el momento de comentar las incidencias vividas durante del día.
Canon EOS 5D Mark III a ISO 1600, 24-70 mm f:4L IS
© Oriol Alamany


Nuestro recorrido en Svalbard. El mapa es demasiado pequeño para mostrar nuestra larga excursión al norte en busca del hielo, durante la cual alcanzamos los 81,5º N. 


Observaciones
Aunque el sujeto central de la expedición era ver y fotografiar osos polares, su observación nunca está asegurada. Tengo amigos que han ido a Svalbard y no han visto ninguno o tan sólo uno y de lejos. 
          Nosotros tuvimos la fortuna de observar seis ejemplares distintos, cinco de ellos en la banquisa y uno en tierra firme. Algunos de ellos permanecieron más de una hora a tocar del barco ofreciéndonos innumerables oportunidades fotográficas. 

Oso polar macho saliendo del agua, en el Mar de Barents, Svalbard
Canon EOS 5D Mark III a ISO 800, 500 mm f:4L IS, desde el barco.
© Oriol Alamany

Oso polar hembra retozando en la banquisa ártica en el Mar de Barents, a la una de la madrugada, Svalbard
Canon EOS 5D Mark III a ISO 800, 500 mm f:4L IS+1,4X, desde el barco
© Oriol Alamany


Oso polar macho acercándose a nuestro grupo, al que hubo que desviar mediante el disparo de bengalas, Svalbard
Canon EOS 5D Mark III a ISO 800, 500 mm f:4L IS+2X, trípode
© Oriol Alamany

Ascender navegando por entre la banquisa ártica hasta los 81º 50' Norte fue una experiencia de aquellas que te quedan indeleblemente marcadas en la memoria. ¡Estábamos a tan sólo 1.000 kilómetros del Polo Norte! 
          ¿Cuantas horas pasamos en cubierta, envueltos en todo tipo de ropa de abrigo, oteando el horizonte en busca del blanco depredador? Por fortuna las risas y la satisfacción por estar allí nos hacían ignorar las bajas temperaturas. Y cuando uno ya no aguantaba más, era cuestión de refugiarse un rato en la cafetería o en el puente de mando, con un café bien caliente en las manos y recuperando calorías con una deliciosa cookie de chocolate. El barco también dispone de una bien nutrida biblioteca sobre temas polares y una sala de conferencias, por lo que pocos ratos pasamos en los camarotes. De hecho casi ni nos daba tiempo de visionar y comentar fotografías, tal era el ritmo de actividades propuestas.


En la proa, buscando fauna ártica en la banquisa de hielo, Svalbard
Canon EOS 5D Mark III a ISO 100, 17-40 mm f:4L
© Oriol Alamany


Al pie de una magna colonia de Araos de Brunnich, Svalbard
Canon EOS 5D Mark III a ISO 800, 24-105 mm f:4L IS, desde una Zodiac
© Oriol Alamany

La fauna jamás es abundante en el Ártico, pero además de los osos polares pudimos observar y fotografiar zorros árticos, los renos de Svalbard, morsas, focas, rorcuales comunes y 21 especies de aves marinas y árticas. Uno de los puntos álgidos fueron la visita en Zodiacs a una magna colonia de Araos de Brunnich, y otra visita a pie a una colonia de Mérgulos marinos. Durante los paseos por la tundra pudimos observar también treinta especies diferentes de flores árticas, entre las que destacaba la Amapola de Svalbard. 
          Los seis excelentes naturalistas de la expedición (geólogos, ornitólogos, diplomados en medio ambiente, etc) nos ayudaron a localizar e identificar las distintas especies. Una de sus preocupaciones era transmitirnos su preocupación por la progresiva fusión de la banquisa ártica debido al cambio climático, que este año empezaba más al norte que nunca. Entre ellos destacaba la presencia de John Sparks, productor de documentales de la BBC y Oxford Scientific Films, que trabajó muchos años en las series de David Attenborough. 

Zorro ártico patrullando bajo una colonia de aves marinas, Svalbard.
Canon EOS-1D Mark IV a ISO 800, 500 mm f:4L IS, desde una Zodiac.
© Oriol Alamany


Mérgulos marinos en vuelo cerca de su colonia de reproducción, Svalbard
Canon EOS 5D Mark III a ISO 800, 500 mm f:4L IS, trípode
© Oriol Alamany

Equipo fotográfico
Este viaje fue un tanto inhabitual para mí en lo concerniente al equipo fotográfico. En primer lugar porque prácticamente estrenaba cámara nueva, la Canon EOS 5D Mark III. Y en segundo, porque un problema de última hora con mi 70-200mm me obligó a buscar prestados la misma noche anterior a la partida un 100-400mm f:4.5-5.6L IS y un 24-105mm f:4L IS para substituirlo. Les acompañaron mis habituales 17-40 mm f:4L 500 mm f:4L IS, complementados por los teleconvertidores 1,4X y 2X-II. Aunque algunos de los animales de Svalbard, incluidos los osos polares, puedan verse a escasa distancia, creo que un teleobjetivo largo (400-500 mm) es recomendable para un viaje a estas islas, aunque algunos de los participantes se apañaron muy bien añadiendo un teleconvertidor 1,4X a sus zooms 70-200 mm.
          La Canon EOS-1D Mark IV fue mi segundo cuerpo de cámara, y también me acompañó la compacta Canon Powershot G10 que esta vez casi no usé. Una diminuta GoPro Hero2 sirvió para complementar el video realizado con las otras cámaras (que ya os mostraremos una vez montado). Y un MacBook Pro 13" me permitió descargar las 4.000 imágenes realizadas y editarlas en el escaso tiempo libre de que disponíamos a bordo del barco.
          De los 15 participantes en la expedición, 8 eran usuarios de Canon, 6 de Nikon y 1 de iPhone (una acompañante "no fotógrafa" que resultó hacer destacables imágenes con su teléfono). Las ópticas dominantes eran los 24-105, 70-200 y los telezooms de 80 o 100-400 mm. Entre sus ordenadores personales había 8 Macs y 4 PC. 
          A pesar del frío, humedad y lluvia ninguna de las cámaras falló y tan sólo tuvimos que lamentar la caída en cubierta de un Canon EF 100-400 mm que, a pesar de quedar algo magullado, siguió funcionando.
          En los próximos días voy a publicar otro artículo con más fotografías del viaje y mis apreciaciones sobre el funcionamiento de la cámara Canon EOS 5D Mark III en el Ártico.


Fotografiando desde lo alto de un valle glaciar, Svalbard
Canon EOS 5D Mark III a ISO 400, 24-105 mm f:4L IS
© Oriol Alamany

Colonia de Araos de Brunnich, Svalbard
Canon EOS 5D Mark III a ISO 400, 24-105 mm f:4L IS, desde una Zodiac
© Oriol Alamany


Pre-reservas para julio 2013
Debido a la buena aceptación y el éxito de esta primera Expedición fotográfica al archipiélago de las Svalbard, Eulàlia y yo estamos meditando la posibilidad de repetir la experiencia en julio de 2013. 
          Dada la rapidez con la que se llenan las plazas en estos barcos solicitamos a quienes piensen que puedan estar interesados en compartir con nosotros esta fascinante experiencia, nos escriban al correo talleres@alamany.com para hacer una pre-reserva, sin compromiso ni tener que realizar pago alguno. De este modo puedes asegurar tu plaza hasta que se concreten las fechas exactas y el precio definitivo, lo que se haría antes de Navidades. Sólo una vez todo concretado entonces se harían las reservas en firme mediante el pago de un depósito. 


De regreso a casa (e-mails recibidos de los participantes)


Los 15 miembros de la expedición a Svalbard, con Eulàlia y yo, junto a miembros de la tripulación y guías naturalistas, así como unos viajeros chinos que se sumaron de modo espontáneo a la fotografía de nuestro grupo.



- "Tengo una sensación extraña, creo que he vuelto sólo físicamente, mi mente sigue navegando, buscando osos y morsas. ¡Que bien me lo he pasado!"

- "De vuelta a la rutina diaria, solo necesito acordarme de vosotros y los osos para volver a tener la sonrisa en la cara."

- "Gràcies per organitzar aquests viatges tan fantàstics :-) "

- "Han sido unos dias increibles, en un grupo genial y disfrutando de esta experiencia inolvidable. Me ha encantado poder compartirlo con todos vosotros. ¡Gracias!"

- "Os queremos decir que ha sido una experiencia inolvidable este viaje y sobre todo vuestra compañía."

- "El "viaje-regalo de mis 60 años" ha sido un REGALAZO!!!! El viaje, la compañia, los buenos ratos que pasamos, en fin una pasada. Gracias a todos por compartirlo y gracias tambien a los organizadores que como siempre han sabido transmitir al grupo su manera de ser y hacer."

- "Ayer, despues de tantos dias de no ver la noche, casi me hizo ilusión. Además la luna estaba preciosa así que hasta salí al jardín a sacar unas fotos. Pero me faltaba el sonido de todas vuestras cámaras disparando al unísono. ¡Han sido unos dias inolvidables! ¡Muchisimas gracias a todos!"

- "Uffffff, valiente trabajo por delante... por lo menos tengo que anular unas 1.200 fotos y ya sueño con banquisas y osos."
 
- "S'estava molt millor al vaixell i rondant tranquilament per l'Artic! M'ho vaig passar moooolt bé!!! M'enyooooooro!!! Brrrr! 

- "Ya en casa. Tras cambiar las "rubber boots" por las chancletas y el polar por una camiseta, los 40º C de diferencia se van llevando un poco mejor. Ha sido un placer compartir con todos vosotros estos días, que al menos para mi, serán inolvidables. 

- "Que cambio más brusco después de estos placenteros días... calor, noche (!!!), tareas varias... También quiero manifestar que para mi ha sido un viaje maravilloso y en excelente compañía!!!

- "Agradecer a Oriol y Eulália el haber sabido juntar a gente tan estupenda (cojonuda que diriamos en Bilbao). Hemos aprendido mucho de todos vosotros. Repetiríamos el viaje ahora mismo."
 
 

7 comentarios:

  1. Hola Oriol!
    Aquesta entrada al teu blog és un fantastic document de síntesi d'aquest viatge que segur que recordaré sempre!! Estava ansiosa perque el penjessis aviat i llegir-lo!
    Gràcies per tot!!!

    Lourdes Barceló

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  2. Hola Oriol,
    Jo no he fet el viatge però estava igual d'ansiós que la Lou. Molt bon resum i m'encanta la foto que has triat com a capçalera, quina potència i quin contrast en un mateix lloc. De ben segur que és una experiència única i molt recomanable.
    Salut!

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  3. Oriol y Eulalia, una aventura fascinante!!!
    Como siempre, me encanta vuestro trabajo.
    Un fuerte abrazo
    Paco

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  4. Oriol, te felicito por tu capacidad de sintesis, ... yo para decir lo mismo necesito 10 pàginas.
    Saludos

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  5. Tal y como decís, es una síntesis brevísima de todo lo que vivimos allí. Habría mucho que explicar y tengo muchas fotografías en el ordenador pendientes aún de ver. De momento, las más especiales me las reservo inéditas para mi trabajo.

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  6. Josefa y Juan Antonio6 de agosto de 2012, 21:44

    Lo primero daros a tí Oriol y a Eulalia las gracias por este maravilloso viaje, que ha cumplido y con creces nuestras expectativas.
    Tanto Juan como yo estamos muy felices por la experiencia vivida tanto a nivel fotográfico como sobre todo a nivel personal y eso incluye al magnífico grupo con el que hemos compartido esta experiencia.

    Un abrazo.

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  7. Qué pasada Oriol! Ese macho saliendo del mar es fascinante y más vivirlo. Uffff!!!! Como me habría gustado viajar a estos parajes y poder, claro esta, compartirlos con vosotros.
    La foto de grupo demuestra la felicidad que experimentasteis.
    ENHORABUENA!

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