4/1/09

• Nueva Galería Web: Altiplano andino


Laguna Miscanti - Altiplano chileno, 2004
Canon Eos-1D MkII a ISO 100, 70-200 mm f/2.8L IS, trípode
© Oriol Alamany

Con el inicio de año he puesto una Nueva Galería en mi web dedicada el Altiplano chileno, un proyecto fotográfico que realicé a finales de 2004. 

El primero de mis viajes a Chile fue también mi primer gran viaje trabajando enteramente en fotografía digital. En 2004 me había comprado una Konica Minolta A2 y una Canon EOS-1 D MkII y con ellas realicé durante el verano la mayoría de fotografías del libro "Itinerarios por los Pirineos", obra donde Eulàlia y yo explicamos y mostramos en fotografías 25 rutas a pie desde un punto de vista naturalista por las montañas pirenaicas de Catalunya, Aragón, Navarra y Francia. Esa fué mi primera experiencia trabajando en digital.

Pero el recorrido que luego hicimos Eulàlia y yo por Chile, desde el mes de octubre hasta el mes de diciembre del mismo año, fue mi primer test completo sobre el terreno y allí aprendí algunas cosas. 

Vicuña vigilando la manada desde una roca - Chile, 2004
Canon Eos-1D MkII a ISO 100, 500 mm f/4.5L, trípode
© Oriol Alamany


Salar en el Altiplano - Chile, 2004
Canon Eos-1D MkII a ISO 100, 17-40 mm f/4L IS, trípode
© Oriol Alamany

Primero volamos a la isla de Pascua o Rapa Nui, donde al cabo de dos días el inestable suministro eléctrico producido por un generador quemó el disco duro autónomo de 80 GB que acababa de comprar para almacenar las fotografías a lo largo del viaje. Luego nos fuimos al altiplano andino (Parque Nacional Lauca, Reservas Nacionales de Las Vicuñas, Los Flamencos, Salar de Surire, Atacama, Géiseres del Tatio, etc), subiendo a altitudes de hasta 4800 metros donde, en teoría, los discos duros de un ordenador no funcionan. En la mayoría de lugares tampoco disponíamos de electricidad para recargar las baterías de los nuevos artilugios digitales. Algunas de las lecciones aprendidas que ya apliqué en mis posteriores viajes fueron:

• Primera lección: ahora siempre viajo por el mundo con un enchufe protector contra sobretensiones y jamás recargo ninguno de los elementos electrónicos de mi equipo sin él. 

• Segunda lección: también llevo siempre dos aparatos distintos para descargar las fotografías. A partir de que en isla de Pascua, al inicio del viaje, me quedé sin el disco FlashTrax, durante un mes y medio dependí únicamente de mi ordenador portátil Mac PowerBook que, por fortuna, también llevaba. Si me hubiera fiado de tan sólo un disco duro autónomo, no habría podido descargar las tarjetas de memoria el resto del viaje. Y en caso de que hubiera sufrido otra avería en el Mac, entonces mi único recurso habría sido descargar las tarjetas en algún café-internet de estos que te permiten pasar las fotografías a CDs. Y puedo aseguraros que de estos locales, en el altiplano no hay demasiados, por no decir ninguno.

• Tercera lección: viajando en vehículos 4x4 por las polvorientas pistas del altiplano el polvo se acumuló en el sensor CMOS de la réflex digital. Aunque tuve la precaución de ir limpiándolo regularmente con una pera de aire, aún hoy en día, cuando revelo ciertos archivos RAW de aquel viaje, maldigo las cámaras sin limpieza automática del sensor.

• Cuarta lección: ya he escrito otras veces sobre los problemas teóricos de utilizar discos duros a más de 3000 metros de altitud. En aquel viaje me ví forzado a hacerlo hasta los 4500 metros y no tuve problemas por ello. En mis posteriores trekkings al Monte Kenia (2006) y al Himalaya (2008) aquella primera experiencia me ha permitido organizar mejor mi trabajo a grandes altitudes.

• Quinta lección: las ventajas de trabajar en RAW (aunque parezca un fastidio). En 2004, tanto los programas para revelar los archivos RAW de las cámaras digitales, como yo mismo éramos principiantes. En unos años aquellos programas han mejorado notablemente y yo también he aprendido mucho. Aunque al regreso de aquel viaje revelé muchas de las fotografías obtenidas, hoy en día me encuentro con que puedo volver a los archivos RAW originales y procesarlos de nuevo con la tecnología y mis conocimientos actuales. Los resultados obtenidos son ahora notablemente mejores.



Puna andina a 4300 metros de altitud - Chile, 2004
Canon Eos-1D MkII a ISO 100, 17-40 mm f/4L IS, trípode
© Oriol Alamany



6 comentarios:

  1. No hay duda que una vez que uno se acostumbra a trabajar en RAW es difícil llegar a recordar como lo hacías antes (y los riesgos que tomabas).

    En cuanto a las anécdotas de viaje, la verdad es que son muy de agradecer tus consejos.

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  2. Los problemas de los archivos Raw son lo que ocupan en las tarjetas y discos duros, y el trabajo que dan cuando regresas de viaje con unas cuantas miles de imágenes para editar y revelar. Pero el potencial que tienen de cara a extraer el máximo de calidad de una imagen es genial. Cuando uno estaba acostumbrado a exponer correctamente un Velvia 50 (con lo difícil que ello era a veces), hoy en día disponer de una imagen en Raw es un lujo por las enormes posibilidades que te da de ajustar el contraste adecuado, el balance de color, los pequeños fallos de exposición, etc.

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  3. Hola Oriol, molt útils els teus consells. Precisamente siguiendo tu consejo sobre los protectores de picos de tensión fui a RadioWatt en Barcelona y me dijeron que los aparatos que anuncian tener estas protecciones son poco menos que timos. Yo insistia que tenía que existir algun cacharrito pero ellos que no, que no y que no. Total que no me quisieron vender nada.
    Estas seguro que funciona de verdad? Pq los de esa tienda tienen fama de saber bastante, no vaya a ser verdad que es un timo...

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  4. Conozco la tienda RadioWatt y me sorprende un poco su afirmación, Me imagino que, como en todo, habrá aparatos malos y aparatos que sí que cumplan su función.
    Los 3 Macs de nuestra empresa están protegidos por sendos SAIs (2 APC y 1 MGE), dado que la luz marcha de vez en cuanto, sobretodo en invierno. Debido a estos cortes de suministro eléctrico varias veces nos habíamos encontrado con discos duros dañados (que logré reparar con un software adecuado) y una vez ya se nos cargó un disco duro de modo irreparable. Estos SAIS protegen contra sobretensiones y además tienen una batería que mantiene la corriente varios minuto, lo que permite salir de los programas, guardar los documentos y cerrrar el ordenador.
    En el caso de los viajes, el ordenador portátil y los diversos cargadores de baterías los protejo mediante un pequeño APC Surge Protector P1-SP. Evidentemente, dado su pequeño tamaño no tiene batería alguna y su función sería fundirse en caso de sobretensión, protegiendo así el aparato electrónico conectado. En teoría, en caso de daños al aparato protegido, la empresa se compromete a pagar hasta 50.000 euros en compensación. !Aunque esto me imagino que ya debe ser más complejo de cobrar!

    ¿Funcionará mi protector si nunca me sucede algo? Pues no lo sé, la verdad. Yo creía que si y un amigo mío que trabaja precisamente en este sector también me afirma que sí y en sus viajes siempre lleva una buena regleta protectora.

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  5. Hola, Bru.
    En referencia a los dispositivos de protecciones contra sobretensiones, la fabricación y funcionamiento de éstos está perfectamente descrita mediante normas alemanas y europeas. Es tal su importancia que el nuevo Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (reglamento que rige las instalaciones eléctricas de los edificios y naves industriales) recomienda la instalación de estas protecciones y algunas comunidades autónomas no sólo recomiendan sino que obligan su instalación.
    Los dos fabricantes líderes, Phoenix Contact (www.phoenixcontact.es) y Dehn (www.dehn.es) explican de forma detallada cómo utilizarlas tanto a nivel industrial como doméstico. APC también es una de las marcas expertas en el tema.
    Por consiguiente, me resulta sorprendente que Radio Watt te comentara que esto de las protecciones es un timo. Realmente funcionan, y te lo digo con conocimiento de causa, ya que trabajo en este sector y he solucionado muchos problemas de sobretensiones en grandes empresas, debidas a caidas de rayo y otras causas, instalándolas. Mi casa está protegida y, hasta la fecha, no he tenido ningún problema con mis equipos electrónicos por culpa de sobretensiones (que las hay cuando hay tormentas).
    Como bien dice Oriol, en todos mis viajes me acompaña una regleta protectora para conectar cargadores de cámara, ordenadores, etc y evitar disgustos.
    Un saludo. Pep

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  6. Muchas gracias por tu comentario y aclaraciones Pep. Se agradece y proporciona tranquilidad la opinión de un experto sobre un tema poco conocido como este.

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