9/9/08

• Annapurna Trek: Qué funcionó (y qué no)



Desolados canchales de rocas por encima de los 5000 metros,
en la ascensión al Thorong La, Nepal
Canon EOS-1 Ds MkII, Canon 17-40 mm f/4L,
© Oriol Alamany

En todo viaje (y más si se hace a pie y lejos del mundo moderno) a uno se le plantean todo tipo de dudas sobre qué llevarse y qué no. Luego hay cosas que se usan y otras que ni siquiera entendemos porqué nos las llevamos, unas que soportan la dureza de la aventura y otras que no cumplen las expectativas. A modo de Capítulo 4 sobre nuestra aventura himalaya, aquí os dejo unos breves apuntes sobre algunos de los elementos del equipo utilizado en nuestro reciente trek alrededor de los Annapurnas.

• Equipo fotográfico Canon: La Canon EOS-1 Ds MkII funcionó de maravilla y estoy plenamente satisfecho de la calidad técnica de las imágenes obtenidas. Sin embargo, se trata de un modelo exageradamente pesado y voluminoso para cargar a la espalda o colgando en el hombro durante 25 días seguidos: jamás le recomendaría a nadie hacer un trek a pie con una cámara de este peso (1,5 kg, el cuerpo sólo) al cuello. Sin embargo, se me hace difícil renunciar a la alta calidad de sus imágenes. Aunque llevaba otra cámara (una pequeña y ligera 400D) como repuesto y con la intención inicial de usarla los días de mayor dureza del trek, lo cierto es que a la hora de la verdad siempre acabé mortificándome y cargando con la EOS-1 Ds MkII. 

Creo que la cámara ideal para un trekking de estas características para un profesional de la fotografía de paisaje como yo sería la Canon EOS 5D o su substituta 5D Mark II, o bien la Nikon D700 o la Sony A900. Si uno no se autoexige un sensor Full Frame, entonces una Canon 50D, Nikon D300 o un modelo similar de Sony, Pentax, Olympus o Panasonic serían perfectamente adecuados.

Respecto a las ópticas, esta vez me llevé tres: un Canon EF 17-40 mm f/4L (para paisajes y personas), un Canon TS-E 90 mm f/2.8 (básicamente para fotografiar las flores, jugando con la profundidad de campo con sus funciones Tilt&Shift) y un Canon EF 70-200 mm f/2.8L IS (para paisajes, flores, personas y animales). Además de dos teleconvertidores 1,4X y 2X. Este luminoso 70-200 también es un zoom excesivamente pesado para ir de trekking, siendo sus hermanos pequeños 70-200 mm f/4L IS o 70-300 mm f/4-5.6 IS los teleobjetivos ideales para estas lides. 

Pueblo de Jharkot en Mustang, Nepal
Canon EOS-1 Ds MkII a ISO 100, 17-40 mm f/4L,
Panorámica de 6 fotografías consecutivas realizada con un  trípode Gitzo G1057
© Oriol Alamany

• Trípode Gitzo G1057: Hace un par de años compré este liviano trípode de fibra de carbono (hoy en día ya descatalogado) precisamente para utilizarlo en casos como este, en que el peso del equipo es un factor fundamental y no me apetece cargar todo el día con mi habitual Gitzo G1227. Su estabilidad es sorprendente dado su reducido tamaño y lo utilizo con una pequeña rótula de bola RRS BH-40. Su único inconveniente es que es bastante más bajo que mi trípode habitual con lo que, además de que algunas veces no puedes fotografiar con la cámara a la altura que desearías, uno debe encorvarse para trabajar con él. 

Lamentablemente, a medio trek una de las patas de carbono se desencoló de su encaje en la base metálica y empezó a tener movimiento. Tras el viaje tuve que encolárlo para que recuperara su rigidez original.

Con mi cámara y mi mochila de día en el camino a Jharkot,
Mustang, Nepal
© Eulàlia Vicens

• Mochila Lowepro Computrekker AW Plus: Hace ya algunos años que utilizo este modelo de mochila fotográfica Lowepro para transportar el equipo fotográfico, en gran parte por que es más ligera (2,7 kg) que otros modelos más sofisticados, como la Lowepro PhotoTrekker AW (3,8 kg). Si lo deseáis, podéis leer mi artículo al respecto en la web de Disefoto, su representante en España. A lo largo de la expedición esta fue mi mochila de día, la que yo cargaba a la espalda. A pesar de que ya lleva incorporada una funda impermeable, me llevé otra suplementaria de mayor tamaño para poder cubrirla incluso cuando llevo el trípode colgado en ella (que es casi siempre). 

Como ya me ha sucedido alguna que otra vez con otras mochilas fotográficas Lowepro, el repetido uso al abrir y cerrar continuamente las cremalleras provocó que hacia el final del trek estas empezaran a abrirse. Pero apretando ligeremente los bordes externos de los carros con unos alicates solucioné el problema. Aparte de esto, la Lowepro cumplió sus funciones con creces y su comodidad es excelente a pesar de las jornadas de hasta nueve horas de duros caminos.

Mochila estanca SealLine Boundary Pack 115 litros: Al realizar nuestra expedición botánico-fotográfica en plena estación de los monzones, una de nuestras prioridades era proteger todo el equipo de la lluvia: no hay nada más desagradable que encontrarse al final de un día agotador con un saco de dormir mojado. Después de prolongadas búsquedas en Internet y en diversos comercios de deportes, Eulàlia y yo decidimos comprar dos de estas mochilas/petate absolutamente estancas. Y lo cierto es que aguantaron de maravilla tanto la lluvia y la humedad, como el maltrato al que fueron sometidas por los porteadores y por los empleados del equipaje de las compañías aéreas. La parte trasera que se apoya en la espalda es de PVC, lo que no la hace muy cómoda de llevar en climas tropicales. El modelo Pro Pack de la misma marca lleva un arnés que aparenta ser más cómodo, pero también es más caro y los porteadores del Himalaya no siempre utilizan las correas de hombro.

Preparando las mochilas estancas con los porteadores
al inicio del trekking en Besisahar, Nepal
© Eulàlia Vicens


• Sea to Summit Ultra-Sil Dry Sack: antes de la partida compré un par de estas bolsas estancas ultraligeras con la intención de proteger la cámara y el 70-200 mm en caso de los previstos diluvios monzónicos. No me hicieron falta, pero dada su ligereza creo que voy a utilizarlas en alguna otra ocasión para proteger el equipo de la lluvia o el polvo.

Salto de agua en Syange durante los monzones, Nepal
Canon EOS-1 Ds MkII a ISO 400, Canon 70-200 mm f/2.8L IS
con teleconvertidor 1,4X, trípode Gitzo G1057
© Oriol Alamany

Botas de montaña: En un viaje de este tipo la fiabilidad y comodidad del calzado es un factor fundamental. A pesar de llevar siete años de uso, mis botas de la marca mallorquina Bestard, de cuero con membrana Goretex, aguantaron los 25 días de andadura y toda el agua que pisaron o les cayó encima, además de protegerme de las abundantes sanguijuelas. 

Sin embargo, las botas Breeze de la marca americana Vasque que llevaba Eulàlia, aunque mucho más nuevas, han acusado el uso al haberse despegado un poco las suelas en sus punteras y taloneras. Eso sí, son muy cómodas y ligeras.

Palos Leki Makalu Ultralite: Nunca me ha entusiasmado andar por la montaña con la ayuda de palos de trekking. Pero hace ya unos años que suelo llevar uno para descargar una parte del peso de la mochila de mi espalda y he acabado por acostumbrarme a él. En esta ocasión me llevé el par completo, si bien utilicé ambos en contadas ocasiones: la fuerte ascensión al Thorong La con su subsiguiente descenso de 1700 metros, así como la ascensión de 2000 metros de desnivel de Tatopani a Poon Hill y también su prolongado descenso con más de 4000 escalones, una dura prueba para las piernas. Estos Leki son palos extremadamente ligeros y dotados de la función anti-shock que evitan el dolor en el codo.

• Saco de dormir The North Face Blue Kazoo: Maravillosos sacos de pluma ultraligeros, que nos recomendó nuestro amigo y fotógrafo Òscar Dominguez. Los compramos hace ya unos años y siguen ofreciendo una relación calor-peso-volumen inmejorable. Una de las mejores inversiones que hemos hecho en material de montaña.

4 comentarios:

  1. Cualquier agradecimiento es poco a la generosidad que muestras compartiendo con nosotros tus conocimientos y experiencias.

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  2. Confirmo lo dicho por gigi. Toda la serie de artículos del Annapurna es super interesante.
    Es una lástima que el número de comentarios no refleje la calidad del artículo.

    Gracias por compartir tus vivencias con nosotros!

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  3. Hola Oriol,
    Celebro enormement que us hagin anat tant bé els sacs de dormir.
    Només em queda felicitar-te per la qualitat (en tots els aspectes) dels teus articles.

    Òscar

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  4. Muy interesante todo lo nuevo de este blog que no te conocía.Gracias por todo lo que muestras y compartes.Saludos desde Oviedo.

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